Si tú lo dices ||n.h||

Capítulo catorce.

-Te ves hermosa- dijo Luke mientras yo cerraba la puerta de la mansión y lo saludaba.

Me agarró suavemente de la mano y me dio una vuelta. Él también estaba muy apuesto, sus ojos verdes azulados brillaban más que nunca, su cabello rubio con su habitual forma, llevaba unos pantalones ajustados y una camisa que le sentaban realmente bien. Se llevó el piercing que tenía en el labio y se lo mordió. Nunca le había prestado atención a su piercing hasta ahora. Le sonreí.

-Gracias, tú igual- contesté finalmente.

-Pues... ¿vamos?- dijo señalando con la mirada hacia su auto. Estaba brillante, al igual que él.

Asentí y me tomó del brazo. Cuando iba a abrir la puerta del acompañante, Luke me empujó suavemente a un costado, abrió la puerta del auto e hizo una reverencia para que me subiera. ¿Qué? ¿Qué pasaba con el Luke que conocía hace tres meses? Me hizo gracia como intentaba verse como un caballero. Y de pronto me asaltó un gran miedo, ahora sabía que mi madre tenía razón... Luke se sentía atraído por mí. ¿Cómo antes no lo había visto? Me sonrojé y le susurré gracias, mientras que él se subia al asiento del piloto y arrancaba el auto. 

-Si quiero hacer esto, tengo que hacerlo bien- dijo con una sonrisa en el rostro, completamente rojo. Le dediqué una sonrisa para que no se sienta mal y miré hacia la mansión.

Ví una maraña de pelo rubio y ojos azules que me observaban desde la ventana. ¿Qué le importaba a Niall hacia dónde me dirigía? ¿Por qué tenía que saber todo y yo nada? ¿Por qué yo no podía saber nada de él? No es justo... yo no podía ir por ahí mientras que él desaparecía por un día entero. En todo caso, era mi vida, él no me manejaría como a un muñequito de madera. ¡Mierda Zoey, deja de pensar en Niall cuando está Luke a tu lado! Ese chico te valora, ese chico merecería que lo pienses... Tal vez si trataba algo con Luke me olvidaría de cómo Niall me había acorralado en el auto, sus miradas, cómo había hablado de Marcie al encontrar la nota, cómo me había acorralado la noche antes de...

-¡Zo!- llamó la atención Luke. ¿Qué? ¿Había hablado? Soltó una risita ahogada y me miró divertido- No escuchaste nada, ¿cierto?- negué con la cabeza, con un gesto de disculpa-, te estaba diciendo que hay una fiesta en casa de Sophia, nuestra compañera de Sociales... pensé que...

-No me gustan mucho las fiestas, ya sabes.

Él asintió.

-Pero iremos si eso es lo que quieres Hemmings- dije haciendo que su sonrisa aparezca de nuevo.

-¡Uhuuuu! ¡Cine cancelado, fiesta si, oh si!- dijo y no pude contenerme de reír, él se me unió.

A los diez minutos ya estábamos en la gran mansión de Sophia, una compañera de Sociales, según Luke, a la que no conocía... pero nos encontrábamos en su recibidor, con bastantes chicos borrachos a nuestro alrededor, miles de adolescentes con vasos color verde en la mano y bailando sin control.

Eran las tres de la mañana y habían varios chicos dormidos, pero la fiesta continuaba, como siempre continuaba. 
Luke se había perdido de mi vista, una chica pelirroja me agarró del brazo mientras me informaba que alguien me llamaba. Varios chicos me ofrecieron de beber mientras cruzaba y siempre decía que no, emborracharse no iba conmigo. 
La pelirroja me dejó parada frente a la puerta de lo que supuse que era un baño y se fue pitando de allí. Abrí la puerta y para mi sorpresa me encontré a Janet. Blanca como un papel y a horcajadas del inodoro.

-¡Jany! ¿Estás bien?- corrí hacia ella. Pero que pregunta estúpida Zoey Smith. 

-No, creo que voy a vom...- dijo, pero no terminó la frase que ya estaba con su cabeza dentro del retrete. Le agarré todo el pelo posible en una mata, para que no se lo ensucie y miré a un costado.