Ambas chicas pestañaron y miraron a su alrededor. Se encontraban otra vez en la pequeña playita.
Se pararon y emprendieron el camino de vuelta a la casa de su nueva amiga, cada una cargando su respectivo balde.
Cuando llegaron a la casa, Itziar estaba picando unas manzanas.
- Pueden poner los baldes sobre la mesa, y después vallan a dejar sus cosas en la habitación que tiene dos camas; la puerta al final del pasillo-
Indicó Itziar sin apartar la vista de su trabajo.
Aileen fue la primera en seguir las ordenes de la chica. Coloco suavemente el balde sobre la mesa y se dirigió al pasillo, pero, antes de entrar en este, se detuvo y le pregunto a su anfitriona.
- Itziar ¿tendras hojas de papel y pluma?-
- Sí Aileen, deberían de estar sobre mi mesa de luz, primera puerta a la izquierda -
Le respondió Itziar, mientras la miraba con una sonrisa.
Aileen fue a donde la chica le había indicado mientras Sagitario se iba a su cuarto.
Al llegar a la mesa de luz de Itziar, Aileen tomó las hojas pero algo capto totalmente su atención. Bajo algunas hojas había una pequeña luz, Aileen levanto la hoja encontrando un pequeño dije transparente con forma de corazón que tenía pequeñas "burbujas" de color verde agua que brillaban en la oscuridad. Su mano se dirigió automáticamente a él dije que ya no brillaba tanto como cuando las hojas lo cubrían.
Los dedos de Aileen rozaron el cristal que dio una pequeña electricidad, como un mini rayo, que unía los dedos de Aileen y la piedra. Una sensación fría recorrió el cuerpo de Aileen que alejó rápidamente la mano.
Aileen subió un poco la mirada, encontrándose así con una foto en la cual se encontraba una niña de cinco o seis años sonriente, a su derecha se encontraba una mujer de aproximadamente treinta y seis años, tenía una amplia sonrisa sincera y sus ojos castaños oscuros tenían una luz única; tenía el cabello negro ondulado recogido sobre su hombro izquierdo, su nariz era un poco curva y los labios eran de tamaño medio.
A la izquierda de la niña se podía ver a un hombre de unos treinta y ocho años de edad. Tenía pelo castaño claro largo hasta los hombros, cejas anchas y nariz larga; también tenía un poco de barba creciente y los pómulos semi-definidos. La expresión de su rostro era sería, pero sus ojos, castaños verdosos, reflejaban el amor paternal.
Aileen podía notar que la pequeña niña era Itziar, por lo tanto, dedujo, que los adultos serían sus padres, pero..... ¿Porque sus padres no estaban con ella? Se veía extremadamente joven como para haberse ido a vivir sola.
Aileen sacudió la cabeza intentando darle poca importancia a esa pregunta y tomó las hojas junto a una pluma y tinta que se encontraban junto a la foto.
Salió del cuarto de Itziar para dirigirse al suyo. Hay se encontró a Sagitario sentada sobre una cama, balanceando sus pies de atrás para adelante, con los codos en sus rodillas y la cara entre sus manos. Tenía la mirada perdida y se notaba que estaba pensando.
- Sagitarioooooo.. -
Dijo Aileen que se había apollado en el marco de la puerta, intentando llamar la atención de su amiga.
La castaña levantó su rostro para encontrarse con los ojos de Aileen que la miraban inquisidoramente.
- ¿Tienes las hojas? -
Preguntó la castaña intentándo pensar en cualquier cosa excepto en las preguntas que rondaban por su cabeza.
Aileen soltó un pequeño suspiro mientras se sentaba en la cama restante y observaba con detalle cada parte de la habitación. El silencio se sentía presente en el pequeño espacio, la pregunta anteriormente formulada por Sagitario había quedado flotando en el aire, sin una respuesta.
Millones de preguntas pasaban por la cabeza de Sagitario, formando un nudo en la boca de la garganta que no dejaba a ninguna de ellas salir.
- No tengo mis pertenencias-
Soltó finalmente la castaña, su compañera levanto la cabeza, mostrando así una sonrisa divertida.
- Te apuesto mi vestido favorito a que tus pertenencias pueden aparecer aquí en menos de diez minutos-
Propuso Aileen con una mirada retadora.
-Acepto-
Dijo Sagitario mientras extendía su mano derecha para estrechar la con la de Aileen que ahora tenía una mirada arrogante, muy segura de que iba a ganar.
- OK, quiero que cierres tus ojos y pienses en que necesitas tu ropa y un poco de dinero-
Sagitario hizo caso a Aileen y cerró sus ojos, intentando concentrarse en lo que su amiga le había pedido; de repente Sagitario sintió un peso sobre sus piernas. Al abrir los ojos se encontró con la sorpresa de que había un bolso apoyado en la parte superior de sus piernas; abrió este cuidadosamente con miedo de lo que podría encontrarse hay adentro. Para su sorpresa, al abrir el bolso se dio cuenta de que éste contenía algunas de sus prendas de ropa favoritas y muchiiiisimas moneda de oro.
Sagitario abrió la boca a más no poder, sin creerse lo que había dentro del bolso que había llegado a ella de manera mágica, literalmente.
La castaña levanto la cabeza para encontrarse con la sonrisa burlona y la mirada victoriosa de su amiga, que, al igual que ella, llevaba un bolso en el regazo.
Aileen sacó un vestido de invierno de dentro de su bolso, se paro y coloco el vestido sobre su cuerpo, fingiendo que lo llevaba puesto.
- No se quien sea el que elija ésta ropa, pero que buen gusto que tiene.
Dijo Aileen provocando que su compañera estallara en carcajadas.
El vestido que sostenía la joven era de color verde, con manga cerradas y falda hasta los tobillos; tenía un cinturón dorado, del que salían unas costuras en forma de zigzag, formando "planchas" en la falda.
Aileen dejó el vestido sobre la cama y se estiró de brazos, estaba realmente muy cansada.
-¡¡Chicas!! ¡¡A cenar!! -
Se escucho el grito de Itziar y ambas jóvenes se dirigieron al comedor, con unas grandes sonrisas en sus rostros.
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En busca del último dragón (Libro 1)
FantasySomos los guerreros heridos, que decidimos renacer de entre las cenizas que los demás han dejado. Hemos de encontrar al que por avaricia y envidia ha sido atrapado. «~ Ellos te dirán que te rindas, que no lo vales; pero tú te pararás y les mostrara...