Llegué temprano al instituto como era de costumbre, saque mis libros de la casilla y fui directo al salón de clases.
Al llegar vi la misma figura de siempre, el cuerpo encorvado de un chico con los brazos cruzados sobre el escritorio y su cabeza reposando en ellos. Él llegaba incluso más temprano que yo y ni siquiera sabia porque se molestaba en hacerlo por qué no era bueno en las clases. No recordaba su nombre, y eso que teníamos casi todas las clases juntos. Me limitaba a sentarme sin molestarle y esperar que todos llegaran.
Pronto en salón se fue llenando, Harry, mi novio, entró con una gran sonrisa en el rostro y me dió un pequeño beso antes de ubicarse a mi lado. Harry y yo llevábamos dos años de noviazgo y aunque a veces pelearámos o el se comportara como un idiota nos queríamos mucho.
El día tomo su curso habitual, estábamos en la cafetería con Kim y Andrea mis mejores amigas, y con Kendal el mejor amigo de Harry.
—¿Vendrán a mi fiesta? —preguntó Kim tan emocionada como siempre, de las tres ella era la más alegre—. Es hoy por la noche —Kim solía hacer fiestas por cualquier cosa y sus padres que nunca estaban en casa no le negaban nada.
No solía ir a fiestas porque Harry se ponía muy borracho y llevarlo hasta su casa se volvía un verdadero fastidio.
—Creo que yo paso —dije dándole una sonrisa de disculpa a mi amiga, los demás incluido Harry aceptaron ir, me molesto un poco el hecho de que el aceptará ir pero no era momento para discutirlo, además de que el también podía tener su espacio.
Al salir de clases intenté convencer a Harry de quedarnos en casa, ya se estaba volviendo costumbre de él beber todos los fines de semana y eso me preocupaba.
—Tal vez deberíamos quedarnos en mi casa —sugerí y le dedique una sonrisa tierna—. Está noche, tu y yo, una película juntos — chasqueo la lengua y rodo los ojos.
—Nena está noche quiero divertirme, si no vienes está bien, iré solo un rato —¡Si como no! La verdad nunca hacíamos nada romántico a excepción de aniversarios, me sentía un poco mal pero no dije nada.
Llegué a casa enojada y un poco triste, pero papá me recibió con un cálido abrazo, éramos el y yo desde que mamá falleció y aunque era poco el tiempo que pasábamos juntos el trataba de demostrarme siempre su amor incondicional.
—Preparé pastas mi niña —anunció mientras me dirigía a la cocina, no era el mejor cocinero pero prefería su comida a comer algo preparado por alguien más.
Yo tenía dieciocho años y mientras estuviera a mi alcance yo mantendría la comida en la mesa y la casa limpia, a veces cuando él estaba en casa preparaba el almuerzo.
Comimos y subí a mi habitación, me cambié de ropa, hice un poco de ejercicio, me duché y hice los deberes; cuando me di cuenta ya había oscurecido.
Revise mi teléfono no había ni un solo mensaje de Harry, empecé a inquietarme no quería ir a la fiesta pero una extraña sensación, tal vez preocupación me obligó a salir de la casa. Tomé el móvil y subí al auto, marque el número de Harry pero me enviaba a buzón.
Llegué a la fiesta, adentro todo era un caos digno de una fiesta de Kim, no veía a Harry en ningún lado, pero vi a Andrea que también me estaba viendo algo sorprendida, supongo que por verme allí, como ya había mencionado ese no era mi tipo de ambiente.
Me saludo cálidamente y con una sonrisa en su rostro, pero la note tensa y un poco nerviosa.
—¡Lucy¡ —Exclamo con entusiasmo ,su tono de voz era algo chillon—. ¿Que haces aquí? Creí que no vendrías —le sonreí de vuelta, siempre me había parecido que Andrea era muy amable y linda.
—Estoy buscando a Harry —dije mirando por encima de su hombro intentando localizarlo—. ¿Lo has visto? —pregunte un poco preocupada, negó rápidamente y le hecho un vistazo al panorama de la fiesta, creo que intentando buscarlo con la mirada.
Me dejó sola antes de poder preguntarle otra cosa, decidí marcar una vez más el número de Harry, pero por el ruido subí a la segunda planta.
Timbró una, dos, escuché el sonido de un celular, venía de una habitación, la sensación extraña en mi cuerpo aumentó, la angustia y ansiedad se apoderó de mí haciendo que mi corazón empezará a latir muy rápido.
Pegue la oreja a la puerta de aquella habitación y tape mi boca para no reír, jadeos se escuchaban del otro lado.
Obviamente no iba a interrumpir así que marqué nuevamente y procedí a alejarme de allí pero el celular volvió a sonar de aquel lado de la puerta entonces supe que era el móvil de Harry.
Abrí y efectivamente Harry estaba allí, estaba desnudo lo que no esperaba era ver a Kim encima de él desnuda también, los dos voltearon a verme, el rostro de Harry palideció de asombro y miedo, mientras que ella sonreía, complacida tal vez.
Salí de allí lo más rápido que pude, estaba en shock, las piernas me temblaban y el corazón se quería salir de mi pecho, sentía que pronto caería y no había nada que pudiera evitarlo.
Escuché los gritos de Harry que solo me ponían más nerviosa, me sentía humillada y como una tonta, me sentía en una mentira.
Cuando cruzaba la calle vi a Harry salir de la fiesta aún llevaba la camisa en su mano, apresuré el paso, cruce en la esquina e impacte contra un gran cuerpo, caí de culo.
Cuando salí del asombro del golpe fijé la vista en aquella persona, era el chico que siempre llegaba temprano al instituto y se sentaba atrás echado en el escritorio.
—¿Estas bien? –preguntó con el ceño levemente fruncido, su voz masculina y grave me resultaba extraña, nunca lo había escuchado hablar, asentí sin mirarlo, mi rostro estaba lleno de lágrimas—. ¿Entonces porque lloras? —un nudo en mi garganta me impedía hablar y el grito de Harry me hizo volver a la realidad.—¡Lucy! Ven para acá, tenemos que hablar—.
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Eres Arte, Lucy (COMPLETA)
РомантикаEl destino suele tener sus momentos trágicos y accidentalmente afortunados, cuando Adam estaba a unas cuántas cuadras de la ruidosa fiesta de una chica de su instituto, un golpe fuerte en su pecho lo dejo desconcertado. Lo que el no sabía era que aq...