Narra Pilar
El calor que desprende su cuerpo es capaz de hacerme olvidar que afuera es invierno, sus brazos rodeándome en esta me hacen sentir en paz a pesar de todo y yo tan solo puedo aferrarme a ellos como si mi vida dependiese de ese abrazo.
A pesar de que no puedo verle porque su cuerpo está pegado a mi espalda, sé que ha despertado le escucho sonreírse.
- Pero que hermoso es despertar contigo el último del día año.
Me susurra al oído.
- Lo mismo digo. Quedémonos así toda la vida.
Propongo y no puedo más que reír cuando enreda una de sus piernas en las mías. Sus labios besan mi cuello y al sentir la manera en que su barba me hace cosquillas rio.
- No me lo digas dos veces porque me olvido de todo y no te dejo regresar nunca más.
Me susurra al oído mientras que sus brazos me aprietan más a él. No hace falta las palabras cuando sentimos tantas cosas con tan solo abrazarnos. Pero al parecer el mundo externo no conoce de eso cuando su celular comienza a timbrar.
- No voy a atender.
Se explica y simplemente se queda quieto sin soltarme.
- Quizás es importante, Purre.
Explico, pero él me ignora y simplemente deja su celular siga timbrando hasta que cuelgan, pero a los pocos segundos vuelven a insistir.
- Contesta.
Insisto.
Le escucho resoplar mientras me suelta y a los pocos segundos atiende la llamada.
- Hola! Dice de manera borde y no puedo más que voltearme para verle. - Lola, habla más claro... por favor.. no te entiendo. Purre continua. Le veo escuchar atento a lo que dice su hermana y puedo notar como su cambia por completo. - Y qué le has dicho? Es que no entiendo... qué ha tenido que ir a hacer a casa? Pregunta y tan solo espero que no sea lo que estoy pensando. - Dale Loli, tranquilízate en un rato estoy allí dile que me espere.
Le pide y luego termina la llamada.
- Qué paso?
Pregunto sentándome en la cama.
- Luis.. al parecer tu padre le ha dado la dirección de la casa de mis padres y ha ido a averiguar si yo sabía algo de ti . Mi hermana dice que está muy molesto.
Me explica y no quiero ni siquiera pensar lo que puede lo que puede llegar a sucede.
- Lola le ha dicho que estábamos juntos?
Pregunto con un hilo de voz inmediatamente niega.
- Tienes que dejarme hablar con él, Purre.
Digo, pero el niega.
- No Pili no hoy, no así... vamos!
Me levanto de la cama rapidamente y de la misma manera me comienzo a vestir mientras que el hace lo mismo.
- Deberías dejarme ir para decirle lo que me sucede, no seas como él, Purre.
Discrepo y su cara en estos momento lo dice todo.
- Está bien, pero que le diremos? La verdad?
Purre pregunta con un hilo de voz y niego.
- Le diremos que me has encontrado en la playa. Ahora vamos.
Propongo mientras que termino de colocarme el vestido y él se coloca una sudadera con un pantalón deportivo.
- Está bien.
Rebate y sé que son más dudas que certezas las que tiene en estos momentos y no le culpo.
~*
Es el simple hecho de que Purre aparque frente a su casa y ver al auto que ha alquilado Luis y sentir ese no sé qué en el estomago a causa de los nervios.
- Lista?
Me pregunta con tímida sonrisa y asienta.
- Vamos.
Contesto y sin más abro la puerta del auto para dirigirme hacia la casa. Purre abre la puerta y apenas entremos a la casa, me encuentro Luis sentado en uno de los sofás del salón tal y como si esta fuese su casa.
Su mirada me recorre de pies a cabeza y antes de que pueda pronunciar una palabra, Luis se pone de pie y camina hacia mi.
- Se puede saber dónde mierda te has metido?
Me pregunta con rabia.
- Me he ido a caminar por la playa porque después de haberte escuchado hablar de mi anoche he tenido que alejarme de todos. Me he encontrado con Purre allí y al enterarme que estabas aquí decidí para regresarte esto. Le digo y sin más le entrego al anillo de compromiso en su mano. - No me quiero casar con alguien para quien soy lo que necesita y no a quien ama.
Termino de decir.
- Pilar, por favor no nos haga esto.
Me dice haciéndole el arrepentido.
- No lo intentes Luis, porque no hay marcha atrás. Ahora vete de aquí, de mi vida, de España, lo nuestro se termino.
Digo y firme y puedo notar como Purre me mira con orgullo mientras intenta disimular para no empeorar la situación.
- Pili, hablemos por favor.
Luis insiste, pero no le hago caso y simplemente voy hacia la puerta para abrirle.
- No hay nada más que hablar. Iré a mi casa después a recoger mis cosas.
Explico.
- No puedes hacernos esto.
Dice en un susurro.
- VETE!
Grito y insisto sé que probablemente las cosas no se terminen aquí, pero al verle salir de a casa es un gran avance.
Me tiemblan las piernas y tan solo puedo apoyar mi espalda contra la puerta una vez que él se ha ido. Clavo mi mirada en la de Purre quien me sonríe acercándose a mí.
- Lo has hecho pequeña.
Me dice feliz y toma mi rostro entre sus manos.
- Creí que no podría.
Confieso.
- Pero pudiste.. Rebate y comienza a besarme delicadamente. - Te amo. Dice sobre mis labios, pero el ruido de un vidrio rompiéndose contra el suelo nos sobresalta y al mirar de donde viene ese ruido, vemos a Fernanda quien nos mira muy confundida.
- Madre espera...
Le dice Purre cuando ella tiene toda la intención de regresar de dónde venía.
" Supongo que hay una explicación para esto, no?
Le pregunta Fernanda y me mira.
- La hay.. escúchame. - Le pide y luego me mira. - Amor, espérame aquí.
Me dice y puedo notar como es que estás palabras le han confundido aún más.
Tanto tiempo escondiendo esto y ahora se descubre de esta manera.....
