Perdonar Pará Avanzar

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Cuando despertó, miro alrededor y en el otro  sofá estaba Lindy acostada

– Lo último que vi al cerrar los ojos era hermoso, ahora los abro y te veo a ti– dijo Alanna para molestar a su amiga

– Hola, yo también estoy feliz de verte–  giro los ojos

– ¿Y Emir?

– Ya se fue, él aceptó venir pero dijo que no quería encontrarse con tus papás, que le daba mucha pena, así que me comprometí a llegar antes de que volvieran, para obligarte a que lo dejaras irse… pero que bueno que estabas dormida cuando llegué , no quería luchar con tu necedad–  le dijo con una sonrisa.

– Yo no soy necia–  y miró de reojo a su amiga que la miraba con fastidio.

– ¡Ay si como digas!, mejor ya hay que ir a cenar–  se levantó de su lugar y se sobó el estómago–  ¡Ah! y pienso quedarme aquí todo el fin de semana.

– Que bueno que me consideras al momento de tomar las decisiones– dijo aparentando molestia pero realmente estaba feliz, quiza así podria dormir todas las noches.

Y en efecto, esos días descanso lo que no había podido los días anteriores, porque aunque durmiera algunas horas por las tardes, no se compara al descanso de las noches.

El domingo despertaron temprano, hicieron desayuno para todos aunque los papás de Alanna despertaban más tarde ese dia.

– Te he visto mucho mejor estos ultimos dias, asi que creo es momento de que te confiese algo– dijo Lindy de forma sorpresiva

Alanna dejo de comer y la miró desconcertada

– Yo tengo tu celular, no había querido dartelo porque ibas a leer cosas que no sabía si estabas preparada para discutir–  dijo la chica mientras movía nerviosamente las manos.

– No sé que decir, prefiero que continues y me digas todo de una vez, ya me canse de que la gente esté ocultando cosas – aunque se sintió mal de inmediato porque sabía que ella también ocultaba algunas.

– La noche antes de que todo pasara, te mande un mensaje de que quería hablar contigo, no me contestaste y supuse que ya estabas dormida, asi que esperé hasta la mañana y seguía sin tener respuesta, me preocupe mucho que insistí demasiado,te llame y mande mas mensajes, porque lo que tenía que decirte era importante.–  suspiró– Entonces no quería entregarte tu celular y que vieras las mil llamadas y mensajes que te hice, porque querrías saber todo y yo… tenía miedo de decirlo y que te sintieras peor.

– Y ¿ya vas a decirme?–  contestó tajante, muchas cosas pasaban por su cabeza, estaba empezando a sentir náuseas

– Cuando te mande el mensaje era para decirte que había hablado con Olivia– bajó la vista– Fue en una reunión familiar, no pude zafarme de ella–  miró a su amiga esperando ver en ella comprensión, pero no fue así– Lo primero que me dijo es que entendía lo que había hecho y aceptaba las consecuencias, pero que le diera la oportunidad de escuchar lo que tenía que decir porque era importante.

Alanna estaba evidentemente molesta,casi no parpadeaba y tampoco emitía ningún sonido, solo está allí, sentada, esperando respuestas.

– Me dijo que Bruno, el día que tú descubriste todo, le dijo a ella que se largara, que ya había cumplido con su trabajo, que era ayudarlo a llegar a lo que se había propuesto, que era joderte la vida y hacerte miserable, que después de esto, ya no podrias estar con otro hombre, y él con eso se conformaba, porque si él no te había tenido nadie iba a hacerlo–  hizo una pausa esperando a que su amiga dijera algo pero no lo hizo así que continuó– Al principio obviamente no le creí, pero ella fue muy inteligente y días después volvió a hablarle, insultandolo y provocandolo, para que confesara todo,  como es un idiota que solo responde a impulsos, no tiene control, cayó directo en la trampa...entonces lo que yo te mande eran las capturas de pantalla donde él aceptaba todo.

Alanna no podía decir que le sorprendiera, porque para ese punto ya no sabía ni qué pensar de ese hombre, había hecho cosas inimaginables.

– No puedo decir que me siento mal por ella– dijo Alanna de forma indiferente

– Yo no te lo digo para que la perdones, porque yo en tu lugar no podría hacerlo, de hecho, ella es consciente que lo que hizo no tiene arreglo, pero dijo que no podía dejar que él ganara y te prives de tener otro amor.

Alanna se tomó unos minutos para pensar.

– Creo que la perdono, pero no la quiero en mi vida, no podría volver a confiar en ella, pero tengo que aceptar que de alguna forma, lo que hizo... terminó por salvarme, me ayudó a quitármelo de encima, aunque esa no era su intención obviamente– dijo con evidente desprecio–  pero quizá ese era el único papel que ella tenía en mi vida.

Su amiga se levantó de su lugar y la abrazo, Alanna tardó algunos segundos pero luego le correspondió.

– No quiero que vuelvas a esconderme nada, por favor– le dijo y su amiga asintió, se separó de ella y luego le pidió que le entregara su celular.

Al ver las fotos de las conversaciones y leerlas, se sintió muy mal por Olivia, él la trató con tan poco respeto y la ofendió de mil maneras, eso la entristeció un poco, termino de leerlas y decidió borrarlas todas.

– A propósito ¿Cómo terminaste tú con mi celular?

– Me lo entrego tu superman, cuando lo vi en el hospital… la verdad sigo sin entender porque lo tenía él–  dijo con mueca de duda para después lanzar una mirada de sospecha a su amiga.

Alanna solo sonrió y se levantó de la silla para ir a su cuarto.

– ¡Hey! ¡maldita, ven para acá! ¡EXPLICAME!–  gritaba entre risas

Alanna le contó todo lo que había pasado ese dia con Emir y también por primera vez le explicó con mucho detalle, todo lo que Bruno le dijo/hizo ese dia, al final se sintió más ligera.

– Amiga de verdad te admiro mucho y gracias por contarme esto, prometo jamás volver a presionarte para que dejes entrar a personas a tu vida–  la abrazo y después  agregó – ¿Has pensado en ir a terapia?

– Mis papás ya discutieron eso conmigo, pero la verdad es que no quiero, les prometí decirles si llegaba el punto en que ya no podía más, buscaría ayuda profesional.

– Bueno, espero que lo cumplas, porque todo esto que pasó, no es fácil de asimilar o eso creo, ¡ah! y por cierto me alegra todo lo que ha pasado con tu superman… pero quiza deberias ir más lento.

Alanna solo asintió, porque era algo que ya había considerado, no dejar que Emir se viera envuelto en su desastre, que cuando estuviera mejor emocionalmente entonces ella lo buscaría, pero lo que había pasado hoy había entorpecido todo, ahora no quería estar lejos de él.

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