Diecinueve

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Nuevo día. Admito que no pude conciliar el sueño hasta pasadas las cinco de la mañana y tenía que despertarme a las ocho para ir con la doctora Kang. Pedí una cita con ella para que me explicara más del tema y tratar de hacer lo posible para conseguir el aborto y a un precio menor. Lo que requería para ello era una cantidad que en mi vida podía costearme. Necesitaba acabar con esto ya.

Taehyung no salió de mi cabeza en toda la maldita noche. Todo lo que Soltó sin pensarlo en su estado de alcholico me tenía pasmada. Sentí pena por el, estaba estancado en su pasado y no podía ver adelante. No era mi problema ¿Para que ayudarlo cuando me trata como la mierda? Patán.

Mi cita con la doctora Kang era a las nueve pero me levante antes para poder bañarme y ponerme el uniforme del colegio y así aparentar que si fui. Estaba nerviosa, ansiosa y con nauseas. Todo esto es una mierda.

Salí de casa y tomé el autobús para llegar a la clínica. Este día en particular hacía demasiado frío así que procure abrigarme bien. El camino fue ameno, solo veía por la ventana y sentía mi corazón latir alterado mientras más cerca de la clínica estaba. Para mi suerte ya no había ningún estudiante de mi colegio en el autobús. Ya era tarde así que todos estaban en la escuela. Solo gente desconocida para mi abordaban y no tenía problema, nadie sabía quién era.

Me baje rápidamente sintiendo el clima aún más frío combinado con el viento revolviendo mis cabellos lacios. Joder no me peine y ahora me veo seguramente peor.

Entre con el corazón en mano saludando de buenos días a la misma señorita de la otra vez en recepción. Pareció reconocerme y me sonrió cálidamente.

—E-estoy buscando a la doctora Kang ¿Se encuentra?—Mi voz salió en un hilo, estaba echa un manojo de nervios.

Esta cita con la doctora definiría mi futuro.

—Claro, permítame un momento.—Volvió a sonreírme y yo lo hice de vuelta o bueno algo más parecido a una mueca tratando de asemejarse a una sonrisa.

Hablo un momento por teléfono y me indicó que pasara al final de pasillo, a la derecha y luego a la izquierda, me guiaría con su apellido en un letrero en la puerta, no había pierde.

Camine lo más lento posible imaginándome mil escenarios en los que las cosas saldrían mal. Se positiva me repetía a mi misma mientras más me acercaba.

Toque la puerta después de estar parada unos cinco minutos frente a esta. Recibí un pase y me adentré a la habitación.

Una mujer con sonrisa dulce y aspecto impecable me recibió. Hice una corta reverencia saludando y me indicó que me sentara.

—¿La chica de la cita, no?—Asentí y escribió unas cosas en unos papeles.—Si, lo recuerdo, vienes por información acerca del aborto.—Asentí de nuevo congelada para formular palabras.

La mujer se percató de mi aspecto aniñado y mi uniforme. Hizo una mueca casi invisible para mi pero logré captarla, no de desprecio o algo parecido más bien compasión y algo más.

—He venido aquí porque necesito su ayuda—Me atreví a romper el silencio y me observo atenta. Jugueteé con mis manos y continué.—Como verá necesito practicarme un aborto lo antes posible.

—¿Cuantos meses tienes querida?—Inquirió curiosa. No se que emoción le despertaba mi persona pero me miraba como una madre tratando de ayudar a su pequeña hija.

—Dos.

Asintió y anotó en su libreta.

—Ayer me dijo los costos y quiero suplicarle que haga esto por mi.... se lo pido, p-puedo pagarle a plazos, o como usted guste, pero necesito practicarme ese aborto antes de cumplir los tres meses....

Scenery ; KTH|JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora