Veintiuno

1.9K 219 196
                                        

"Por muy larga que sea la tormenta el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes"









El tiempo pasaba muy rápido. Cada vez me sentía mejor y más tranquila conmigo misma. Este fin de semana  sería mi cita con la doctora Kang. Admito sentirme nerviosa pero en mi mente solo estaba el "haces lo correcto" le daría fin a mi sufrimiento y tendría un nuevo comienzo. No volvería a cometer el mismo error, había aprendido la lección a las malas. Las vitaminas que me tomaba hicieron su trabajo. Era necesario que me pusiera sobre la ropa una sudadera tallas mucho más grandes para que mi vientre notorio no se marcara.

Jeon no volvió a molestarme en todo este tiempo. Ni siquiera me miraba, supongo que se rindió y estaba agradecida. No necesita más problemas sobre mis hombros. Estoy haciendo lo correcto... confía en mi.

Ni tu ni yo estábamos listos para algo así, tómalo como una segunda oportunidad.

Tu vida ni la mía se irán a la basura.

Desperté con un humor de perros. Patalee en la cama tirando las cobijas al suelo. Me levante odiando a la vida y entré al baño azotando la puerta acompañado de un gruñido de mi parte.

Me observe en el espejo. Era un jodido desastre. Mi cabello parecía nido de pájaros y mi rostro era apto para película de terror. Baje lo más que pude mi blusa del pijama. Mi vientre hacía que esta me quedara arriba del ombligo.

Me lave los dientes y me peine con los dedos. Estos días me sentía algo agobiada, culpable quizás.

Me senté en el borde de mi cama y suspiré. Con algo de inseguridad puse mi mano en mi vientre.

Lo siento...

En verdad lo siento y se que en esta y cualquier otra vida me arrepentiré.

Solo te pido que me entiendas.

Perdón bebé, mamá no puede con esto.

Quite cualquier rastro de lágrimas de mi rostro, estaba algo sentimental, de vez en cuando pasaba.

Me puse mi sudadera y salí con precaución de mi cuarto. Baje las escaleras descalza y con rapidez rumbo a la cocina.

Bebí jugo del envase y me senté en el sofá. Como de costumbre mi padre no estaba, no solo eso, era raro verlo en casa, mejor para mi supongo.

Era Viernes, hoy todo el colegio iría de excursión a un pequeño pueblo cercano. No iba a ir, perder mi tiempo así, jamás.

La televisión era demasiado vieja pero cumplía su función. Amaba ver caricaturas por la mañana.

—¿Sabes? Bob esponja es mi personaje favorito, es amarillo y lindo, me hace reír.—Negué, esto era estúpido.

En ocasiones me sentía muy sola y le contaba a mi bebé mi día o cosas que me gustaran. Era tonto pero me sentía bien haciéndolo. Supongo que siempre estar sola es así, el me hacía compañía.

—Joder, Hee, que idiota.—Me reprimí por hacer tal idiotez y platicar con mi bebé que ni siquiera creo que tenga oídos.

Comencé a sentir calor. Me deshice de mi sudadera para ventilarme. Necesitaba blusas más grandes, estas eran pequeñas y me hacen ver mucho más gorda.

Pasadas las 11:00 am me comenzó a dar sueño. El timbre sonó y con algo de flojera tallándome los ojos caminé a abrir.

Sus ojos marrones hicieron contacto con los míos. Se le veía cansado. Antes de que empezara a hablar intenté cerrarle la puerta en la cara pero su pie me lo impidió.

Mierda.

El sueño se me fue así como vino.

—Vete.

Sin mucha fuerza logró abrir la puerta lo suficiente para que nuestras miradas se encontraran.

—Déjame pasar... te lo pido.—Su voz sonaba rasposa y débil.

Mi mente decía que le cerrara la puerta en la cara pero mi corazón quería dejarlo pasar. Una batalla interna en segundos me hizo alejarme de la puerta y dejarlo ingresar.

—Hee...

—Se lo que vienes a decirme y sabes mi respuesta.—Le corte tratando de mantenerme en postura.

Se acercó a mi pero no lo mire, me mantuve cabizbaja, no podía mirarlo, si lo hacía me rompería.

Su mano en mi vientre me sobresaltó. Su tacto era cálido y se sentía bien. Una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo y una nueva sensación de necesidad a su calor comenzó.

—JungKook, por favor...—Suplique con aliento bajo.

Déjame ir.

Déjame hacerlo, no te interpongas.

Mi problema, mío.

Solo vete.

—Hee no voy a dejarte, este también es mi bebé, no estás sola princesa.—Alejo su mano de mi abdomen y sentí la necesidad de tomarla para volverla a su lugar. Su tacto en mi estómago se volvió frío y desapareció.

Tomó mi mentón y me hizo mirarlo. Mis ojos estaban cristalinos por la necesidad de llorar.

—No entiendes... yo no lo quiero, no quiero esto, ya lo decidí.—Me alejé unos pasos en busca de oxígeno.—Quiero mi vida normal de vuelta, quiero estar en la escuela, vivir mi vida, hacer cosas que una chica normal hace, no estar atada a un bebé.

—Saldremos de esto juntos, yo puedo conseguir un trabajo, tú no dejarás la escuela, yo te ayudaré, siempre me tendrás a mi, no te dejaré....—Soltó en su último aliento desesperado por la situación.

Negué repetidas veces sintiendo las lágrimas desbordar de mis ojos. Estaba desesperada de igual manera.

—Por favor vete, no hagas las cosas más difíciles Jeon, necesito acabar con esto, no interfieras.

Mis lágrimas hablaban por si solas cayendo cual cascada. Me miró con añoranza. Sus lágrimas empapaban sus lindas mejillas y se perdían por su cuello. Su nariz estaba color carmín junto con sus mejillas por llorar.Mi corazón se partió pero no hice nada al respecto.

—Podemos hacer esto juntos.—Tomo mis manos y las entrelazo con las suyas.—Esto también fue difícil de procesar Para mi, también tengo miedo, pero es mi bebé... mi hijo, y seré el mejor padre por el, renunciaré a todo por el....—Rompí en llanto como una pequeña niña. Me atrajo a su cuerpo y me abrazó con fuerza acariciando mi espalda y susurrándome que estaba conmigo.—No hagas algo de lo que te arrepentirás, tengámoslo, vivamos la vida, los tres, los tres podremos contra el mundo, yo los protegeré a ambos....

—No... yo...—No iba a ceder, no podía.

Estaba a nada, a nada de darle fin a todo, no puedes hacer esto conmigo Jeon, no puedes. No cambies mi perspectiva, no me des esperanza, no me des nada, déjame seguir sola.

—Es nuestro bebé ¿si? Ambos lo cuidaremos y aprenderemos con el, juntos, los dos.... el nos necesita y estoy dispuesto a hacer hasta lo imposible por su bien... es nuestro hijo, nuestro pequeño bebé....

—¿Qué mierda acabo de escuchar HeeSook?—Su voz adulta me sorprendió por completo y mi mundo se cayó por milésima vez.


















Otro capítulo.

Estupido Jungkook mis sentimientos🥺

No puedo con esto es tan KGNWLRKQLFKWJF

no saben como me siento y como disfrute escribir esto. Es tan aaaah🥺

Espero les guste.

Las amo mucho.

Comenten mucho, las leeré.

Scenery ; KTH|JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora