Solo por esta noche (Terminada y Editando )

Capítulo final

Nuestra vida había cambiado mucho desde ese día. Ninguno de los dos era el mismo y todo lo que nos rodeaba había cambiado con nosotros. Oliver estaba en nuestras vidas y no había hecho más que llenar de luz nuestros días grises y de darle ilusión. Nunca me había sentido tan completa hasta que nació. Fue como si fuera justo lo que necesitábamos en ese momento.Que caprichoso es el destino de unirme a una persona como Alfred y que termine con este fruto de nuestro amor. 
No voy a negar que no fue duro los primeros días con él. Teníamos que acostumbrarnos a él y él a nosotros y era muy complicado teniendo en cuenta que éramos dos padres primerizos sin nada de experiencia y con mucho miedo a hacerlo mal.  El postparto no es tan bonito como todas lo describen. Hay cosas de las que nadie habla, no sé si por tabú o porqué, pero hubiera agradecido mucho que alguien me lo hubiera contado para no sentirme tan mal cuando me pasaban estas cosas.
En este período de postparto se te cae el pelo, estás más susceptible, te llevas las noches en vela, sientes dolor y un sinfín de cosas más de las que prefiero no acordarme, pero sin embargo yo me quedo con todo lo bien que fué y en cómo estuve Alfred cada segundo a mi lado por mucho que le hubiera mandado a la mierdas unas mil veces antes.
Imposible olvidar la primera vez que cambiamos un pañal juntos y en cómo Oliver se hizo pis encima nuestra. Eso debería estar en el capítulo uno del manual de padres, ya que es algo que he preguntado a mucha gente que tuvieron un varón  y a todos nos ha pasado y lo peor es que más de una vez. El ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra y con esto no iba a ser una excepción. 
No voy a negar que algunas veces hemos estado agotados hasta tal punto de quedarnos dormido con el bebé en brazos, pero eso no nos hace peores padres ¿O sí? Realmente a este pequeño le hemos dado lo mejor de nosotros. Da miedo la velocidad con la que sientes que pasa el tiempo. Cuando estaba embarazada deseaba que pasara el tiempo, pero cuando es bebé pasa todo tan rápido que casi no te da tiempo a darte cuenta ni disfrutarlo como te gustaría.
Hemos podido vivir con él sus primeras palabras, sus primeros pasitos y sí también las primeras veces que se ha puesto malo. La verdad es que se pasa muy mal, aunque Oliver no nos lo ha hecho pasar excesivamente mal en lo que a eso se trate. Siempre ha sido un niño bueno que le gusta mucho dormir y reírse. Eso era lo mejor, el sonido de su risa. Tenía la misma que su padre y es que de hecho eran dos clones y tenían una relación muy especial. Nunca me cansaría de ver como ambos jugaban juntos o como se reían. Solía quedarme embobada mirando esa estampa y pérdida en mis pensamientos. Parecía mentira que éste Alfred fuera el mismo que cada día estuviera con una diferente. Había madurado tanto y estaba tan comprometido en lo que a la paternidad se refiere. Además yo tengo un gran problema y es que un hombre cuidando con un niño me parece muy atractivo, entonces cuando veo a Alfred haciendo de padrazo se me cae toda la baba y me pongo muy caliente, pero eso es algo de lo que prefiero no acordarme ya que se me suben los colores al momento.
Yo por mi parte había perdonado a mi madre. Ella había aprendido a querer a Oliver, sabía que había hecho un esfuerzo muy grande por mí y lo agradecía. Además también pensaba que tenía derecho a tener familia el pequeño y a que sus abuelos tanto de parte de padre como de madre lo mimaran.
Además en mi familia estaba todo muy cambiado. Mi hermana, Ángela la perfecta que nunca se equivocaba se había divorciado de su marido y ahora estaba saliendo con Cepeda. Parece mentira la de vueltas que puede llegar a dar la vida para encontrarnos aquí, pero esto no esto. Antes Cepeda estaba obsesionado conmigo y me alegro que esté a gusto con mi hermana ya que al menos así Alfred no se ponía celoso, porque otra cosa no, pero a celoso no lo ganaba nadie. Sinceramente me había acostumbrado a ello ya que entendía porque se sentía así. Él era una persona muy insegura y eso le hacía que tuviera miedo de perderme. Cuando me lo explicó no pude evitar perdonarle, ya que peleillas en todo este tiempo hemos tenido como todas las parejas normales, pero eso ha servido para reforzar aún más nuestra relación y la verdad es que me alegro de que sea así. Con esto estábamos creciendo como personas y como pareja y era lo importante ya que las cosas nunca son perfectas como en las películas.