Capítulo 1

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Tu tarea en la vida no es buscar amor. Más bien es buscar y encontrar todas las barreras qué, en tu interior, has construido en contra de él. (Rumi)

Capítulo 1

Demetri POV

Durante todos estos años no logré encontrar algún medio para estar junto a Alexandra de nuevo, aunque pareciera estúpido, debía hacerlo. Era difícil, estaba consciente de ello, pero no imposible. Una vez logré estar a su lado, debía hacerlo de nuevamente. Pero el tiempo se me estaba agotando, solo faltaba dos años para formar una década.

Entré al castillo en Volterra, por unas de las puertas secretas que se encontraba dentro de la ciudad. Caminé a rápidamente, para no encontrarme con ningún miembro de la guardia. Estos años fueron difíciles, y cuando logré volver nuevamente, me encontré fuera de la ciudad. En el mismo lugar, donde había desaparecido.

Aún Aro, no entendía porque no podía leer mis pensamientos, era como si una laguna mental se me hubiese formado durante todo el mes que estuve fuera. No había nada. No lograba ver a Alexandra, lo que en parte me reconfortaba. Aquello le resulto extraño, sin embargo, también pudo ver que no tenía intenciones de traicionarlo, lo que realmente le importaba. Simplemente di una repuesta sencilla, necesitaba tiempo para estar solo, era consciente de que no le convenció, pero asimismo me dejó tranquilo. Aquella era la verdad, no deseaba irme de Volterra, pero necesitaba encontrar la forma de poder estar con Alexandra.

Aquel mes, resultó ser una completa locura. Al principio pensé que era una mala broma de los Cullen, pero al pasar las horas comencé a darme cuenta que todo era enserio, aun recuerdo el primer momento en que la vi, en que mis ojos se posaron en ella, en que mis ojos pudieron apreciarla. Sus grandes ojos azules oscuros mirándome fijamente, extrañada, sorprendida, que no dejaban de recordarme el color de los zafiros. La misma piedra preciosa que era mi predilecta. No dejaba de verme, jamás olvidaré como se enfado al reconocerme, en como le gritaba su amiga, en como latía su corazón en un ritmo constante, poseía un fuerte corazón, que latía sesenta y nueve veces, por minuto, con fuerza. En aquella brisa entró en su casa, e hizo mover algunos de sus cabellos. Su sangre me llamó.

Me vi arrinconándola sobre la pared mientras clavaba mis colmillos en ella, me imaginé el sabor de su sangre bajar por mi garganta y calmar aquella sed, que era peor, de cuando fui un neófito hace ya tantos siglos. Pero Edward Cullen lo vio en mi mente, y antes de que pudiera hacer algo, estaba frente a mi y su hermano sacándola junto a su amiga.

Mientras estuvieron fuera, imagine cientos de formas de acabar con aquellos dos, pero Edward, por desgracia tenía razón en algo, la necesitaba para volver. Porque si acababa con todos, me quedaría solo en aquel lugar... aquella no era una opción viable.

Con los días pasando comencé a obsérvala más, me di cuenta con facilidad lo que le enfadaba, lo que le agradaba, lo que la enfurecía. Mis pensamientos iban y venían, no lograba quitarla de mi cabeza, hasta que desapareció cuando el imbécil de Emmett dejó escapar los animales del zoológico, capté su esencia, pero la perdí. Se había evaporado, era como si nunca hubiese estado allí, me resultó por completo extraño. Era la primera vez que me pasaba, se había bloqueado por completo. No lograba entenderlo, hasta que Edward dijo que poseía una especie de escudo. No solo en ese momento, no la encontré. Sino que en varias oportunidades a los Cullen los sorprendió, fue unas milésimas de segundos, pero aun así pasó. En cambio, yo estaba tan concentrado observándola que siempre sabía dónde estaba.

Me encontraba tan confundo junto a ella, me molestaba que otro humano estuviese cerca, familiar o no. No quería que nadie le gritase, le golpease o intentará hacer nada contra ella, cada vez me resultaba más difícil controlarme. Hasta que aquel imbécil de un ex novio apareció y ella lo echó, no pude evitar sentirme completo, y en una distracción de los Cullen me fui en su busca.

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