Mundos Cruzados

Capítulo 19

Capítulo 19

Alex POV

Debía decir que los más irónico de todo esto, era que mis hermanos como Emmett estaban enfadados porque no los había invitado. Todavía me preguntaba qué diablos hacia Emmett en el gran salón. Pero no estaba solo, Edward con cara de sufrimiento estaba a su lado.

Aro seguía hablando y hablando, sinceramente me estaba cansando. Aún traía la capa de Demetri encima, no había podido ir a cambiarme todo el mundo estaba serio. Tampoco había sido para tanto, y eso que aún no tenían idea de mi pequeña sorpresa.

'Tururu ruru tuturu tururu ru' —cantaba mentalmente mientras Aro seguía hablando.

—¿Alexandra me has escuchado? —preguntó enfadado. Cauis estaba peor, pareciera que explotaría.

—Claro... —intenté ser convincente.

Aro sonrió con malicia.

—Debes tener un castigo y uno que no olvidarás —dijo divertido— pulirás todos los instrumentos de tortura de Jane, ella te vigilará.

—Bah, pan comido —murmuré.

—No podrás usar tu velocidad vampírica.

—¿Qué? — abrir mis ojos espantada —no terminaré en siglos —me quejé.

—Esa es la idea —siseó Cauis.

Fruncí ligeramente los labios. Y miré a Demetri que estaba del otro lado del salón, se lo veía enfadado, y tan guapo. Aro seguía dándome un sermón.

—Es mi imaginación, o aquí esta tan caliente como el infierno. —dije mirando a mi amor. Este me miró sorprendido.

—Alex...

—Ufff, pero si es mi amor que está en llamas —dije ignorando por completo a Aro.

Todo el mundo me miró serio y con ganas de matarme. Emmett quería reírse, pero Edward tapó su boca con su mano.

—Alexandra —me advirtió Demetri—¿qué hemos dicho de interrumpir?

Solo me encogí de hombros y le lancé un beso. Volé a su lado para besarlo.

—Guarda un poco para más tarde —me susurró al oído. Mis hermanos gruñeron y otros miembros de la guardia rieron.

—Por fin, vas a amarrarme al techo y ponerme en mi boca tu...

—Alexandra, querida, serás que cierras la boca un rato —dijo Aro cansado.

—Bueno... yo solo decía —murmuré sonriendo. —¿Has escuchado cuñis? Mi Demetri es solo mío.

—iuuk —dijo Jane con cara de asco.

—De hecho, podemos jugar con Cape... digo, Jane — la miré, seguía con su cara de limón. —A mi cuñis le gusta los juguetes como a mí.

—Esto es una falta de respeto —siseó Cauis.

—Alexandra, no creo que estés hablando de los mismos tipos de juguetes —dijo Aro un poco divertido —Y claramente, Jane te quiere matar.

—El único juego que podría jugar es a arrancarte el pellejo con un cuchillo de cocina —siseó Jane.

—Que amargada —dije bufando —debes ocupar más sexo en tu vida.

—Quiero venir más seguido aquí —dijo Emmett riéndose cuando logró sacarse la mano de Edward de su boca.

—Oye cuñis, una pregunta —dije mirándola— ¿haces cuánto qué no lo haces? —pregunté —con ese nivel de amargura no me extrañaría que hace siglos —me encogí de hombros— Pobre Leonid —susurré con pena— necesitará un tractor para entrar en esa jungla.