En la comodidad de mi casa me tome el tiempo para pensar en mi situación, no podia pasarme el tiempo escondiendome de Harry tenía que enfrentarlo y acabar todo de una vez.
No era sano y por más que lo disimulara me estaba matando verlo y tenerlo cerca y no poder echarme en sus brazos, las cosas no serían como antes nunca más. Como si hubiera leído mis pensamientos una llamada de Harry entró a mi teléfono, bien era ahora o nunca.
—Hola, podemos vernos en quince minutos en la cafetería cerca de mi casa —solté aquello de inmediato, escuché un si del otro lado y sentí el desconcierto que había dejado mi propuesta, debía tomar las riendas de mi vida ya no basta de llorar y esconderse.
Estaba sentada en una de las mesas de la cafetería, no había podido terminar mi café por los nervios, me sentía como cuando te toca un examen verbal en clases y sabes que en cualquier momento será tu turno, nunca se está preparado.
Vi a Harry entrar, paseo la mirada por el lugar hasta que dio conmigo, se acercó a mi mesa, y articulo un "Hola" con sus labios, me retorcí incómoda en la silla.
Nos miramos durante un par de segundos, y quise recordar como era estar en una mesa, una tarde normal con él, aquel muchacho del que me había enamorado y que a pesar de sus estupideces siempre lograba hacerme sentir bien. Con mucha tristeza aleje esos recuerdos de mi mente, no quería flaquear en mi decisión.
—Harry, escucha —llene mis pulmones de aire y mi corazón de valentía—. Las cosas no pueden seguir así —su rostro reflejaba ansiedad y angustia, eso sólo me desarmaba más el corazón, tomó mis manos entre las suyas y me miro suplicante.
—Déjame arreglarlo Lucy —pidio en un sollozo—. Sé que he dañado las cosas — era más que eso, me había dado cuenta que Harry no era una persona libre a mi lado.
Le costaba asumir sus errores, pero él no demostraba su verdadera personalidad conmigo, intentaba ser alguien que no era, igual que yo.
—Cada día sin ti me hecho en cara mis errores, pero déjame arreglarlo, por favor —no pude controlar mis lágrimas, ¿como le dices que no a la persona que amas?
Aunque yo estaba un poco convencida de que parte de mi amor por Harry murió la noche que le vi con Kim, alejarlo de mi lado sin hacerle daño no era posible y eso me dolía. Ese era mi problema que quería evitar que los demás sufrieran sin importarme mi propia dolor.
Negué con la cabeza y retire mis manos de la suyas, me limpie las lágrimas y trate de enderezar mi postura—. Es que ya no se puede arreglar —mi voz era aguda y me dolía decir aquello.
Pero no iba a mentir, por más que yo quisiera que todo volviera a lo que fue, no podía ser y yo lo entendía—. Me lastimaste Harry, lo arruinaste y se que llevas tiempo con Kim, ella misma me lo ha dicho —vi en sus ojos como lo destrozaban mis palabras.
Se que tal vez hubo una vez en la que si me amo, pero ya era tarde, me levanté y deje todo lo que sentía por Harry en aquella mesa.
Llegué destrozada a mi casa y lloré todo lo que me había estado guardando, debí quedarme dormida porque cuando desperté el reloj marcaba las cinco de la mañana y sentía que la cama me fastidiaba.
A esta hora no había mucho que hacer y papá aun debía estar dormido, como todas las personas normales. Sentí un alivio en el pecho tal vez por todo lo que lloré, mi alma se rehabilitó un poco.
Di vueltas en la cama y cuando dieron las seis y media me pare y me di una ducha, mi aspecto era del asco, sentí dos golpes en la puerta.
—¿Lucy estas despierta? —preguntó papá del otro lado, seguro ya se iba al trabajo, ni los sábados descansaba.
—Si, estoy en la ducha —casi pude imaginar su rostro confundido.
—¿Esta todo bien? —espero mi respuesta y luego añadió—. Ya me voy al trabajo y quería despedirme —mi padre siempre había sido muy atento, se me hizo tan lindo que siempre se acordara de esos detalles.
—¡Todo bien, espero que tengas un gran día! —le grité desde dentro del baño y luego lo escuché irse.
Aunque por fuera me veía fatal por dentro sentía un descanso, un alivio emocional. Peine mi cabello y aplique crema en mi cuerpo, me puse unos pantalones ajustados y una blusa de tirantes negra. Aplique un poco de base solar en mi rostro y un poco de brillo labial, desayuné en la soledad de mi casa pensando en todo y nada.
Debía formar un plan, de ahora en adelante quería algo diferente en mi vida.
A las diez me llegó un mensaje de Adam mandándome la dirección de su casa, aunque yo ya había estado allí, aún no tenía claro como llegar.
Tomé un bolso con una libreta, mis llaves y mi teléfono y arranque a su casa, después de unos quince minutos estacione en frente de su casa y baje con un poco de nervios le envíe un mensaje.
"Ya estoy aquí". Su respuesta no demoró.
"Te estoy viendo, entra".
Sentí un pequeño revoloteo en mi estómago y tome una respiración profunda antes de dirigirme a su puerta, me autoevalue respecto a mi apariencia, no es que yo quisiera verme bien para él, solo que quería verme bien a su lado, y ahí estaba otra vez pensando tonterías.
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Eres Arte, Lucy (COMPLETA)
RomanceEl destino suele tener sus momentos trágicos y accidentalmente afortunados, cuando Adam estaba a unas cuántas cuadras de la ruidosa fiesta de una chica de su instituto, un golpe fuerte en su pecho lo dejo desconcertado. Lo que el no sabía era que aq...