-MI BAILARINA-

CAPITULO 44

CAPITULO 44.
EMYLI

-Y tus padres? –Preguntó acercándose a mí

-E... e... ellos murieron –Le di la espalda y camine hacia el escritorio, tratando de retener mis lagrimas

-Dios, lo siento tanto Tn____

-Si bueno, todo se termina no, todos morimos no? –Estalle en llanto, él se acercó a mi rápidamente, me tomo de la cintura y me levanto para después sentarme en la orilla de sus escritorio y rodearme con sus brazos.

Cerré los ojos y comenzó a acariciar mi pequeña bailarina que colgaba de mi cuello.

-Tranquila, yo estoy para ti –Consoló, mientras hacía pequeñas caricias en mi espalda.

-Dejemos eso de lado, estoy bien –Tenía que ser fuerte, no podía mostrar debilidad, así que me separe, limpie mis lágrimas y fingí una sonrisa.

-Ahora, me contaras? –James se tensó y dio un paso atrás. Cerró los ojos con frustración y cuando los abrió chocaron con los míos, me miraba de una forma intensa, pero llena de miedo. Frunci el ceño.

-Está bien –Dijo después de un suspiro

-Yo em... no sé por dónde empezar

-Tal vez por el principio –Levante una de mis cejas buscando una sonrisa, pero él no cedió, siguió serio, muy serio

-Emily

-Emily? -Repetí, así que es por una chica

-Llego igual que tú, igual que todas, se hizo más cercana a mí, me utilizo, no le importo, quiso fama y lo logro, solo me quería para eso y yo la amaba, de verdad la amaba

-Así que por eso no te acercas a bailarinas – Negó por la cabeza

-No quiero volver a enamorarme

-Le temes al amor –Susurre sin mirarlo

-Creo que si –Levante la mirada, mi boca se secó, dios mío! Así que es por eso que me rechazaba

-Podría ayudarte con eso –Tome su corbata y lo jale hacia mí, sonreí cuando lo tenía cerca, muy cerca y lo bese. Anhelaba esos besos, era lo mejor que podía existir en el mundo, él se dejó llevar sin dudarlo, tomo mi cintura y el beso se convirtió en algo mas y más agresivo. Comencé a deshacer el nudo de su corbata con dificultad y para mi sorpresa el ayudo. Se separó un poco de mí y me miro a los ojos. Soltó mi cabello que tenía recogido en una coleta y jalando mi pelo hacia atrás comenzó a besar mi cuello, lentamente, de un lado hacia el otro. A través de mi clavícula.

Comencé a jugar con el cuello de su camisa, desabroché el primer botón, el segundo, el tercero, el cuarto, hasta desabrochar todos. Él se separó nuevamente de mí para poder deslizar su camisa a través de sus fuertes hombros. Se abalanzo nuevamente sobre mis labios y comenzó a subir mi camiseta.

Una ola de miedo me recorrió, tenía una severa cortada cerca de la cintura y él no podía enterarse. Me separe de él, me moví en el escritorio y como pude me puse de pie en el suelo

-Yo... yo... perdón, creo que –Comencé a acomodarme la blusa, mire su ropa con recelo en el suelo, maldita sea, porque no pude continuar!! Comencé a caminar hacia la puerta, pero él me detuvo

-Estas bien? –Me miro a los ojos, si con bien se refería a muerta de miedo, entonces estaba demasiado bien

-Sí, creo que... perdón –Me zafé de él y Salí corriendo