Doce

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—Estas en tu casa muñeca—Sonrió mostrándome su blanca dentadura.

Bufé y le quite importancia. Literalmente me había obligado a entrar a su auto para ir a su casa, según el tenía algo que contarme. Me
Negué y le valió un pepinillo porque de igual manera me trajo. Forcejee, de verdad que si al punto que parecía que iban a secuestrarme.

Todo era demasiado incómodo para mi. A él no parecía importarle que nos besáramos minutos atrás, parecía ¿relajado? Cuando yo estaba que vomitaba de los nervios.

Ambos empapamos el suelo de lo mojados que estábamos. Comenzaba a tener frío y su casa no ayudaba mucho. Mi gripa empeoraría demasiado, que dios me bendiga para no tener que ir al doctor.

—Sube, acompáñame—Me miro desde las escaleras y yo solo Asentí.

Subimos ambos las escaleras y caminamos por un pasillo dando en una habitación con puerta blanca. La casa era muy bonita, muchísimo más que la mía.

—Toma—Me tendió una toalla tomando una para el que sacó de un cajón.

No respondí, sonreí levemente como agradecimiento y comencé a secarme el cabello.

—Si no te importa.—Apenas mire Kim se estaba quitando la camisa del uniforme.

Joder no es momento. Que no es prudente coño. Esto me demostraba cuán estupida llegaba a ser. Dios, que estaba en su casa y en su habitación con el semi desnudo frente a mi.

—Ven, siéntante—Palmeó la cama a un lado de el. Negué quedándome en mi lugar.—Oh, tía que vengas hablaré contigo.—Murmuró molesto.

Me rendí y a regañadientes fui a sentarme a su lado. Su mano derecha se dirigió a mi mejilla y comenzó a acariciarla superficialmente. Cerré los ojos ante su fino tacto como la encadenada que era. Los abrí levemente topándome con su sonrisa perfecta.

—Nena.

Su dedo pulgar se pasó sobre mis labios. Se sentía tan bien como si estuviera en el mismísimo cielo.

—Tengo algo que proponerte—Su tacto en mi piel desapareció bajándome de trancazo de mi nube.

—Huh...

—Se que te gusto...—Comenzó. Mis mejillas se tiñeron de rojo al oír eso, desvíe mi mirada a cualquier lugar que no fuera el. La vergüenza se apoderó de mi con demasiada fuerza.

Comencé a tartamudeare pero el puso un dedo en mis labios para que guardara silencio. Me sonrió con ternura y pasó un mechón de mi húmedo cabello tras mi oreja.

¿Me sentía en las nubes? Claro que si, esto era como un sueño para mi. Si supiera cuánto fantaseé con este momento. Sin importancia para el pero todo para mi.

—Siempre te guste ¿no es así?—Enarco una Ceja mirándome juguetón.

Su mano se escabulló a mi muslo y me tensé cuando comenzó a trazar círculos en el.

—¿A dónde quieres llegar?—Cuestione removiéndome en mi lugar algo incomoda por su repentino silencio.

—Huh....

El silencio me estaba asfixiando, y comencé a marearme literalmente.

—Mi propuesta es...—Volvió a callarse Matándome de los nervios. Parecía gustarle mi momento de estrés porque río levemente sin dejar de mirarme.—Quiero tener sexo contigo, ya sabes, sin compromisos.... evita relacionar esto con tus sentimientos hacia mi. Eres atractiva y me pregunte ¿por qué no? No es necesario oír tu respuesta, ya la se ¿a qué si? Igual, yo te llamaré cuando te necesite.

La primera lágrima cayó por mis mejillas, ¿iba enserio? Lo comprobé con su sonrisa de autosuficiencia. Debería estar soñando. Mis ilusiones se fueron por un tubo mil metros bajo tierra. Los rumores decían que Taehyung ya no era el mismo desde Minha, y efectivamente era cierto....

—Oh vamos, no llores, es en buen plan.—me miró desinteresado y aburrido—Que te ves fea llorando, para.

Sorbí mi nariz observándolo con despecho, mi corazón estaba herido y una vez más caía en cuenta que el no era para mi, que el y yo jamás estaríamos juntos, que no estábamos destinados, que el no era un príncipe, mi príncipe. Me cree falsas ilusiones de su persona, lo idealice, lo veía como un héroe en mi vida... y todos los rumores eran ciertos... la muerte de Minha lo destrozo.

—¿Por qué, Huh? ¿Por qué yo?—Limpie mis lágrimas con brusquedad.

—Nada en especial, no te creas importante, si no eres tú, que sea alguien más. Pero se que aceptarás.

—¿Cómo estás tan seguro de que lo haré?—Inquirí tratando de recuperar mi dignidad o bueno lo que quedaba.

—Mírate, eres un cachorrito indefenso, buscas mi consuelo y mendigas por mi amor ¿no es así?—Escupió con sorna mirándome con pena fingida. Guarde silencio mordiendo mi labio inferior con fuerza.—Tomare eso como un si.

—Yo...

—No digas nada muñeca, se que vas a intentar verte digna negándote pero... escucha—Suspiro—Si aceptas... tendrás mi cariño, mi atención y mi persona ¿no es eso lo que siempre has querido? Solo di que si.

Asentí, me sentía derrotada, igual ya era bastante mierda, entonces que me hunda de verdad. Sonrió con chulería y me atrajo a su persona acariciado mi cabello. Al menos sentiría su falso querer hacia mi...

—¿Serás mi fiel cachorrita?—Busco mi mirada pero se la negué observando mis manos.

—Si....

Lo vi de reojo sonreír como triunfador y dejó un casto beso en mi frente.

—Eres linda, pero no tanto como Minha—Me sonrió con amargura y eso dio fin al trato que acepte.











Hola y perdón por no actualizar, se que muchas esperaban esto y lo siento.

Scenery ; KTH|JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora