Momento De Confrontar

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Despertó tarde, hizo algunas tareas pendientes y después solamente pensaba ver la televisión, cuando le llegó un mensaje...

E: Necesitamos definir cuándo vamos a vernos para trabajar y te das el lujo de faltar hoy

Al leerlo, Alanna no pudo evitar sentirse molesta, ¿cómo era capaz de seguir hablándole?, ¿no tenía ni un poco de remordimiento por la cosas que hizo?, decidió que ya no podía dejar pasar las cosas y hoy solucionaría todo.

A: Podríamos trabajar hoy en mi departamento ¿puedes a las 6?

Esta vez, a pesar del miedo, quería verlo en un lugar donde pudieran discutir sin ser observados, además para entrar tenía que reportarse, si algo le pasaba a ella, la gente podría culparlo, aunque pensar en eso le parecía que era muy exagerado, pero no estaba de mas considerarlo.

E: ¡Vaya! eso no lo esperaba, pero sí puedo,te veo a las 6

Solo faltaban unas horas para eso, no estaba lista aún, no sabía cuál era la mejor forma de confrontarlo, esperaba que en el momento las palabras surgieran.

Justo a las 6, le llamaron de recepción para que confirmara que estaba esperando visita.

Sus manos temblaban, pensó que se iba a desmayar porque estaba empezando a sentirse asfixiada, ya se estaba arrepintiendo de haber hecho las cosas así, no se sentía capaz de afrontar esta situación, cuando escuchó tocaban la puerta, todo se congelo, no existían sonidos extra, no era capaz de moverse, después de unos segundos avanzó, pero se sentía como un zombie, abrió la puerta y su enojo se desbordó.

Lo dejó entrar sin siquiera hablarle, él entró, pero no avanzó mucho porque estaba esperando que ella lo guiara.

Ya estando en la sala él fue el primero en hablar

– Creo que lo ideal es que terminemos con la historia para así poder definir todo lo demás, lo bueno es que casi esta lista, lo único que debemos hacer es pulir un poco. ¿tú que opinas?

Ella sabía que no iba a poder aguantar más tiempo así que tenía que hablar ya e ir directo al punto.

“En las discusiones, la sutileza e indirectas no son una opción porque solo empeoran todo” pensó justo antes de hablar.

– Lo que yo opino es que debes de dejar de fingir amabilidad y decirme de qué se trata este juego tuyo, los juegos son más divertidos si todos conocen las reglas – dijo tajante.

Él se tomó unos segundos para contestar, se notaba que estaba muy confundido con la situación, sus cejas estaban fruncidas y su mirada mostraba un desconcierto total.

– Me encantaría que me explicaras de qué rayos estás hablando, porque evidentemente esto no tiene nada que ver con nuestro trabajo.

Alanna cerró los ojos, apretó los labios, respiró profundo, se levantó de su lugar para ir por su celular, comenzó a buscar la foto y se paró justo frente a él (solo los separaba una pequeña mesa), estiró el brazo y le mostró la foto.

– Me podrias decir... ¿con qué intención llegó esta foto a manos de Bruno? y no creo que tenga que explicarte de quien hablo, porque sé que lo conoces – comenzó a levantar la voz y su respiración era muy agitada.

Él se acercó para ver la foto, no se paró de su lugar, después de verla se recargo y cruzó los brazos.

– ¿Cómo se supone que yo voy a saber eso? – su voz denotaba molestia pero no estaba levantando la voz – Además, es imposible que yo tomara esa foto y que se la mandara, porque ni tengo su numero.

– Sé que tú no la tomaste, eso es evidente, pero conoces a tanta gente, es seguro que se lo pediste a alguien.

– Parece que ya tienes toda tu mágica historia, entonces para qué me preguntas cosas si no estás dispuesta a escucharme– bajo la cabeza, en su cuello se podía apreciar la tensión, espero un momento para ver si ella hablaba pero no lo hizo, así que continuó – Dime ¿cuando lo hice? ¿me viste en algún momento con mi celular? o ¿sugieres que tengo poderes especiales y me comunicó mentalmente con las personas? y si lo hubiera planeado, entonces también debería de tener el poder de ver el futuro, para saber justo cuando nos iríamos y que si aceptarías que te acompañara.

Alanna no sabía qué contestar, porque ahora que lo pensaba, él nunca usó su celular mientras estaba con ella y la laptop que tenía siempre la tuvo con la pantalla visible.

–Es lo que realmente no entiendo, por eso te pido que me expliques, porque no encuentro logica a esto, ¿quién mas podria mandarle la foto a Bruno?.

–No te puedo explicar algo de lo que no tengo ni puta idea – se levantó de su lugar y se acercó a ella.

Alanna sintió mucho miedo, no sabia de que era capaz, estaba vulnerable, su corazón parecía que se iba salir de su pecho, su primera reacción fue dar un paso para atrás.

– ¿Por qué hiciste eso? ¿Realmente crees que sería capaz de lastimarte? – había dolor en su voz, bajó la cabeza y se alejó de ella – solamente quería que tomaras mi celular y revisaras todo lo que quieras, no tengo nada que esconder, yo no planee nada y no tengo ni la mas minima intencion de joderte la vida, quizá al principio puedo entender que te di esa impresión, pero eso no fue por ti, fue por él, de hecho hoy es un buen momento para disculparme por cómo te hable ese día.– pasó saliva, levantó la cabeza y la miró directo a los ojos – Perdón.

Ella ya no fue capaz de contenerse, cayó sobre sus rodillas puso sus manos en la cara y comenzó a llorar.

El miró la escena muy desconcertado, no sabía qué era lo que debía hacer, se acercó solo un poco, para que ella no se sintiera incómoda.

– Créeme de verdad, yo tampoco tengo idea de quién hizo eso, pero creo que no es un gran motivo para que lo que sea que exista entre ustedes se acabe, si yo recibiera algo así sobre Marla, es probable que estaría confundido al principio, pero hablar con ella me tranquilizaría y para nada estaría molesto con ella, creo la otra persona es el problema.

– Pero ustedes tienen una relación estable y formal, nosotros todavía no – dijo Alanna sin levantar la vista, estaba muy apenada que no quería verlo a los ojos.

–Pero el estatus de la relación no tiene nada que ver con el amor o cariño que se tiene por la otra persona, así que... creo que podrán arreglarlo y si él no es capaz de entender que nada de esto es tú culpa, entonces con más razón reafirmo que es un idiota.

Alanna volteo a verlo, a pesar de que no estaba tan cerca y la luz natural había disminuido, podía ver el gran golpe que tenía , se veía menos inflamado, pero aún asi le cerraba un poco el ojo, justo ahora sus ojos se veían un poco verdes, no grises como ella los recordaba, él también la estaba viendo directo a la cara así que aprovecho para hablar.

– Agradezco mucho tus palabras, no estoy segura de merecer que me trates con tanta paciencia y tranquilidad, cuando es obvio que yo no lo hice asi contigo, me disculpo por acusarte, pero de verdad las cosas apuntaban un poco en tu dirección.

– No me malinterpretes, realmente no te culpo por acusarme de eso, creo que era lógico que lo pensaras, pero nunca creas por completo la historia que tu misma te inventas, casi siempre es una trampa y le faltan piezas – le dijo y por primera vez en la noche le dedico una sonrisa.

– Jamás pensé decir esto pero...– hizo una pausa, se levantó y continuó – creo que tienes mucha razón, ¡Vaya! que raro que seas alguien sabio – bromeo y sonrió ligeramente, mientras se limpiaba el rostro

-¡Oyeee!, bueno espera... no estoy muy seguro si eso deberia molestarme o hacerme sentir bien.

Los dos comenzaron a reír, era evidente que necesitaban dejar de lado la tensión que había llenado todo el lugar.

– Bueno, creo que por hoy... lo ideal es que me vaya, no es momento para trabajar, supongo que necesitas pensar algunas cosas o hablar con alguien de confianza, espero que la próxima que nos juntemos podamos convivir en paz.

Ella no quería que se fuera, no quería estar sola, pero sabía que no era lo mejor, que fuera justo él quien le hiciera compañía, así que accedió y lo acompaño a la puerta.

Eventualmente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora