Esta semana había estado demasiado rara. La pelirroja y sus amigas se secreteaban cada que me veían pasar. Las mande a la mierda, en verdad me valía lo que podrían estar diciendo de mi, pero eso no quitaba que me incomodaba como me miraban tan despectivas.
Si era esa chica que se besó con Taehyung hace tiempo, toda una pesada.
Susurraban y se reían, solo rodaba los ojos y las pasaba de largo.
Los suéteres grandes se volvieron mis mejores amigos para ocultar mi pequeño abdomen deforme. Ya que decidí quedarme con el bebé las cosas cambiarían mucho, entre ellas mi figura delgada.
Tarde en aceptarlo puesto que no quería cambiar. Odiaba los cambios y mas si eran en mi persona, conforme el peso, alimentación y diferentes hábitos que necesitaría comenzar a hacer para el bienestar del bebé.
JungKook era una masita. Lleno de amor y dulzura. Me trataba como una pequeña niña mimada por más que le dijera que no hiciera eso. Pego en el refrigerador la ecografía que me dieron por primera vez.
La madre de JungKook era un amor de persona. Era muy dulce y buena conmigo, como toda una madre. Le gustaba dejar en ridículo a su hijo frente a mi. Era adorable esa mujer.
El señor Jeon era mucho más serio pero se le notaba feliz por tener un nieto. Sin contar que la mayoría del tiempo nos daba lecciones sobre cómo nuestras vidas de adolescentes normales cambiarían completamente y esas cosas.
Me aterraba, mucho a decir verdad. No se como ser madre, y no lo digo porque sea inexperta si no como viviré así. Acostumbrarme a ver por otra personita y ponerla ante todo primero.
No sería más yo, sería una chica con un hijo. Una madre con responsabilidades. Tendré que despertarme en las noches a cambiarle el pañal y mecerlo para que duerma. Darle de comer y ver por el en todo momento. Sentía pánico y terror.
No sabía si me acostumbraría a aquello. Me sentía sola a pesar de no estarlo. Me sentía atrapada.
Entre el salón de clases con un humor terrible. Para mi suerte era Viernes y tendría todo un fin de semana para descansar de lo agobiante que se estaba volviendo la escuela.
Me senté en mi sitio y con un bufido alejé unos cuantos cabellos de mi rostro. Ni siquiera me había molestado en peinarme.
Todo el salón empezó a murmurar cosas y reír. Me dio igual, seguro un chisme de alguien.
De pronto noté todas las miradas puestas en mi. Me giré a ver el salón y todos soltaron risitas y continuaron murmurando.
Era de mi, ¿Qué mierda estaban diciendo?
—¿Qué?
Me atreví a preguntar mirando desafiante a todos. Eran mierda de personas no me sorprendía su actitud. Todos se hicieron tontos mirando hacia otro lado. Nadie contestó nada así que me giré en mi asiento con cara de fastidiada.
La clase transcurrió normal pero aún sentía un par de miradas sobre mi, que conforme más pasaba tiempo, más incómoda me ponían.
¿Qué podrían estar diciendo de mi qué los tenía como todos unos chismosos?
Acabando la clase me levante harta de la gente y salí rumbo a mi casillero.
En el pasillo estaba esa idiota pelirroja con sus amigas. Al verme soltaron carcajadas en lo alto. Las pase de largo con odio y abrí mi taquilla rápidamente para aventar mis libros ahí.
—Que agresividad...—Su voz chillona sonó a mis espaldas y con fastidio me giré.
—¿Qué se te ofrece?—Hable entre dientes, era tan irritante.
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Scenery ; KTH|JJK
Fiksi PenggemarPensé que sería capaz de recuperarme,de superar lo nuestro,de empezar a caminar de nuevo,pero te volví a ver y todo quedó en la nada.