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Narra Purre

El viaje de New York a Córdoba, Argentina ha durado más 12 horas entre la conexión y las horas de vuelo y debo admitir que aún sigo un poco frustado por su pequeña venganza de anoche y Pilar al parecer mantiene su postura en cuanto a que debí consultarle antes de la planificar esto. Anoche he comenzado a comprobar que las hormonas del embarazo y la vida de vivir juntos no será tan simple como lo pensaba. Hasta anoche nuestros argumentos era casí inexistente, pero parece que la parte buena de la viaje ha acabado y los problemas han comenzado a notarse, aunque quizás todo eso se lo debamos al gran estrés que nos ha provocado Luis.
- Señores pasajeros, bienvenidos a la cuidad de Villa Carlos Paz, la hora local es una y media de la madrugada y la temperatura es de 24 grados.
Indica la auxiliar de vuelo.
Mi amada novia me mira fijamente.
- Me pasas la maleta de mano para guardar los abrigos? Evidentemente aquí no lo necesitaremos.
Me pide de la manera más neutral posible y decido no hacer ni un solo movimiento. 
- Sigues molesta?
Le pregunto.
Ella se acomoda de lado en el asiento para mirarme a los ojos mientras que el avión va llegando a la compuerta.
- Primero que nada. Dice y levanta su dedo índice. - Si he estado callada es porque sabes perfectamente que le tengo un poco de miedo a las alturas, volar no es precisamente una de mis actividades favoritas.
Comienza a explicarse y rio.
- Ni la mía, também lo sabes.
Irrumpo.
Ella levanta el dedo del medio.
- Segundo, estoy embarazada y eso parece estar afectándome porque estoy extremadamente cansada y no veo la hora de llegar al hotel y dormir.
Sonrío.
- Exactamente por eso esta noche la pasaremos en Villa Carlos, no quiero que viajemos las dos horas por carretera a esta hora y sin dormir.
Explico.
- Perfecto. Dice y se sonrío. - Y tercero. Dice y levanta su dedo anular. - No puedes tomar la decisión de la noche a la mañana de irnos del país, abandonar el piso en New York y todo por lo que Luis ha hecho, al menos debiste darme el tiempo de organizarme un poco, de poner en alquiler el piso o algo para que ahora no sea una simple propiedad abandonada.
Ella explica.
- Y cuarto? Pregunto con la enorme expectativa de que ella continúe, pero ella se ríe y me mira algo pensativa.
- No hay cuarto. Dice, pero entrecierra sus ojos. - Bueno... quizás si.. tengo hambre.
Dice finalmente haciéndome reír. Me inclino hacia ella y depósito un tierno beso sobre sus labios.
- Eso tiene solución. Le susurro. - He pedido que estuviera la cena lista en nuestra habitación del hotel alrededor de las dos de la madrugada que és más o menos cuando llegaremos.
Le explico y ver esa genuina sonrisa que me regala en estos momentos lo es todo.
- Si es que no se te escapa una.
Me dice divertida y niego.
- Tengo dos personas que cuidar, eso es una responsabilidad muy grande para mi, pero una que me encanta.
Comento y al parecer nuestro humor regresa de a poco a ser el mismo.
~*

Es un pequeño hotel, pero muy exclusivo y con hermosas paisajes de esta ciudad ya que cada habitación ofrece una especie de piso pequeño con su próprio balcón privado con vista hacia la piscina.
- Te gusta?
Pregunto antes de abrir la puerta para que bajemos y ella sonríe. 
- Me encanta.
Responde inmediatamente y sin más preámbulos, le abro la puerta para bajemos.
Apenas entramos a la recepción del hotel, voy al mostrador y una chica que está allí y que evidentemente sabe quién yo soy, pero intenta ocultar su emoción.
- Ya lo busco las llaves.
Me dice nerviosa y entra a una pequeña oficina que hay detrás de ella.
- Deberías darle un autógrafo o hacerte una fofo con la pobre chica, casi muere al verte.
Bromea Pilar haciéndome reír 
- Si lo hago todos sabrán que estamos aquí y esto se convertirá en un caos.
Explico y es que en verdad a veces es mejor que las cosas sean así.
Pilar se acerca a mi y cuela sus brazos por encima de mis hombros sin importarle nada a nuestro alrededor y creo que en vez de ponerme nervioso me gusta mucho que sea así, toma mi mundo con naturalidad.
- Amor, permíteme decirte que ser una figura publica consiste en estas cosas, hazte la foto con la chica y dile que simplemente no diga que lugar es y por supuesto que no haga que sus amigas vengan aquí, porque después de todo la que se enfadara soy yo, porque tengo hambre y sueño, pero mañana o mejor dicho, al amanecer, pienso recompensarte por lo frustado que te deje en New York.
Me dice y intenta separarse de mi, pero yo sé lo impido sujetándole por la cintura.
- Primero que nada, me gusta mucho que no te molesten mis fans y estas cosas, creo que te contratare como mi relacionista publica. Bromeo y le beso sin importarme nada, después de todo, lo nuestro no es ningún secreto.  - Y segundo. Digo sobre sus labios y sonrío. - Me gusta que quieras quitarme lo frustrado que me has dejado, no me apetecía regresar a mis años de ingeniármelas cuando recordaba nuestra primera vez juntos.
Le susurro y Pilar se ríe nerviosa.
- Eso no lo sabía, pero vamos a conversarlo luego.
Propone y sé que eso será interesante.
Miro a la chica que ha regresado con las llaves.
- Y tú te llamas?
Pregunto y ella sonríe
- Lorena y soy muy fan tuya.
Dice tímidamente. 
- Dale, nos hacemos una foto?
Le propongo y su sonrisa dice todo.  
- No sabía cómo pedírtelo
Comenta y rio 
- Tranquilla, lo único que te pido es que no digas que estoy aquí, si?
Le pido y ella asiente de inmediato.
- Te lo juro!
Dice bajo la atenta mirada del gerente.
- Lorena, no creo que sea lo correcto .
Él explica y niego. 
- No te preocupes, mientras no digas que estoy aquí y aparezcan todos los medios de comunicación, todo estará bien.
Bromeo.
- Eso tenlo por seguro.
Afirma y rápidamente la chica se acerca a mi para hacernos una selfie. La cara de felicidad de ella es indescriptible y ni hablar de la sonrisa que me regala Pili en estos momentos.
- Gracias.
Me dice ella y simplemente le sonrío. 
- Un gusto, que tenga buenas noches.
Digo acercándome a Pilar para así irnos a nuestra habitación.
- Has hecho muy feliz a esa chica.
Me dice bajito mientras vamos hacia al ascensor para ir al piso donde está nuestras habitación.
- Gracias por tomarte todo esto de manera tan natural, me gusta saber que podré compartir contigo los momentos íntimos y otros momentos donde quizás sucedan cosas como estas.
Comento.
Pilar apoya su cabeza en mi hombro, mientras me abraza por la cintura haciéndome sonreír.
- Cuando acepte ser tu novia, acepte ser la novia de todas versiones de ti.
Me dice.
- Todas las versiones de mi?
Pregunto con un gran interés
- Sí, el Purre del cual me enamore cuando era adolescente, el Purre hombre que te has convertido ahora, el Purre famoso que sé que deberé compartir con sus fans y que siempre admirare como cantante y músico.
Me dice dejando en jaque todos mis sentimientos.
- Te juro que tu regresaras a España ha sido lo mejor que ha pasado en la vida, te amo pequeña.
Le digo con la intención de besarla, pero las puertas del ascensor se abren interrumpiendo nuestro momento.
- Guárdate esos besos para después.

Me dice entre risas a las solamente puede hacer eco.

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