Era viernes por la mañana, cuando sus papás se fueron a trabajar, salió para comer el desayuno que siempre le dejaban en la cocina ( esperaba que se fueran porque fingía que dormía para evitar preocuparlos). se metió a bañar, vio una película para matar el tiempo mientras llegaba Lindy.
Comenzó a sentir mucha hambre y como Alanna le había pedido a su papás que les dieran vacaciones a los empleados, al menos el tiempo que ella estaria alli, porque no quería que la vieran, le daba mucha pena, entonces tenía que arreglárselas para hacerse comida.
Fue a la cocina para preparar dos sandwich (era lo más fácil para hacer) estaba segura que no faltaba mucho para que llegara su amiga y si la encontraba comiendo le haría un berrinche por no haberle preparado nada.
Termino de hacerlos y cuando comenzó a guardar todo, sonó el timbre, la mayonesa cayó de las manos de Alanna, sus oídos retumbaron, le estaba faltando la respiración, su corazón se iba salir del pecho, se recargo en la barra central, pasó saliva, cerró los ojos.
"Si alguien viniera a matarte no creo que estuviera tocando el timbre” .
Se acercó para ver por la mirilla de la puerta, estaba segura que había dejado de respirar cuando vio al chico de pelo rojo y ojos grises parado esperando a que ella decidiera abrir.
Abrió la puerta, él al verla bajó el rostro y resopló.
– Mierda– murmuró– es por eso que no quería verte.
– ¿Por qué?– replicó desconcertada
– ¿Cómo que por que Alanna? mirate – su voz se cortó
– Oye no seas grosero, solo es mi pijama– dijo en su intento fallido de aligerar el ambiente
"Mierda ¡Estoy en pijama!” .
Él la miró completamente furioso, pero después de unos segundos cambió drásticamente, sus ojos no brillaban como lo hacían antes, denotaban una profunda tristeza, Alanna entendió perfecto lo que estaba pasando.
– Pero estoy bien, gracias a ti, o sea… esto pudo ser mucho peor– le dijo mientras le tomaba la mano y lo guiaba a la estancia.
– Tenía que haberte alejado de él, desde el principio… debí ser honesto contigo– suspiró– la primera vez que me acerque a ti, la verdad estaba furioso, porque él seguía haciendo su vida con normalidad después del daño que le hizo a… mi prima Sandra, pensé lastimarlo a través de ti, pero con el tiempo comencé a observarte y no parecías alguien que lo mereciera, cuando finalmente pude sentarme a hablar contigo, me di cuenta que en definitiva, no lo merecias, así que, desde ese momento me preocupe tanto por cuidarte, deje que creyeras que él era bueno, porque pensé que estar con él... te haría feliz y al final, todo fue una mierda.– al decir lo último perdió las fuerzas, se sentó en el sofá, puso sus manos en el rostro y comenzó a llorar.
Alanna al escucharlo quedó impactada, no podía creer que él estuviera culpandose por eso, no le correspondía salvarla en aquel momento, ella tomo las decisiones que la llevaron a pasar por todo lo que tuvo que enfrentar.
Se sentó junto a él, después de unos segundos colocó su mano en la pierna de él.
– Emir, por favor mírame– le dijo con voz suave.
El chico tardó unos segundos en recobrar la compostura, limpio su rostro y volteo a verla.
– Nadie pudo prever que esto iba a pasar, ni yo que convivia casi diariamente con él, no quiero escuchar que vuelves a culparte por eso... me duele que lo hagas, porque entonces en qué punto quedo yo, fuí increíblemente estúpida al escogerlo a él, a pesar de que estaba muy confundida.
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Eventualmente
Teen FictionLa ansiedad es un trastorno difícil de sobrellevar, nos vuelve irracionales y es aún más complicado cuando la persona desconoce que la padece. Durante la historia seguiremos a Alanna, una adolescente que deberá aprender que las amistades no son par...