No le dio mucho tiempo de pensar en opciones porque tocaron a su puerta.
Era obvio que se trataba de Bruno, lo dejó entrar, para que esperara en la sala mientras ella se cambiaba.
Sé decidió por un traje de baño completo, morado metálico, con unas líneas de transparencias en el abdomen, su kimono era negro y no transparentaba demasiado.
Al salir del cuarto se dio cuenta que atrajo por completo toda la atención de él, la miraba de arriba a abajo, eso la hizo sentirse aún más nerviosa, quería retractarse en ese momento, pero ya era muy tarde.
Bajaron y se dirigieron a la parte de la alberca que estaba en el patio, para así poder tomar un poco el sol.
Él fue el primero en meterse, así que ella aprovechó el momento en que él aún estaba bajo el agua, para meterse lo más rápido que pudo.
Regularmente no se sentía tan insegura con su apariencia pero frente a él, sí le importaba lucir perfecta.
Ya estando dentro, ella tomó la iniciativa de guiar la conversación, porque se dio cuenta que él sabía más de ella, así que era oportunidad de conocerlo más y además así podría despejar algunas dudas.
Primero hablaron de cosas simples, como las cosas que les gustan, lugares favoritos y actividades que más disfrutan.
Después de un tiempo, ella comenzó a cambiar el tema para llevarlo a donde quería.
– Oye y antes de mudarte para estudiar aquí ¿ya habías venido? –fue su primera pregunta
– Si algunas ocasiones, pero solo a pasear un poco, creo que te has dado cuenta que sus parques son muy bonitos – le dijo mientras se acercaba a ella.
– ¿Y venías solo? ¿Con tu familia? o ¿con alguna chica? – al mencionar lo último se sintió avergonzada así que bajo la mirada, pero las preguntas las hacía porque le interesaba llegar a un punto en específico.
Antes de contestar se acercó un poco más y le sonrió justo en el momento que sus miradas se encontraron.
– Venía con amigos, no tengo hermanos, mis padres viven para trabajar y chicas solo amigas, ninguna novia en ese momento.
–¿En ese momento? , o sea ¿después si saliste con alguna? ¿Era alguien de tu campus? –dijo Alanna tratando de mostrarse lo más relajada posible, pero estaba ansiosa por la respuesta.
El rostro de él mostró desconcierto y se alejó un poco de ella.
– Sí salí con una chica, pero eso fue ya hace varios meses y sí era de mi campus, ya no tengo contacto con ella, así que no vale la pena hablar de ella.
–
"Es obvio que alguien me miente y lo más probable es que sea Emir, ya no me desgastaré en escuchar nada de lo que me diga”–Estoy de acuerdo, hay gente de quienes no vale la pena hablar.
Sé sumergió y cuando salió del agua, se percató que él estaba muy cerca de ella, comenzó a ponerse nerviosa, pudo sentir cómo su pierna rozaba la de él, de pronto sintió que él la tomó de la muñeca, como tomó la mano donde tenía el corte, que con el agua se había vuelto sensible, hizo una mueca de dolor.
Él se sorprendió y rápidamente la soltó– ¿te lastime? – le dijo con tono preocupado.
–¡NO! , no te preocupes solo es un pequeño rasguño que me hice mientras limpiaba la casa– dijo fingiendo tranquilidad, pero ya empezaba a sentirse incómoda – Creo que debemos pedir de cenar.
El accedio pero no parecía tener intenciones de salir antes que ella, asi que no tenia opción tuvo que salir primero.
No tenía necesidad de voltear a verlo, sabía que la estaba observando, camino rápido pero no demasiado, para que no fuera evidente que estaba incomoda.
El propuso cenar en su departamento esta ocasión, ella accedió porque asi seria mas facil irse en el momento que quisiera, solo antes paso a bañarse a su departamento aprovechando que la comida tardaría un poco en llegar.
Cuando entró al departamento de Bruno, se percató que la mayoría de cosas que había eran para hacer ejercicio, no era tan ordenado, había muchos libros en su escritorio, es evidente que allí es donde siempre acostumbraba estudiar y no había decoraciones en ningun lado.
Se sentaron en la mesa cenaron, contaron algunas anécdotas y justo después de terminar de recoger, Alanna decidió marcharse, no permitió que la acompañara.
Cuando llegó a su casa, pensó en lo bien que había pasado su fin de semana y lo feliz que estaba de haber permitido que Bruno entrara de a poco a su vida, reconoció que le gustaba, pero aun no quería acelerar las cosas, esperaría un tiempo, necesitaba primero enfocarse completamente en sus primeras semanas y acoplarse a su nuevo estilo de vida.
Obviamente aún faltaba que él también estuviera dispuesto, pero ella percibió que la atracción era mutua, así que sentía un poco de esperanza para el futuro.
Después de pensar en eso por unos minutos, durmió muy tranquila y sintiéndose lista para afrontar su tercer semana.
***
Las siguientes meses fueron complicados para Alanna, en aspectos escolares, tenía muchas tareas, trabajos, proyectos por entregar y los exámenes, así que tenía poco tiempo para visitar a sus papás, pero si hablaba mínimo una vez a la semana con ellos y con Lindy.
Tampoco había podido salir demasiado con Bruno, solo en ocasiones cenaban, iban juntos a la escuela y la mayor parte del tiempo se hablaban por mensajes.
Con quien pasaba la mayor parte del tiempo era con Mera, habían hecho una excelente amistad y equipo de trabajo, se juntaban con regularidad en casa de Alanna, en ocasiones hasta se había quedo a dormir allí.
Después de un tiempo también le contó lo que había pasado con Emir, lo cual le sorprendió mucho, por que le aseguro que él no era una persona agresiva, lo había conocido por muchos años, quizá no profundamente pero sí lo necesario, para asegurar que esa conducta no era normal en él. igual prometió que no volvería a dejarla sola.
Este lunes comenzaba su último mes, estaba ansiosa por terminar, le había ido muy bien las semanas anteriores, así que no tenía mucha presión por recuperar puntos.
–Creo que después de este mes deberíamos tomarnos una semana sin movernos, ni leer o escribir por un tiempo –bromeó Mera.
–Acepto, creo que tengo ampollas en las ampollas y ojeras en las ojeras –dijo Alanna
En ese momento entró su maestro, comenzó a explicarles lo que sería su proyecto final.
Deberían crear una historia, hacer una maqueta del escenario en donde se llevaría a cabo su historia y además grabar un fragmento de la misma, ya sea con muñecos de plástico, arcilla o plastilina, eso depende de cada quien.
Mencionó que uno de los retos seria que tendrían que trabajar con personas que no lo hacen regularmente y que él formaríaformaría los equipos.
En ese momento Alanna sonrío porque pensó
Vaya pues eso se reduce a… casi todo el salon.
Por que ella siempre acostumbraba estár con Mera (obviamente) y con otras dos chicas Sara y Cristal, se llevaba bien con ellas, pero no las consideraba amigas.
–Creo en esta materia no he hecho equipo con ellas, así que también serían una opción para el maestro, porque podría creer que.. – se interrumpieron los pensamientos de Alanna.
–La señorita Alanna y el joven Emir.–dijó el maestro.
–¡PUTA MADRE!–fue lo primero que pensó, cerró los ojos, apretó los puños y respiro profundo –Tendré que hablar con el maestro, no importa que pierda la siguiente clase
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Eventualmente
Teen FictionLa ansiedad es un trastorno difícil de sobrellevar, nos vuelve irracionales y es aún más complicado cuando la persona desconoce que la padece. Durante la historia seguiremos a Alanna, una adolescente que deberá aprender que las amistades no son par...