Primer Acercamiento

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Su estómago se revolvió y comenzaron a sudarle las manos

– Déjelo pasar–  contestó tratando de fingir serenidad

– ¡Mierda! me tengo que vestir–  dijo mientras corría a su cuarto, se puso un short de mezclilla negro y una blusa lisa, de color amarillo.

Al abrir la puerta, era consciente de que se había ruborizado así que bajó la cabeza, se hizo a un lado y le permitió pasar.

– No te preocupes,  no te voy a quitar mucho tiempo, por si es que tienes una cita con tu novio.

– Ok, si quieres decirme que quedó vetada de tus fiestas por siempre y para siempre, lo entenderé–  bromeó , aunque fallidamente porque él no sonrió.

– De hecho vengo a disculparme, me molesta que hayas tenido que pasar por esa situación y más que prácticamente terminaría siendo un poco mi culpa.

– ¿Cómo que tu culpa?, acaso ¿tú metiste lo que sea que hayan metido en mi bebida?

– No, pero era mi fiesta, debí estar más al pendiente.

– ¡Ay por favor! de tantas personas que había, no te hubiera sido posible, además tú tenías que disfrutar tu fiesta.

– Claro que lo hubiera visto, me había propuesto no quitarte la vista de encima– se detuvo de forma abrupta, había dicho algo que no quería decir.–  porqué sé no estás acostumbrada a ese tipo de fiestas, pero no sé en qué momento pasó todo eso.

Ella lo miró con tristeza, porque sabía que todo había pasado cuando se había ido con Marla, quería decirle, pero era una reprimenda que no tenía sentido, así que solo negó con la cabeza.

– El único momento que te perdí de vista, fue cuando Marla se sintió mal y me pidió que si podía decirle a alguien de mi servicio que la llevara a su casa, sus amigas estaban borrachas y no podrían llevarla.

"Entonces no están juntos y no desaparecieron para besarse o tener sexo”– sintió una pequeña esperanza.

– Y ¿por qué no querías perderme de vista?–  dijo sin pensar.

– Por lo que ya te dije, que no parece estés acostumbrada a este tipo de fiestas–  contestó nerviosamente, paso saliva y continuó – y ves, no estaba equivocado, ¿Tú novio no te ha dicho que no debes tomar de los vasos que te da otra persona?.

El valor que había adquirido se vino abajo, su sonrisa desapareció, comenzó a recordar las noches que había salido a bailar con Bruno, se hundió en sus pensamientos.

Él pudo percibir el cambio en su actitud y se apresuró a hablar

– Hey, pero tranquila– dijo con voz tenue y amable–  no te preocupes, no pienso decirle nada que vaya a arruinar su relación.

– No puedes arruinar algo que ya no existe– al decir lo último su voz se corto, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero logró frenarlas, respirando profundo y mirando hacia arriba.

Él tardo unos segundos en contestar, lo había tomado por sorpresa.

– Lo siento–  fue lo único que le parecía adecuado decir.

– Al final parece que las personas no cambian, creo que estabas equivocado–  ya no fue capaz de contenerse y dejó que el llanto fluyera, se sentó en el descansabrazos del sofá.

Él sin decir absolutamente nada, se acercó y se paró a su costado, colocó sus brazos alrededor de ella y permitió que se recargara en su pecho.

Después de unos minutos tomó nuevamente la palabra.

– Una parte de mi, realmente quería que te hiciera feliz y la otra... quería que un dia despertaras y simplemente decidieras dejarlo.–  le dijo sin apartarse de ella.–  no quería que te hiciera daño, quizá debí decirte la verdad completa y no estarías sufriendo como lo haces ahora.

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