Mundos Cruzados

Capítulo 29

Capítulo 29

Ness POV

Poco a poco fui abriendo mis ojos nuevamente. Vi todo con una nitidez única e inigualable. Cada partícula que volaba, cada color, podía percibir cada olor.

Me levanté de la cama donde estaba recostada, era una habitación, muchísimos libros, un gran escritorio. Bastante moderna, debía admitir. Recorrí la misma con la mirada hasta que llegué a una pared donde se encontraba un enorme espejo de pie con un marco dorado. Abrir mis ojos grandes al verme, poco a poco me acerqué, vestía de negro. Mi cabello se veía aún más rojo y rizado de lo que era, mi piel muy pálida, y mis ojos de un rojo demasiado intenso. Un malestar captó mi atención en mi garganta, ardía y picaba. Me llevé la mano hasta allí y con las yemas de los dedos la acaricié mientras la puerta se abría de golpe.

Un muchacho demasiado guapo se me quedó viendo fijamente por varios segundos hasta que sonrió ampliamente.

—Me hubiera gustado estar aquí cuando has despertado —dijo con una voz completamente hermosa que me dejó mirándolo como una tonta por unos segundos hasta que comencé a recodar.

—¿Alec? —pregunté y me sorprendí ante mi propia voz.

—Nessie...

—Yo... —murmuré asustada —¿Qué me han hecho? —sentía unas ganas terribles de llorar, pero no podía hacerlo —¿Por qué me hicieron esto?

—Todo estará bien —dijo Alec acercándose de apoco como si temiera que lo atacará —no te pasará nada malo.

Di un paso hacía atrás por instinto, estaba asustada, nerviosa y ese picor en mi garganta era realmente intenso. Era un vampiro, sin embargo, aún no lograba aceptarlo. Alec quiso acercase de nuevo y extender su brazo a mí, sin que llegará a tocarme algo salió dentro de mí e hizo expulsar a Alex contra la pared, solo lo pensé, simplemente no quería que me tocara. Abrir mucho mis ojos y sin más salí corriendo de esa habitación, dejando a Alec completamente atónico.

—¡¡¿Quién me hizo esto?!! —grité una y otra vez mientras corría por esos pasillos de piedra. Bajé escaleras hasta que llegué unas enormes puertas. Escuchaba como Alec gritaba mi nombre desde atrás.

—Nessie, ¡no entres allí! —gritó Alec pero antes de que me pudiese alcanzar entré en aquel lugar.

Era enorme y hermoso, tres tronos en medio. Una mesa gigantesca con varios libros sobre ella. Y muchos vampiros, mirándome extrañados y atentos. Pero solo me enfoqué en una. Jane. Un gruñido salió de mí, simplemente pensaba que deseaba ahorcarla mientras levantaba una de mis manos y la cerraba imaginando que sujetaba su cuello. Ella comenzó a levantarse del suelo poco a poco llevando sus manos a su garganta.

—¡Ness! ¡Déjala! —gritó una voz que me pareció que era la de Edward —¡Bájala!

Pero lo ignoré y seguí con mi trabajo mientras sentía la mirada de todos sobre mí.

—¡Ness, debes dejarla en el suelo! —dijo otra vez que juré que era la de Emmett.

Pero al ver a Jane que se debatía en el aire me asusté y solté mi mano dando un paso atrás, ella cayó al suelo y al momento. Leonid, lo reconocí, estuvo a su lado como su hermano Alec, la ayudaron a levantar, pero este último me miraba con tristeza.

—Ness —me giré al escuchar mi nombre, allí estaba Alex —Ven, vámonos de aquí —dijo despacio mientras se acercaba.

—¿Por qué me hicieron esto? —murmuré sintiendo una gran tristeza.