Eventualmente

Aprender A Lidiar Con Los Problemas

Evito mirar a Emir en lo que duró la clase, inmediatamente cuando sonó el timbre, se levantó de su lugar y salió tras el maestro.

-¡Profesor Landeros!, quiero hablar un momento con usted -no había pensado muy bien que diría pero estaba decidida a evitar compartir tiempo con Emir.

-Dígame señorita, pero sea breve porque tengo prisa.

-Quería pedirle por favor, si podria cambiar a mi compañero de equipo, lo que pasa es...- No fue capaz de terminar por que fue interrumpida.

-No señorita, no importa cuál sea el caso, no voy a hacer ningún cambio, no vale la pena que se desgaste en volver a pedirlo, debe aprender a lidiar con las situaciones que pueda considerar problemáticas y ya me tengo que ir por que tengo otra clase- le dijo de forma tajante y se marchó.

Había pensado en no entrar a la siguiente clase para poder tranquilizarse, pero se encontró con la maestra en el pasillo y la hizo entrar al salón.

Cuando entró no pudo evitar ver a lo lejos en los últimos asientos a Emir, con una estúpida sonrisa, era evidente que sabía la razón por la que ella había salido y por la cara de ella, también pudo adivinar que no había tenido un buen resultado.

Durante las siguientes clases no fue capaz de prestar atención, solo podía pensar en el tiempo que iba a tener que compartir con él, sentía miedo de estar a solas con él.

Al terminar las clases Emir fue de los primeros en salir, a pesar de que se sentaba atrás, siempre se las arreglaba para pasar antes que todos.

Eso hizo que Alanna se sintiera más tranquila, por lo menos hoy no quería lidiar con él, seria mañana cuando tendría que hablar con él.

De camino a su casa cuando iba cruzando el parque, se percató que una persona caminaba justo tras ella, volteó con una sonrisa pensando que era Bruno, pero era Emir

-Imagino perfecto quien creías que era, lamento decepcionarte, solo quería decirte que cuando quieras hablar para ponernos de acuerdo sobre nuestro proyecto, me llames - estiró la mano para darle un papel con su número escrito y se marchó.

Alanna aún seguía sorprendida, quedó congelada, reaccionó unos segundos después, guardó el papel y se dirigió a su casa.

La actitud relajada que él había mostrado, no concordaba con la ocasión anterior, eso la tenía confundida.

Habló con Lindy para darle la noticia, al igual que ella la primera reacción fue decir: ¡Puta madre!

Acordaron que la mejor opción era que trabajarán en un lugar público, no era buena idea estar a solas con él y mucho menos dejarlo entrar a su casa.

Hizo algunas tareas que tenía pendientes y después decidió escribirle.

A: Si te parece bien, este fin de semana podríamos juntarnos en la cafetería "La morena", para comenzar a planear el proyecto.

E: En esa cafetería siempre hay mucho ruido, ¿no creés sería mejor opción en una de nuestras casas?

A: La verdad no lo creo, además esta ocasión solo haremos la planeación, no tendría porqué llevarnos tanto tiempo.

No estaba dispuesta a ceder, por lo menos las primeras ocasiones se verían en lugares públicos para intentar descifrarlo.

E: Bueno como quieras, solo espero recuerdes fue idea tuya, hacerlo así.

A: No lo olvidaré, te veo el sábado.

E: Tecnicamente te veo mañana, pero solo dejaremos de ignorarnos hasta el sábado.