12.

542 49 9
                                    

Narra Pilar

No había nadie esperando el ascensor en nuestro piso, y el pasillo vacío. Purre sacó la llave de la puerta y momentos después estábamos en una habitación. Una hermosa habitación, con una ventana que da a la ciudad por la noche. No perdí el tiempo, después de todo, cinco años ya habían sido suficientes. Metí mis manos debajo de su camisa para sentir su piel y la rigidez de sus músculos debajo de ella.
- Quítate la ropa, ahora.
Purre se echó a reír cuando se quitó las zapatillas y se quitó la camisa. Dios mío..la vista de su cuerpo de esa manera por completo después de que sus pantalones cortos fueron directamente al suelo. Se suponía que mis neuronas se han derretido,
No había el más mínimo exceso en ninguna parte, solo perfectamente diseñado. Y recordé cada detalle de su cuerpo, pero los años realmente solo jugaron a su favor.
- Dios, creo que yo morí y fui al cielo.
Dije, mirándolo fijamente.
- Vos aún estás vestida.
Purre atacó mi ropa, arrancó mi sudadera, luego mi camisa, junto con mi sostén, mi ropa voló al suelo antes de que pudiera respirar. Me bajó los pantalones con un poco de fuerza, y me quité las zapatillas con tanta prisa que perdí el equilibrio y me caí en la cama. Tan pronto como recuperé el aliento, Purre ya estaba encima de mí. Rodamos en la cama. En todas partes donde me tocó, dejó un rastro de calor. El aroma de su piel era un aroma inolvidable que es único, incitando mi deseo por él al borde de la locura.
- Eres tan hermosa, Pili.
Él apretó uno de mis senos antes de tomar uno de ellos. Solté un fuerte gemido cuando sentí la ola de calor y el toque de su lengua, me encantaba cada leve movimiento de su boca en mi piel.

Mis manos recorrían ansiosamente su piel, sintiendo y apretando, buscando partes que lo hicieran aullar y gemir. Entrelacé mis piernas con las suyas y traté de hacerlo rodar para que estuviera encima de él, pero él es muy pesado. Levantó la cabeza y abrió una sonrisa que me condujo al cielo.
- Nunca he olvidado ninguno de tus detalles, eres completamente perfecta, tu cuerpo es un paraíso donde quiero viajar y nunca volver, Pili
Lo que sentí en ese momento, al ver su sonrisa y la sensación detrás de sus ojos, fue tan intenso y doloroso al mismo tiempo.
- Purre...estamos haciendo lo correcto?
Él no me responde, pero me besa profundamente, pasando su lengua sobre mi boca a su manera. Imaginé que era capaz de llevarme al límite solo besándome en caso de que continuara por más tiempo.
- Amo cada detalle de ti.
Susurró Purre, pasando su boca de mi cara a mi cuello. Su mano acarició mi cuerpo, alternando entre mis senos y mis caderas.
- Nunca dejaré de admirar tu cuerpo, tú entera...
- Pero aún no lo has disfrutado lo suficiente.
Bromeo y me río.
- Creo que nunca tendré suficiente de ti
Mordiendo y lamiendo mi hombro, bajó un poco y agarró uno de mis senos con los dientes. Lo apretó, y la leve punzada de placer me hizo arquear la espalda y gemir en voz alta. Él compensó la mordida con una ligera succión, luego se dirigió hacia los besos más abajo.
- Nunca sentí lo que siento por ti por nadie en mi vida, nunca sentí tanto deseo como ahora.
- Entonces.. qué estás esperando?
- Cálmate. Murmuró, bajando sus besos, rodeando mi ombligo con la punta de su lengua. - Como te dije, voy a disfrutar cada parte de ti, y aún no estás lista.
- Qué? Dios mío, Purre! No puedo estar más preparada que esto..
Fue entonces cuando me di cuenta de que el tiempo realmente no pasó entre nosotros, somos exactamente lo mismo.
Le jalé el cabello, en un intento de traerlo de vuelta. Pero él agarró mis muñecas y las presionó contra el colchón. Dios, necesitaba eso, no podía soportarlo más.
- Quiero que estés lista para mí y quiero probarlo en mi boca.
Un violento escalofrío de emoción recorrió mi cuerpo. Purre me volvía completamente loca cuando hablaba así. Metió la cara entre mis piernas, y me retorcí contra su toque. Me pasé la lengua por mis labios, tan loca por su lujuria animal que no pude decir una palabra más. Soltó un gemido y hundió su cabeza entre mis piernas, su lengua se abrió paso hacia mí, lamiendo. Mis caderas se movían sin parar, mi cuerpo rogaba por más y más. Me sintió tan bien. El toque de tu lengua me sacudió.
Enterré mi cabeza en la almohada para amortiguar un poco mis gemidos.
- Dios mío, esto es perfecto, me hace venir.
Y eso fue exactamente lo que hizo, me tembló todo el cuerpo y el orgasmo me invadió. En un punto distante de mi mente entumecida, registré el sonido de la apertura de un cajón, seguido del sonido de un paquete que se rasgaba
El colchón se hundió a su regreso, con sus fuertes manos tirando de mí hacia el centro de la cama. Purre vino sobre mí, atrapándome.
En cuestión de segundos se deshizo de las prendas faltantes. Mis ojos estaban vidriosos sobre su rostro, en cada detalle. Sus ojos brillaban tan bien como los míos, me gustó que me dio tanto placer y me preparó para lo que parecía un viaje inolvidable.
Purre conocía mejor de lo que yo era capaz. Mis manos agarraron las sábanas, y la ansiedad solo aumentó. No puedo esperar más.
- Te quiero dentro de mí.
Ordené, incitándolo con la mirada.
- Pilar.
Susurró mi nombre cuando entró en mí, la conexión que existe entre nosotros dos es absolutamente intensa, emocional y mental. Solo él es capaz de hacerme sentir completamente satisfecha y feliz así.
- Te sigo amando Pilar.
Dijo Purre sobre mis labios y con su frente apoyada en la mía.
Con mi respiración agitada apenas podía hablar.
- Y yo a ti, Purre.

Acuédarte de Mi! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora