Capítulo 12

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'Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera' (José Hernández)

Capítulo 12

Alex POV

Me colgué de la espalda de mi hermano, ambos estábamos detrás de una columna en el gran salón, dentro de poco Heidi vendría con los turistas, podríamos alimentarlos, era muy bueno porque de nuevo tenía muchísima sed. Mientras más usaba mi escudo, más debía beber. Aro me explicaba que era porque aún era joven, y estaba aprendiendo a controlarlo.

—Por suerte tu oponente se fue sin despedirse —le murmuré a Leonid divertida. Alfred partió ese mismo día, ya que al reunirnos todos en el gran salón, Aro había anunciado que se fue.

—Eres una imbécil— me dijo riéndose.

Damien estaba a nuestro lado, sin decir nada, solo con su mirada perdida, cada vez que debíamos alimentarnos pasaba lo mismo. A diferencia de muchos vampiros con poderes especiales, él si podía verme en sus visiones, sin embargo, Aro tenía una teoría, y era porque éramos hermanos de sangre. Ya que con Leonid pasaba lo mismo, en ocasiones.

Las grandes puertas fueron abiertas, y por ella entró Heidi tan elegante y glamorosa como siempre. Me bajé de la espalda de mi hermano, enfocándome en los turistas que no habían notado nuestras presencias, solo me fijé en uno, y al escuchar como las puertas se cerraron todos fuimos alimentarnos, gritos, lloros, y demás, como siempre era, pero con una pequeña diferencia.

—Yo sabía que ustedes tres me habían dejado fuera —dijo una voz—algo estaban escondiéndome —siseó.

Dejé caer el cuerpo que tenía entre mis brazos y me giré al momento espantada, no fui la única. Leonid y Damien hicieron lo mismo. Allí delante de nosotros estaba Nikolay mirándonos con aquellos ojos azules que tantos nos caracterizaron cuando éramos humanos, bueno él, lo era. Por el momento. Sentía la mirada de la guardia sobre todos nosotros.

—No puedo creerlo —siseó Demetri frustrado.

—¿Y este humano quién es? —preguntó Cauis irritado.

—¡Es su otro hermano! —Demetri le contestó igual de irritado.

Siguieron hablando, pero la verdad ya me había perdido, en el olor de su sangre, fue demasiado verlo allí, me enfoqué en la vena de su cuello y podía ver como su sangre corría por allí. No lo pensé y me abalancé sobre él, lo llevé contra una pared y clavé mis colmillos en su cuello. Al momento sentí como Leonid y Damien me sacaban de encima lanzándome al otro lado, Demetri junto a Félix y Santiago me sostuvieron. Nikolay estaba en el suelo, junto a mis otros hermanos. Alec se había acercado.

—Comenzará su transformación —dijo el último mientras Nikolay comenzaba a retorcerse en el suelo —Maestro —Lo llamó a Aro —¿qué hará?

Aro que había guardado un pañuelo en su bolsillo, se sentó en su trono mirando todo extraño, y divertido.

—Llévenlo a una habitación —ordenó —hablaré con él cuando despierte.

Leonid me miraba con furia. Y, a pesar de estar en el suelo sujetada me encogí de hombros.

—Mejor yo que el príncipe de las tinieblas —le murmuré.

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Mordí levemente mi labio inferior, no me agradaba el nuevo clan al que veríamos, me lo había dicho Demetri, todavía no entendía por qué, Aro nos mandó a llamar, en estos momentos me gustaría tener el don de Edward.

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