27. Como en las madrugadas

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Ya había pasado una semana desde la revelación de el sexo de los bebés de Emma. Ahora estaba entusiasmada por preparar su "baby shower" me pidió ayuda y yo obviamente le dije que si pero ya saben qué pasó ¿verdad? Adam le dijo que no porque todavía no estaba recuperada del todo. Insistió hasta que Emma aceptó y buscó otra persona. Todavía no había hablado con él sobre el por qué me estaba cuidando demasiado, pero ya vendrá el momento.

Ahora estaba en la sala de mi casa comiendo palomitas mientras veía una película. Mamá tenía cita para cambiar sus lentes por lo que tuvo que salir. Ellen y yo nos quedamos y ustedes saben como somos.

-Pásame la bolsa-le doy la bolsa de palomitas y yo tomo un sorbo de mi soda.

-Se supone que no estes bebiendo eso-señala mi vaso.

-Me tomé la pastilla antes. Hice lo mismo el día que fui a casa de Chloe y no me pasó nada-me encogí de hombros y le pido el bolso.

-Hoy te toca terapia-señala mis piernas. Se me había olvidado.

-¿Que hora es?-pregunto buscando mi móvil al rededor mío. Ella coge el suyo y abre los ojos como platos.

-Son las diez de la mañana-rayos, mi madre va a matarme si no voy.

-Es a las once.

-Tu madre va a matarnos-mjm. Se quita la manta y apaga la TV mientras que yo me coloco en mi silla de ruedas. No me gusta estar así, me siento más pequeña. Me muevo hasta las escaleras y Ellen me ayuda a subirlas.

-Estas volviendo a tu peso normal, esa es buena señal.

-Pero tampoco me quiero poner gorda-frunzo el ceño.

-Si no te quieres poner gorda tienes que estar atenta a tus terapias para que puedas volver a hacer todo lo que hacías antes-tiene razón, tendré que poner una alarma para avisarme. Cuando llegamos a mi habitación me cambié y volvimos a bajar. Nos montamos en el auto y... ¿porque tengo que ir en la parte trasera?

Enciende el auto y arranca para ir a el sitio de las terapias.

[...]

-Bien señorita Grey. Ellas serán las que te ayudarán en todo este proceso-el doctor señala a tres chicas con un uniforme de enfermera color azul marino.

-Está bien. Creo que estoy lista para esto-el doctor ríe levemente y se retira.

-Venga por aquí-muevo mi silla hasta donde están ellas. Me ayudan a pararme y me sostengo de un tubo.

Yo puedo

Me repetí en mi mente eso como más de 10 veces

~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ •

5 meses después...

La terapia me estaba ayudando demasiado. Mi recuperación era rápida ya que recibía mucha ayuda. Hablé con Adam sobre su exceso de cuidado, me comprendió y dejo de ser tan asfixiante, aunque siguió advirtiéndome sobre cada cosa que hacía. Desde que comencé las terapias ya estaba caminando, más o menos, pero podía sostenerme de pie. La enfermera me pidió que dejara de usar la silla de ruedas para que pueda practicar yo sola. Pronto era el cumpleaños de Adam y quería que la sorpresa fuera que ya podía caminar bien. Me empecé a esforzar más en las terapias. Quería caminar bien, ya no soportaba estar todo el día sentada o acostada. Era aburrido. Me recomendaron hacer yoga, decían que liberaba mi estrés y me ayudaba a estirar mis músculos así que comencé a hacerla. La verdad me ayudaba con todo el estrés que sentía por las terapias. Se sentía bien. Le dije a Adam que hiciera conmigo un ratito de yoga pero se negó y dijo:

Mi Error [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora