El calor dentro del auto era abrazador y reconfortante, su respiración pesada me traía tranquilidad pero no reparaba la grieta nueva que había en mi corazón. Que me haya rechazado de tal manera como si no fuera su tipo de chica me dolía, con un demonio que si me dolía.Estaba ebria más no era estupida, el sentimiento de rechazo y odio hacia mi misma por no ser lo suficiente invadían mi ser y mi mente. ¿Por qué no podía ser como las chicas que le gustaban? ¿Qué me faltaba? ¿Acaso era tan horrenda y miserable para no gustarle? Que va, lo que falta es que me suma en una total depresión sin salida.
Pasaron minutos, ninguno de los dos hablaba, el silencio reinaba el auto con nuestras respiraciones de fondo, no se que esperaba para arrancar pero yo sólo quería estar en casa y hundirme en mi cama hasta el amanecer.
—Al Diablo—No asimile Ni la mitad de las palabras que salieron de su boca cuando me tomaba por los hombros y con ayuda mía me encontraba ahorcajadas de sus piernas.
Mi mente estupida y lenta tardo siglos en descifrar que estaba sucediendo. Mierda estaba sobre sus piernas.
Estampó sus labios sobre los míos de una forma tosca que a mi perspectiva fue lo más excitante que me haya pasado en la jodida vida. Comenzamos a besarnos de una forma nada tranquila, tan malditamente caliente y sucia que mi morbosa mente no dejo pasar.
Accidentalmente debido a los movimientos que realizábamos al besarnos como animales, moví mis caderas creando fricción en nuestras zonas bajas. Un gruñido potente acompañado de un gemido inundó el auto. Me estremecí al escucharlo gemir sobre mis labios.
Repetí la acción esta vez a propósito y de una manera un tanto más brusca. La realidad es que no habían pasado ni dos minutos y yo me encontraba goteando.
Ninguno tenía ni las más mínimas ganas de mediar palabra. Kim aprovecho mi momento de despiste para atacar mi cuello como un depredador. Besando la zona con una lentitud abrumadora. Mi sistema reaccionaba de forma involuntaria a sus caricias, su agitada respiración chocaba violentamente con mi piel al mismo tiempo que se dedicaba a dejar marcas violáceas que en el momento me importó una coña.
Dirigí mis manos a su sedoso cabello jugando con el unos instantes para acercarlo con brusquedad a mi cuello en busca de más contacto.
Sentí su erección chocar con mi vientre con cualquier movimiento que realizara, ¿Estaba mal querer chuparsela hasta que el cansancio no pueda conmigo?
—Mierda—murmuró seguido de palabras sin sentido e inentendible para mis oídos.
Tomó mis caderas alzándome de sus piernas para desabrochar el botón de mis shorts, bajo la cremallera desesperado y con mi ayuda después de un determinado tiempo logré desaparecer los shorts por algún lado del auto. Fue difícil debido al reducido espacio pero al final los shorts no estaban a la vista.
Admiro mis bragas blanquecinas mientras relamía sus labios. Mirar su dura erección por sobre su pantalón era lo más candente.
Me devolvió a mi sitio principal-estar sentada en sus piernas-y volvió a atacar mis labios dando una leve mordida en mi labio inferior, sacando más de un gemido de mi garganta.
Nos separamos mirándonos a los ojos, sus labios estaban hinchados y por consecuente los míos igual.
Desabrochó sus pantalones sin romper el contacto visual conmigo, y hasta ahora me percaté del sabor metálico en mis labios, joder que me había sacado sangre con su mordida, y no es por nada pero fue algo que logro que me estremeciera cuando mañana estaría lamentándome por el morete.
Cuando recupere la conciencia de los viajes astrales que de pronto mi mente lograba realizar, sus pantalones estaban en el suelo del auto dejándome a la vista su miembro duro por sobre la fina tela de su bóxer rojo.
—¿Confías en mi?—Mi atención viajó a su mirada atenta y profunda, su semblante serio me decía que iba enserio y no toleraría una estupidez de mis labios ebrios.
—¿Huh?—Y me veía estupida pero mi mente no procesaba más de la primera palabra.
El calor se expandía por mi cuerpo de una forma violenta que me daba espasmos cada cierto tiempo.
Admiraba su fortaleza a la hora de estar ebrio. No era adivina pero de que estaba bebido lo estaba. Su mirada perdida por momentos, y su aliento a whiskey eran delatadores.
—¿Quieres esto tanto como yo?—Tomó mi rostro entre sus manos admirando mis facciones.
Sin poder mediar palabra como la tonta que soy asentí mordiendo mi labio inferior arrepintiéndome al instante por el dolor punzante de la anterior mordida.
Sin dejar de mirarme un solo segundo bajo sus bóxer y con ello un jadeo de satisfacción salió de sus labios.
No quería mirar hacia abajo pero mis ojos traicioneros lo hicieron logrando que un gemido pequeño saliera de mi boca con añoranza.
El pre-semen escurriendo de la punta y venas marcadas en su gran longitud, me derrumbaron por completo.
Sin perder el tiempo sus manos tibias tocaron mi cintura con el fin de deshacerse de mi ropa interior. Con mi ayuda estas quedaron fuera. Sintiéndome expuesta e insuficiente conmigo misma.
La mirada que me brindo me transmitió una confianza que me hacía sentir segura y querida.
—¿Estas lista?—Asentí a su pregunta un tanto insegura, notó mi acción y por consecuente acarició mi mejilla brindándome confianza.
Y sucedió.
Entre gemidos por parte de ambos logró entrar en mi de a poco. Un pequeño dolor punzante en mi parte baja hizo que formara una mueca. Me sonrió con ternura mientras entraba por completo. Y por mi inexperiencia esperamos a que mi interior se amoldara a su miembro.
Asentí cuando me sentí segura y comenzó todo.
Me penetraba con lentitud con miedo a que no me gustara o me sintiera incómoda.
A medida que el tiempo transcurría aumentaba los movimientos y la fuerza, llevándonos a ambos a un extasís.
—Joder...—Musitó por lo bajo acompañado de un gemido que me heló la sangre.
Su voz era más ronca de lo normal por la excitación y yo sentía mi orgasmo cada vez más cerca.
Me besó sin dejar de moverse, nuestros gemidos se interponían en nuestro beso.
Y por un momento me sentí querida, amada por así decirlo. Me besaba de una forma dulce, sin morbo o prisa, como si sintiera lo mismo que yo por el.
Los vidrios empañados delataban lo que posiblemente estaría pasando dentro del vehículo. Pero era de madrugada no pasaba gente por lo visto.
Y ambos llegamos. Soltamos un jadeo de satisfacción al mismo tiempo.
—Te amo Minha....
Y eso bastó para romperme por completo, para dejarme destruida y usada.

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Scenery ; KTH|JJK
FanfictionPensé que sería capaz de recuperarme,de superar lo nuestro,de empezar a caminar de nuevo,pero te volví a ver y todo quedó en la nada.