Sagitario abrió lentamente sus ojos pero los volvió a cerrar al instante por la luz que le lastimaba.
—¡Sagitario! Que suerte que despertaste. — Ice tenía una cara de preocupación, y no era para menos. En lo que ella ayudaba a la chica de pelo castaño los piratas se habían llevado a su otra compañera.
—Lo siento, no pude detenerlos, se la llevaron—Dijo la albina mientras pequeñas lágrimas de frustración corrían por su mejilla.
—No te preocupes, la encontraremos, después de todos son piratas, ¿Y en qué se transportan los piratas? —
—¿Barcos?—
—Exacto, ¿Y los barcos a donde van? Al muelle, y es ahí a donde iremos nosotras. —
—Sagitario, no es por alarmarte, pero nisiquiera sabemos donde estamos, ¿Como llegaremos al muelle?—
—Fácil, si que el polvo rojo que caía de la bolsa rota de Aileen—Dijo la chica señalando el suelo, donde se podía notar un pequeño polvo tal y cómo Sagitario había dicho.
—Pero, ¿C-cómo? No... No entiendo —Dijo Ice mirando el polvo extrañada.
—Aileen no se quería arriesgar a perder alguien más, por lo que nos atamos estas bolsitas a la cintura, de echo tu también tienes una.— Y dicho y echo ahí se encontraba el objeto.
Sagitario se puso de pie de repente y tomó la mano de Ice a la que le costó unos segundos reaccionar antes de seguir a su compañera fuera de la posada donde el sol saliente las recibió con una caricia tibia. Sin detenerse ni por un segundo ambas chicas avanzaron siguiendo la línea roja, que en ciertos momentos se difuminaba por los pasos de la gente o las corrientes de aire.
Al cabo de unos minutos llegaron al muelle justo a tiempo para ver a uno de los piratas de la noche anterior subir a un navío. Ambas chicas subieron al mismo barco en silencio y con cuidado de no captar la atención de nadie.
Una vez en el barco se escondieron en la despensa para no ser encontradas.
—Diablos, aquí apesta a podido —
—Silencio Ice, nos podrían descubrir —
Los siguientes minutos fueron silenciosos exceptuando los ruidos que llegaban de la cubierta del barco, cuando se sintió el leve movimiento de el mismo al comenzar a moverse.
Las adolescentes se mantuvieron ocultas todo el día, hasta la caída de la noche, que fue cuando salieron a la superficie.
La noche era oscura y fría y la luna resplandecía fuertemente iluminando el barco. Pero entre toda esa calma algo alertó a las chicas, Aileen se hallaba recostada contra el mástil del barco, sus muñecas atadas a la madera y dormida.
Sagitario e Ice se acercaron a la rubia y la desataron al tiempo que la despertaban. Al principio la tercera chica estaba medio confundida y adormilada, pero luego de captar como sus compañeras habían llegado allí y haber sido liberada se paró rápidamente y las siguió detrás de unos barriles de madera.
—¿Y ahora qué? — Preguntó Aileen con voz jadeante por la emoción y la adrenalina.
—Pues, no se— Dijo Sagitario con una mueca preocupada.
—¿No sabes? Estamos en el medio del mar, y ¿No sabes qué hacer?— Ice tenía los ojos demasiado abiertos.
—Técnicamente es el océano —
—Eso no importa ahora Sagitario, necesitamos una vía de escape, no podemos quedarnos escondidas hasta que toquemos tierra, nos descubrirán —
—Algo se me ocurrira—
—Itziar podría dibujar un barco—Se lamentó Aileen mientras sentía como su nariz picaba levemente por el llanto.
—Esperen, ¡allí hay una luz!— Dijo de repente Ice al tiempo que apuntaba al horizonte.
—Tienes razón, ¿Será otro barco? —
—No lo sé Aileen, suena muy improbable—
Todas las chicas dirigieron su mirada de regreso a la luz, justo a tiempo para dislumbrar una esfera que se acercaba a velozmente por el aire. Seguidamente se oyó un "¡Cuidado!" de parte de Ice y las tres adolescentes cayeron al suelo al momento en el que la bala de cañón impactaba contra el mástil del barco provocando un gran estruendo.
Los piratas salieron a la superficie para ver el desastre y comenzar a contraatacar. Ice no pudo saber cuanto tiempo había pasado, pero cuando dejó de sentir sus oídos pitando y pudo abrir sus ojos observó como el navío que los había atacado se encontraba demasiado cerca y los navegantes comenzaban a abordar el barco.
Ice se levantó y notó que ninguna de las chicas estaban con ella, probablemente con el movimiento del barco sus cuerpos habían sido arrastrados.
Se oía el sonido de los metales al chocar y a pesar de la oscuridad se podía apreciar el brillo de las espadas.
Sagitario ya estaba parada y buscaba a sus compañeras entre el griterío que era la batalla, cuando tropezó y sintió a alguien sostenerla antes de tocar el suelo.
—¿Está usted bien señorita? —Preguntó una voz grave. Sagitario alzó la vista encontrándose con un hombre de cabello negro y ojos castaños oscuros.
Las palabras escaparon de sus labios por el nerviosismo de que el hombre pensara que ella era una enemiga y solo atinó a asentir con la cabeza. El hombre la paro de vuelta en su lugar y se dio media vuelta para irse no sin antes advertirle a la chica que lo mejor sería que se alejara de la batalla.
Si bien el aviso era urgente Sagitario no se pondría a resguardo hasta haber encontrado a las otras dos chicas, así que recogió una espada que estaba tirada en el suelo y siguió en busca de Aileen e Ice.
—¡Ice!¡Cuidado detrás tuyo! —
Ice ya había encontrado a Aileen y ahora ambas intentaban defenderse de los ataques perdidos de los piratas. Ya ni siquiera parecía que hubiese bandos, los piratas de la taberna se peleaban entre ellos también.
—¡Chicas!—Sagitario se acercaba a ellas, y una vez ahí se metieron las tres juntas dentro de la bodega, esperando a que la batalla terminara.
Luego de lo que parecieron horas el exterior al fin se calmó y las tres chicas, agotadas por ese día cayeron dormidas; sin notar cuando alguien abrió la puerta de la bodega y entró a esta.
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En busca del último dragón (Libro 1)
FantasíaSomos los guerreros heridos, que decidimos renacer de entre las cenizas que los demás han dejado. Hemos de encontrar al que por avaricia y envidia ha sido atrapado. «~ Ellos te dirán que te rindas, que no lo vales; pero tú te pararás y les mostrara...