De repente se escucho un gruñido detras de las chicas, obligando a estas a voltearse.
Por culpa de las sombras de la noche no se podía ver que era lo que se escondia entre lo arbustos.
Las jovenes comenzaron a mirar para todos lados en alerta, cada una contra la espalda de la otra. Sagitario extendió su arco y tomó una flecha de su carcaj, que estaba escondido bajo su capa.
-¿Cómo haces para esconder así tu carcaj? Recién ahora me doy cuenta que lo tenías en tu espalda.-
Preguntó Aileen con una ceja levantada.
- Un mago nunca revela sus trucos.-
Le respondió Sagitario mientras le guiñaba un ojo a su compañera. Aileen rodó los ojos y se puso en guardia.
De repente, una criatura saltó de entre los arbustos, abalanzandose sobre ambas chicas, que no alcanzaron a reaccionar, y no se habrían salvado si no hubiera sido porque apareció un ave de gran tamaño, con plumajes rojos y anaranjados.
Aileen había leido mucho sobre ese ave de pequeña, teniendo así, la capacidad de identificarla automáticamente. Por mucho que le costará creerlo, puesto que siempre pensó que solo una mentira, frente a ella se hallaba un majestuoso fenix. Una aureola de fuego quedaba detras del fenix, y se apagaba al medio segundo despues de haberse prendido.
El fenix empujó a la criatura con sus garras, mientras esta todavía estaba en el aire, evitando de esta manera que la criatura lastimara a alguna de las chicas.
Cuando la criatura estuvo en el piso, las chicas la miraron detenidamente; parecia un tigre dientes de sable, pero era mas grande y su pelaje era verde oscuro con algunas manchas mas claras disparcidas en su cuerpo, exepto su rostro que era totalmente blanco.
La criatura mantenía los ojos cerrados, por lo que las jóvenes se acercaron un poco mas.
De repente el animal abrió sus ojos, tenía el iris de color amarillo, con unos pequeños tono anaranjados. La criatura salto intentando atrapar a las amigas en sus garras, pero no llego muy lejos, cuando un tirón en su pata izquierda trasera hizo que callera de nuevo al suelo; se levanto furiosa y rugió.
Ambas chicas estaban por irse, agradecidas de haber salido vivas de ese imprevisto ataque, cuándo, dos criaturas mas salieron de entre los arbustos. Ademas, la primera bestia se había soltado de la planta que sostenía su pierna y comenzó a caminar lentamente alrededor de ambas jóvenes.
Sagitario colocó una flecha en su arco y apuntó al corazón de una de las bestias que las miraba, pero, no disparó, sino que apuntó de nuevo a otro lugar, el cual era, las patas de la criatura.
La flecha se cubrió de escarcha, para despues, convertirse en hielo. Sagitario soltó la flecha, que impactó en el pasto, justo frente a la bestia, que, al ver que la flecha no la había alcanzado, levantó la cabeza, en signo de arrogancia.
Sagitario sonrió burlonamente y le dijo al animal:
- Te recomiendo que mires otra vez.-
El pasto alrededor de la flecha se estaba congelando, y el hielo subía por las patas delanteras de la criatura, dejandola, de este modo, con la imposibilidad de mover las piernas.
Los otros dos animales, al ver a su compañera fuera de juego, se pusieron en posición de ataque.
Una de las bestias saltó a donde se encontraba Aileen; esta juntó sus brazos sobre su cara, formando una cruz con estos. La piedra de la pulsera-anillo de Aileen formó un escudo de luz, contra el cual la criatura se estampó, con tanta fuerza que las pies de Aileen se hundieron un poco en el barro. La dueña del escudo abrió los ojos lentamente al no haber sentido las garras de la criatura contra su rostro. Se sorprendió al notar el nuevo escudo que salía de su pulsera-anillo.
El escudo era de color esmeralda, tenía forma circular y por fuera se veían diferentes formas: en el centro habian tres ciculos superpuestos, alrededor de esos circulos había otro circulo mas grande que alcanzaba a rodear a los circulos mas pequeños, de este circulo grande salian algunos "palitos" que se conectaban con otro circulo mas grande. Lo que mas llamaba la atención del escudo era que sus circulos eran de una luz esmeralda neon y el resto del escudo era transparente, porque, literalmente, no había nada que rellenara esos espacios.
La criatura lanzaba zarpazos, que chocaban contra el escudo de Aileen sin alcanzar a lastimarla. Luego de unos minutos de aguantar zarpazos, Aileen decidió que era su turno de atacar, asi qué, cuando un nuevo zarpazo estaba llegando, impulsó un poco el escudo hacia delante y se deslizó por debajo de la criatura; cuando se pudo parar de nuevo golpeó con el escudo la parte de atras de las rodillas traseras del animal, logrando así, que este callera arrodillado. Luego nuestra protagonista saltó sobre el cuerpo del animal y le golpeó fuertemente la cabeza con su escudo, tal fue la fuerza isada que el animal se desmayó instantáneamente.
Mientras tanto, Sagitario no corría la misma suerte que Aileen. La criatura esquivaba fácilmente las flechas, mientras saltaba de un lado a otro. En un momento la criatura quedó frente a Sagitario y le quitó el arco de sus manos de un zarpazo.
Sagitario había quedado desarmada y su vida dependía de su inteligencia o de su amiga. Cuando el animal estaba por dar el zarpazo que acabaría con su vida, una figura se colocó frente a Sagitario. Un Grifo se encontraba parado frente a la chica, y peleaba ferozmente contra la criatura. El Grifo asetó un zarpazo certero en el rostro de su rival, que ahora tenia el rostro rasgado por la parte del ojo, y un poco de sangre manchaba su pelaje.
La criatura se escapó corriendo, mientras que el Grifo se giraba a mirar a Sagitario, que tenía la boca abierta por la impresión.
El Grifo hizo una reverencia y comenzó a desintegrarse en el aire, como si se hubiera convertido en una arena plateada, que se voló con la brisa, perdiéndose en el bosque.
Una figura humana apareció en donde anteriormente había estado parado el Grifo. Portaba una capa que evitaba que se pudiera ver su rostro y llevaba puesto un collar con forma de corazón que brillaba con la oscuridad de la noche.
El desconocido se acercó a Sagitario y se agachó a su altura, puesto que ella estaba sentada en el suelo. El desconocido le ofreció la mano a Sagitario para ayudarla a levantarse.
Sagitario tomó la mano del desconocido y se levantó, una vez de pie se sacudió el vestido que se había llenado de tierra, tenía el sentimiento de que se estaba olvidando algo cuando recordó.
- ¡¡Deje a Aileen sola!!-
Gritó y salió corriendo por el mismo camino por donde había llegado. La figura siguió los pasos de Sagitario y llegó a un claro, a su derecha había un montón de hielo roto, y, a su derecha se encontraba Sagitario asegurándose de que Aileen no estuviera lastimada.
- ¿Quien es el?-
Preguntó Aileen mientras señalaba al desconocido que se encontraba inspeccionando los pedazos de hielo.
- No lo se, pero tengo la corazonada de que es quien envió al fenix para ayudarnos-
Le respondió Sagitario mirando sobre su hombro.
- ¡Hey, tu!-
Llamó Aileen la atención del desconocido.
- ¿Que pasa?-
Preguntó la figura mientras se acercaba a las chicas. Por alguna razón a ambas amigas les resultó conocida esa voz.
-¿Quien eres?-
Preguntó Aileen.
- Wow Aileen, pensé que lo descubrirás tu misma. -
Dijo Itziar mientras se sacaba la capucha de su capa y acomodaba su cabello. Las otras dos chicas tenían la boca abierta inmensamente.
-¿I-Itziar?-
Preguntó Sagitario mas para si misma que para las demas.
- No, si me llamó Juanita-
Respondió sarcásticamente la menor, mientras una sonrisa se formaba en su rostro.
- ¿Tu mandaste al Fenix?-
- Corrección Aileen, yo no solamente mande al Fenix, también lo dibuje, miren, les mostraré. -
En cuanto Itziar terminó de decir esas palabras, sus dedos indice y mayor de cada mano, empezó a desprender una tenue luz. Itziar comenzó a mover sus manos, de las cuales salía un rayo de luz, que, de a poco, comenzó a tomar la forma de una espada en 3D. Itziar dibujaba los detalles de la espada, y, cuando terminó, la espada se materializó, y fue atrapada en el aire por la menor.
-¡Tachan!-
Dijo Itziar mientras les mostraba la espada a sus amigas.
- Te encontramos.-
Dijo Aileen mientras una sonrisa decoraba su rostro.
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En busca del último dragón (Libro 1)
FantastikSomos los guerreros heridos, que decidimos renacer de entre las cenizas que los demás han dejado. Hemos de encontrar al que por avaricia y envidia ha sido atrapado. «~ Ellos te dirán que te rindas, que no lo vales; pero tú te pararás y les mostrara...