NOTHING LIKE US (JiSung x JaeMin x JeNo)

CAPÍTULO 12

JENO POV

Bajé las escaleras de casa acabando de ponerme la camiseta blanca y observé a los tres en la cocina, JaeMin bebía de su café, sentado en la encimera, mientras miraba a JiSung en el taburete de la isleta, chupando los dedos llenos de chocolate de HueningKai.

Ese era el primer día que el niño iría al colegio, la verdad es que lo apuntamos a uno público, nada de privados o concertados, nosotros siempre fuimos a los públicos.

-Buenos días – le tiré un poco del pelo de la nuca a HueningKai para hacerlo rabiar y me incliné un poco a darle un beso a JiSung.

-Acabo de hacer el café, debe seguir caliente – me dijo él girándose a mirar la encimera.

-Gracias – sonreí revolviéndole el pelo y miré a JaeMin acercarme la taza – a ti también, pesado – le dije caminando a la nevera con la taza en mis manos.

-Ya he recibido un insulto y ni siquiera he abierto la boca hoy – dijo él – ni un beso me has dado.

-Deja de llorar – bromeé yo cogiendo un trozo de pastel de la nevera y llevándomelo a la boca.

-Como le diga al tío SuHo que te saltas la dieta cada día, aquí el único que va a llorar eres tú – me dijo JiSung con la boca llena de comida.

-Lo que pasa en casa, se queda en casa, mi padre no se va a enterar – encogí los hombros y los dos sonrieron.

-Hoy voy al parque con el abuelo SuHo – dijo HueningKai mirándome y sonriendo con maldad.

-Ya la has cagado, existe alguien más bocazas que yo y es HueningKai – me dijo JaeMin dejando su taza en la encimera.

-Piojo, tú abre la boca que luego tienes que venir a casa y no te va a venir a salvar el tío Baek – lo advertí señalándolo con el dedo.

Él rió un poco y siguió comiéndose el plátano, era adicto a esa fruta, podía comerse tres al día, además iba muy guapo, el día anterior fuimos los cinco al centro comercial y se me vació toda la tarjeta de crédito, ese día JaeMin, que era el que se encargaba de los modelitos ya hasta de nosotros, le había puesto unos tejanos negros rotos por las rodillas, unas bambas rojas más bien altas, una sudadera negra y debajo de esta una camiseta blanca que le llegaba casi a las rodillas.

-El niño está valorado en quinientos pavos con todo lo que lleva puesto – dije yo poniéndome al lado de JaeMin, todo era de marca.

-Es el hijo del jefe de la Yakuza, nosotros vamos de marca y él también – dijo JaeMin encogiendo los hombros.

-Sí, solo le falta el pendiente y los anillos para ser una calcomanía vuestra – dijo JiSung poniéndole bien la capucha al niño.

-Calcomanía – repetimos JaeMin y yo señalándonos con el dedo.

-¿Vamos al cole? – preguntó HueningKai poniéndose la capucha.

-Estás tú muy ilusionado, se te va a pasar en tres días, ya verás – lo advertí yo.

-A no ser que salgas como JiSung, que lo dudo – rió JaeMin bajando de la encimera – por cierto – se puso delante de mí – a ver si se van a pensar que hemos hecho travesuras en el primer día de cole del niño – me dijo subiéndome la cremallera de los tejanos negros.

Sonrió con picardía y cogió a HueningKai en brazos.

Yo reí un poco y cogí mi chaqueta y la de JiSung para dársela, bajamos los cuatro al parking, donde teníamos todos los coches y motos.

-¿Dónde quieres hoy, piojo? – le pregunté yo dándole la mano.

-Hmmm... - empezó a caminar a lo largo de los coches – ese – señaló el Ferrari naranja.