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Si de algo Kara estaba segura, era que los dos hombres frente a ella lucían radicalmente distintos, pero evidentemente eran muy cercanos

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Si de algo Kara estaba segura, era que los dos hombres frente a ella lucían radicalmente distintos, pero evidentemente eran muy cercanos. De hecho parecían ser muy buenos amigos por la forma en la que se estrechaban en un afectuoso abrazo.

—Lee sungho, pensé que no te volvería a ver amigo, ¿Cómo has estado?

La emoción del hombre de cabello rubio es notoria. Al contemplar la escena frente a ella, Kara dedujo que ambos amigos tenían mucho tiempo sin verse por la reacción del pelirrubio.

—He estado un poco alejado de todo, ya sabes...

Sin dar muchos detalles en su explicación, el hombre pareció haber entendido, sin embargo Kara se percató de inmediato de que algo había sucedido en la vida de Sungho que ella aún desconocía.

Tardaron unos segundos para que el chico se percatara de la presencia de Kara, quien permanecía en silencio con el ceño fruncido mirando el interior del restaurante con cierta curiosidad.

—Hombre, ¿Dónde han quedado tus modales? ¿No me presentarás a esta bella señorita?

Antes de que Sungho dijera una sola palabra, Kara se le adelanta, colocándose frente a él con timidez.

Socializar con la gente no se le daba bien.

—Soy Kara Miller, es un placer —se presentó haciendo una pequeña reverencia.

—Kim minho, el placer es mío.

Una amplia y juguetona sonrisa se forma en el rostro de Minho, quien no puede evitar mirar a Sungho con un poco de curiosidad.

—Ella es la persona de la que te hablé por teléfono Minho.

La expresión del chico pasó de curiosa a sorprendida de inmediato.

—Debes estar bromeando, pensé que querías que le diera el empleo a Junghyun.

Los ojos de Kara se abrieron con impacto al escuchar las palabras de pelirrubio.

¿Empleo? ¿¡Sungho le había conseguido empleo sin siquiera consultarle!?

—Créeme, Junghyun no duraría ni siquiera una semana en el puesto —dijo sereno, restándole importancia al hecho de que le había quitado el empleo al hermano, para dárselo a ella—. Además Kara es muy buena cocinera y habla un perfecto inglés, te será más eficiente.

Kara, quien aún se encontraba desconcertada, no dejó pasar desapercibido aquel cumplido. Lo miró inmediatamente con el ceño fruncido sin poder evitarlo. ¿Debía ella sentirse feliz por eso? ¿Porqué él no le consultó nada acerca de ese trabajo? ¿Quería sacarla de su vida así sin más?

Dos vidas: Un propósito (Novela cristiana) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora