Si tú lo dices ||n.h||

Capítulo veintinueve.

Nota de autora:

ANTES QUE NADA, PERDÓN POR NO HABER SUBIDO CAPÍTULOS EN TODO ESTE TIEMPO!!! Wattpad me andaba muy MUY mal y no podía entrar, soooo estaba como loca por subirles los siguientes capítulos. Sé que me demoré mucho, perdón perdón perdón, pero por eso traigo un maratón, tal vez sean unos 3 capítulos seguidos, no lo sé... pero aquí esta una de sus dosis jajajajaja dicho esto, pasemos a lo importante: el siguiente cap.

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Narra Niall.

Me desperté con un peso sobre mi pecho. Zoey.
Sentí su perfume ni bien abrí mis ojos. Su dulce aroma. Nos habíamos quedado dormidos mientras mirábamos el final de la película. Se veía tan hermosa durmiendo.
Algo me pinchaba demasiado en el costado de mi cintura. Zoey se había quedado aferrada a mi pecho, abrazándome con un brazo, y con el otro sosteniendo mis cartas. Se las había dado por impulso. Nunca se las había mostrado a nadie, ni a Liam que en esa época era mi confidente. Cuando mi madre encontraba alguna y estaba por leerla, yo se la quitaba y escapaba a toda prisa por la escalera aferrando la carta a mi pecho. 
Verla aferrarse a esos sobres con su nombre, me encogía el corazón. De seguro había estado muy dolida en todo este tiempo. Su padre, Alexandra, ¿hace cuánto no los había visto? 
Me quedé mirándola, sus pestañas, su boca, su naríz... todo era perfecto en ella. Decidí ir a bañarme y la dejé acostada allí. Fui al baño de la habitación. 

Tomé una larga ducha. Pensé en cómo podía hacerle esto, ella no se lo merecía. Menos ahora, cuando había descubierto que esa fue la chica de la que siempre estuve enamorado, desde los 11 años. No podía parar de pensar en ella. Cuando me enrollé con Marcie, sabía que en mi mente solo resonaba un solo nombre... Zoey. Y, tampoco es que hubiera muchas Zoey en el mundo, pero yo estaba ciego. 
Me terminé de secar el pelo y ponerme los boxers cuando me dí cuenta de que no había traído ropa para cambiarme. Rayos. Zoey podía estar despierta, o bien podría haberse ido de la habitación... me arriesgaría, tampoco me iba a quedar desnudo por el resto de mi vida, además ella ya me había visto así.
Recordé el día cuando la vi en mi cuarto, estaba tan hermosa, y yo recién había salido de la ducha, casi me había enloquesido cuando la encerré contra la pared. En seguida se me vino la imagen de anoche, cuando Zoey se subió a mis caderas y comenzamos a besarnos desesperadamente. Dios, esa chica me había dejado con ganas.

Salí del baño dispuesto a buscar mi ropa, cuando veo que Zo sigue durmiendo. Reí para mis adentros, seguía teniendo el sueño pesado al parecer...

Me coloque una camiseta blanca y estaba por ponerme mis jeans cuando escucho que alguien detras mío se ríe. Me dí la vuelta.

-No espíes- dije.

Zoey se sonrojó a tope.

-No lo puedo evitar- repuso y se paró de la cama-... yo, no... no qui...quise decir eso- dijo avergonzada y casi largándose de mi habitación.

-Zoey- la tomé del brazo antes de que abriera la puerta-, no sucede nada. No voy a hacerte nada que no quieras, quiero que te lo tengas en claro.

Le sonreí y ella también lo hizo. Se acercó a mí y pensé que me iría a besar en la boca, pero corrió la cara y me besó en la mejilla con sus suaves labios. 

-Te veo luego- dijo largándose de mi habitación.

Terminé de ponerme mis pantalones, una camisa celeste abierta por encima de la camiseta y mis vans negras. Sonreía mientras recordaba a Zo.

No. No podía seguir con la apuesta. Llamaría a Louis y le diría que le lavaría el auto todos los días, lo que haga falta pero con Zoey no. Yo no podía jugar con ella, porque:
1) Éramos unos ex-mejores amigos que sabían todo el uno del otro.
2) Comenzaba a gustarle a Zoey y no quería lastimarla.
3) Ella comenzaba a atraerme de a poco, aunque lo quiera negar de todas formas.