El Anónimo

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Era lunes por la mañana y seguía sin saber nada de Bruno, comenzaba a preocuparse, porque tampoco lo encontró cuando salió de su casa, pero decidió que en la tarde le llamaría, ahora tenía que irse rápido a la escuela.

En la puerta de la entrada al campus se encontró con Emir, que al verla fue evidente que aceleró un poco su paso, pero para su desgracia la gente entorpecio su camino.

Así que en un momento quedaron juntos, ella volteo con la intención de preguntarle qué día le parecía que podían verse para avanzar su trabajo, cuando al verlo se percató que cerca de su ojo, tenía un poco inflamado y morado, también tenía ligeramente abierto su labio inferior, evidentemente se había metido en una pelea.

No pudo evitar poner cara de sorpresa, se quedó congelada, no hablo, ni camino, por lo que él se adelantó y entró al salón.

“¿Por qué me sentí tan mal al verlo así?... creo que no está ligado a que sea necesariamente él, es probable que no me guste ver a nadie lastimado” - pensó intentando justificar la opresión que sintió en el pecho y la necesidad de acariciarle el rostro.

“Además no sé que me sorprende, es probable que mereciera ese golpe, seguramente ofendió a alguien”

Tenían una hora libre, asi que aprovecho para girar su banco y platicar con Mera, al girarse pudo ver al fondo a Emir y Marla, habían juntado sus asientos, ella le estaba acariciando el rostro y él tenía la mano sobre la pierna de ella.

“Creo que ya sé quién es la persona que soporta sus cambios de humor”

Intentaba concentrarse en lo que Mera le estaba contando, pero no podía dejar de ver en la dirección que estaba Emir, realmente estaba intrigada.

¿Desde cuando son pareja?, ¿por qué jamás me había dado cuenta?

–Lo siento, pero te tengo que interrumpir, ¿tú sabías de eso? – le dijo a Mera, apuntando con la mirada en dirección a Emir.

– No lo sabía, pero sospechaba que pasaría pronto, se conocen desde hace algunos años, ambos estuvieron conmigo en la preparatoria, me sorprende que se hayan tardado tanto, creo que son tal para cual.

– Bueno eso si no lo discutiré, creo que tienen mucho en común, solo me sorprendió que jamás los había visto ser cariñosos en el salón.

– Como te mencione la ocasión pasada, no conozco demasiado a Emir, pero si algo tengo muy claro, es muy discreto con su vida personal.

Alanna jamás había ligado la palabra discrecion con Emir, le parece nada probable que su amiga estuviera en lo correcto, pero no se atrevía a contradecirla, porque tampoco tenía argumentos sólidos para hacerlo, así que mejor decidió cambiar de tema.

Lo primero que hizo al llegar al edificio fue tocar a la puerta de Bruno, esperaba que le abriera pero no fue así, ahora si comenzó a preocuparse, así que le mandó un mensaje.

A: Oye, ¿todo esta bien?, me preocupa el no haberte visto en estos días.

B: Lamento que te hayas preocupado, tuve que tomar unos días para pensar, ahorita estoy en mi casa en Cantri.

A: Pero ¿todo está bien?, ¿te pasó algo? ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?

B: La verdad es que sí podrias ayudarme... dándome un poco de tiempo para asimilar la situación

Alanna leyó el mensaje, no supo cómo reaccionar ni cómo interpretarlo, ¿era ella el problema? o simplemente no quería tocar el tema con nadie, no tuvo que esperar mucho tiempo para obtener la respuesta.

El siguiente mensaje que le llegó iba acompañado de una imagen, pero antes de ver la imagen leyó el mensaje

B: Creo que el sábado tu trabajo estaba muy interesante, me desconcertó demasiado ver eso, creo que entenderás que cuando me enviaron eso (y no sé quién lo hizo, porque era un número desconocido), lo único que pude hacer era alejarme un tiempo, para tranquilizarme, yo sé que no tenemos nada formal, pero realmente pensaba que estábamos en camino de tenerlo.

Aún estaba tratando de asimilar lo que acababa de leer, cuando vio la foto, terminó por entender todo.

En la imagen estaban ella y Emir caminando por el parque.

No podía creer que alguien haya mandado esa foto.

¿Con qué intención?, la foto estaba tomada de frente, ¿cómo es posible que no me di cuenta?”.

No sabia que decirle, obviamente la imagen si podía confundir a cualquiera, lo unico que podia hacer era explicarle y darle un tiempo para que pensara.

A: Lo único que puedo hacer es explicarte, ya dependera de ti si confías en mí.
Realmente tuve que trabajar con él, la foto es del momento en que me acompañó al edificio, pero jamas entro, de hecho solo fue hasta el final del parque.
No es alguien con quien tenga amistad, en realidad, tuve un conflicto con él al inicio del semestre, actuó un poco grosero, así que me dio miedo invitarlo a mi casa o estar sola con él, por eso nos vimos en la cafetería.
Mientras trabajamos, se portó educado y al final se ofreció a acompañarme, ya era noche, estaba oscuro y había algunas avenidas/calles no muy concurridas que debía cruzar, así que acepte.
Esa es la verdad, no tengo nada más que explicar, ojala que podamos arreglar esta confusión.

Cuando terminó de escribir, no fue capaz de controlar el llanto, se sentía apagada, su cuerpo le pesaba, no era capaz de ponerse de pie.

“¿El amor es así de fragil? ¿ Por que asumió que yo sería capaz de hacer algo tan bajo como jugar con él?” - no podía dejar de pensar.

De forma casi inmediata, las emociones que la invadían cambiaron, ahora sentía su respiración agitada, su estómago se revolvió, creía que estaba apunto de vomitar, pero solo era coraje, ocasionado por pensar que quizá quién estaba detrás de todo eso había sido EMIR.

“Es obvio que él no tomó la fotografía, pero fueron muchas personas que nos vieron ese día, además es extraño que alguien estuviera justo en ese lugar, él debió de avisales. También es evidente que tiene algún problema con Bruno, así que esta fue su oportunidad para lastimarlo” .

Se sentía tan triste y no quería hablar de ello, decidió que no era momento para hablar con Lindy, ella misma tendría que darle solución a esto, ya no podía depender de que su amiga siempre la salvara.

Lleno la bañera, se metió en ella por casi una hora, en ese tiempo no fue capaz de frenar los pensamientos negativos que la acosaban, respecto a que todo hubiera sido más fácil si desde el principio le hubiera contado a Bruno del problema con Emir, que nada le salía bien, aun cuando pensaba que hacía lo correcto siempre salía perjudicada.

Salió de la bañera, justo cuando se dirigía al botiquín, escuchó que le llegaba un mensaje, decidió ir a revisar primero, era un mensaje de Bruno

B: Te creo, pero aún así tenemos que hablar, llegaré el miércoles, ¿te parece si cenamos?

Ese mensaje evitó que Alanna volviera a fallarse, le dio la tranquilidad que necesitaba.

A: Estoy de acuerdo con ambas cosas

Ahora tenía un poco de esperanza que las cosas con Bruno podían solucionarse, pero aún tenía que pensar qué hacer con Emir, no podía dejar las cosas así, por lo pronto decidió que mañana no iría a la escuela, no quería verlo porque le sería muy difícil controlarse.

Eventualmente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora