Todo Se Repite

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Pasaron los meses y su relación iba creciendo cada día más, pero habían acordado no demostrarlo en la escuela, de hecho prefirieron que él formará equipo con sus amigos, para darse un poco de espacio.

Algunos fines de semana los pasaba en casa de él y otros intentaban salir a restaurantes, parques, museos, prácticamente a cualquier lugar, no importaba donde estuvieran porque siempre la pasaban bien.

Lo único que Emir le había pedido era que intentara relacionarse lo menos posible con sus hermanas, porque no quería que por lo menos Claudia lo resintiera si algo no funcionaba entre ellos. Al principio Alanna se había molestado, pero terminó por comprender la razón.

A pesar de que estaban llevando su relación muy bien, no volvieron a dormir juntos, porque Emir una ocasión, cuando se había hecho tarde  y ella le ofreció quedarse, le dijo:

– En el punto en el que estamos ahorita, si duermo contigo, creo que ya no podremos ir tan lento como lo hemos estado haciendo.–  con sonrisa traviesa.

Ella pensaba lo mismo, su cuerpo había estado pidiendo con más frecuencia sentir a Emir cerca, así que sabía que ninguno sería capaz de controlarse.

Mera vivió únicamente un mes con Alanna y luego volvió a su casa, pero acostumbraba a pasar algunas tardes con ella, ya que ambas se habían acostumbrado a estar juntas. Además había fines de semana que Lindy viajaba para hacerles compañia y salir o pasarla todo el dia en la alberca, pero solo ellas tres.

Cuando estaba sola, ya no sentía miedo, los momentos de descontrol habían desaparecido, únicamente volvían cuando algo no le salía como quería en cuestiones académicas, pero esos ataques no eran tan fuertes, solamente lloraba por estrés y regularmente se peleaba con Emir, porque él se molestaba cuando ella se desvelaba o dejaba de comer, por dedicarle más tiempo de lo debido a un trabajo, ella casi siempre terminaba pero no estaba conforme entonces se la pasaba puliendo y puliendo sus trabajos.

Estaban a una semana del cumpleaños de Alanna lo que significaba que ya estaban con trabajos finales, esta ocasión los trabajos eran más complicados y requirieron que invirtieran más tiempo, así que no tuvieron oportunidad de festejar a lo grande, solamente tuvo una cena con Emir.

Él le regaló un collar, de cadena muy delgada, el dije era de un árbol, las hojas eran pequeños diamantes de color turquesa, ella quedó fascinada y lo besó con mucha pasión, que fue muy difícil para los dos lograr frenar, pero después de unos minutos lo hicieron, a pesar de que ninguno quería hacerlo.

El viernes cuando terminaron el semestre, Lindy viajó de inmediato a casa de Alanna, pasaron la noche en la alberca, ese día solo estuvieron ellas, porque creían que lo merecían.

La mañana siguiente Alanna despertó y le pareció extraño que Lindy no estuviera pero luego se percató que le había dejado una nota, en la puerta del baño.

– Que idiota –  dijo riendo Alanna–  sabe que lo primero que hago al despertar es ir al baño.

La nota decía:
Perrita… salí a comprarnos algo rico de desayunar, porque no pienso hacer nada, además es obvio que te falta surtir tu despensa.

Alanna se metió a bañar, no estaba segura que plan tenía hoy, porque Emir le había dicho que saldría con unos amigos, que en caso de que ella quisiera podría unirse y llevar a Lindy, era bienvenidas, pero ella no le dijo nada porque no estaba segura de querer ir.

Cuando iba saliendo de la ducha, escuchó que sonaba un celular, que no era el de ella, entendió que Lindy había olvidado el suyo, así que lo ignoró y continuó cambiándose, al salir vio el celular sobre el buró junto a la cama.

Al acercarse pudo ver que en la pantalla decía “Emir de A”

Fue como si todas las emociones que habían permanecido silenciadas, hoy gritaran dentro de ella, sintió un dolor inmenso en el pecho, dejó de respirar, para luego realizar un gran suspiro y dejarse caer en la cama, tomo el celular y canceló la llamada.

¿Por que mierda le habla?
¿Desde cuando tiene su número?
¿De que tendrían que hablar ellos?
¿Por que ninguno me dijo nada?
¿Nadie es completamente leal?

Eran las preguntas que se repetían en la cabeza de Alanna, sus oídos empezaron a retumbar, estaba comenzando a temblar y un mensaje que arruino todo, apareció en la pantalla

E: ¿Dónde estás ?, hay que vernos en otro lugar.

Todo se repite, nuevamente la gente me traiciona, soy demasiado estúpida por confiar, aparentemente no soy suficiente para nadie”

Su cuerpo se estremeció, lanzó un grito ahogado… y cayó en oscuridad, pero esta se sentía muy diferente a las demás.

[...]

– ¿Por qué me cancelaste la llamada? quería decirte que nos viéramos en otro lado, porque creo aquí no vamos a conseguir comprar las decoraciones que quieres para la fiesta de la reina gruñona– dijo el chico de los ojos grises.

– Yo no cancele tu llamada– dijo Lindy buscando su celular en la bolsa, su respiración se cortó, abrió los ojos tanto como pudo y miró con preocupación a Emir, que al verla borró la sonrisa amable que tenía– Emir… no traigo mi celular, creo que lo deje en...–  no terminó de decir lo último, porque él ya había corrido a su coche.

Llegaron prácticamente al mismo tiempo al edificio, pero como él era más rápido corriendo que ella, entonces Lindy le dio las llaves, para que pudiera entrar.

Al llegar, gritó desesperado por Alanna, pero no recibió ninguna respuesta, corrió a la recámara, después al baño y la escena que vio le rompió el alma, su novia estaba allí en el suelo, sobre un charco de sangre.

Emir no permitió que Lindy entrará, le pidió que llamara una ambulancia y se mantuviera fuera, después de 10 minutos llegaron los paramédicos y se llevaron a Alanna.

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