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Narra Pilar

Aún no creo que hoy haya tenido que soportar una escena de celos tan infantil de su parte, entro a nuestra habitación de hotel sabiendo que el camino detrás de mí y no digo un sola palabra.
- Seguirás en silencio?
Me pregunta mientras busco mi pijama y ropa interior.
- Si hablo contigo, discutiremos y estoy cansada, ha sido un día muy largo.
Sentencio y sin más voy hacia el baño y cierro la puerta una vez dentro.
Son momentos como este en donde no puedo dejar de pensar si no nos habremos ido muy deprisa con la decisión de vivir juntos, después de todo hacia años que no nos veíamos y aunque no queramos aceptarlo, hemos, sí, cambiado, en muchas cosas.
Abro el grito del agua de la ducha y mientras el agua toma la temperatura adecuada, yo me desvisto para luego meterme bajo esa cascada que comienza a relajarme poco a poco después de un día como el de hoy que me ha hecho pasar por diferentes estados de ánimo y no sé si por el desorden hormonal que está causando el embarazo en mi, o porque Purre se está comportando de una manera que pone a prueba toda mi paciencia.
Agarro la botella de champú, echo un poco de su contenido en mi mano y luego las llevo a mi cabello para así comenzar a lavarlo mientras cierro mis ojos para que no me entre en los ojos, y como si fuese un momento buscado para meditar, mi mente comienza a deshacerse de todos lo que me hacia sentir mal provocando que el aire en mis pulmones se convierta en suspiros que liberan un poco el estrés que llevaba dentro.
La calma se apodera de mi finalmente y abrí mis ojos mientras me alejo de la cascada de agua, cuando un fuerte mareo me hace aferrarme a la mampara de la ducha.
- Purre
Gritó la más fuerte que puedo y es que en verdad apenas puedo mantenerme en pie.
- Te encuentras bien?
Me dice alto del otro lado.
- Entra!
Es lo único que puedo responder aferrándome más fuerte donde puedo ya que todo da vueltas.
Puedo escuchar el ruido de la puerta abriéndose, pero no sé que sucede después, todo se nubla.
- Amor!
Le escucho decirme y de repente sus brazos me sostienen con fuerza.
- Estoy muy mareada
Consigo decir mientras siento su cuerpo mojado pegado al mío.
- Agárrate de mí, ya te saco de aquí, cariño.
Me pide y suelta uno de sus brazos para cerrar el grifo del agua.

Narra Purre

Le vuelvo a sujetar con mis brazos y lentamente la saco de la ducha para envolverla en una toalla y llevarla a la cama, me siento doble culpable porque ella se sienta así. A veces pienso que mis acritudes tan infantiles le llevan a estresarse demasiado y ni hablar de todo lo que hemos vivido en este tiempo. La situación con nuestras familias, con Luis, la prensa y al haber viajado tanto, no es bueno ni pra ella ni para él bebe.
- Ven, recuéstate. Le pido cuando cuidadosamente la acomodo sobre la cama sin importarme nada más que su salud y la del bebe. - He leído por internet que si te acuestas sobre el lado izquierdo, disminuyen los mareos.
Explico exponiendo mis investigaciones acerca de lo que puede suceder durante el embarazo.
- Has estado leyendo del tema?
Pilar me pregunta bastante débil mientras va siguiendo mi consejo.
No puedo más que sonreírle mientras acerco una de las sillas que hay en la habitación al lado de la cama y le observo detenidamente.
- Sí, es que quería instruirme acerca de lo que sucederá en estos nueve meses, después de todo lo viveremos juntos y necesito comenzar a entender que es normal y que no.
Confieso y su sonrisa lo es todo en estos momentos.
- No has leído por ahí que no debes hacerle escenas de celos ni ocultarle información de la mama del bebe?
Me pregunta con un rastro de humor a pesar de como se siente.
Sonrío mientras acaricio su cabello mojado acomodándolo.
- Creo que me he perdido de ese pedazo de la información, pero estoy tomando nota para no volver a ser un idiota y no hacerte sentir peor de lo a veces ya te hace sentir el embarazo.
Confieso.
- No más escenas de celos por favor, no me gustan.
Ella me pide. 
- Cuenta con ello, haré todo lo que pueda por no volver a ponerte en una situación tan incomoda como la de hoy.
Le digo y sé que es algo en lo que tendré que trabajar, pero estoy dispuesto a cambiarlo por ella.
- Y no más secretos. Añade. - No me gustan.
- Si te refieres a lo de tu padre, es más una sorpresa que un secreto.
Explico. 
- Sorpresa?
- Si y por eso no te digo nada.
- Mmmm...
- Confia en mi, amor.
Me pido y ella me lanza una sonrisa tímida.
- Dale, lo haré.. ahora me traes mi ropa que se quedo en el baño?
Me pide haciéndome sonreír.
- Lo haré, pero que sepas que al que duermas desnuda me agrada eh..
Bromeo.
- Otra noche guapo, hoy te tocaras seguir las consecuencias de que su novia este embarazada y se sienta mal.
Me dice haciéndome reír ahora.
- Las pagó con gusto, siempre habrá tiempo para disfrutarte. Le digo divertido y me inclino hacia ella para darle un corto beso. - Ya regreso con tu ropa.

Termino de decir y me levanto de la silla para ir por sus cosas ya un poco más aliviado sabiendo que ella está mejor y que hemos aunque sea podido hablar un poco de las cosas.

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