Amigos Y No Más #1 °YeonJun Y Tú°

XXV

*Narra ____*

La mañana siguiente fue más corta de lo normal. Los nervios invadían a mi curso y al paralelo, todos ya estaban más que emocionados por esta noche. Yo también, estaba muy emocionada porque podré librarme de las cosas de mi hermana. Por fin podré alejarme de MinKyu, no entiendo por qué andan metidos en mi casa y no en la suya.

-¡Ya quiero que sea esta noche! - dijo Kai.

-¡Ya, Kai, ya sabemos! - exclamó BeomGyu.

Estábamos en el patio, había una suave brisa que acompañaba al sol. El patio estaba casi vacío y se veía algo extraño. Fuimos a las graderías de la cancha, habían unas cuantas chicas ahí, entre ellas estaba Suni. YeonJun las miraba, tenía la mirada perdida, quizá pensando en ella. Los chicos hablaban en el otro extremo de la gradería, parecían no darse cuenta de que no estaban con YeonJun. Me acerqué a él y me senté a su lado. Él volteó a mirarme al instante.

-Hola - sonreí.

-Hola - volvió a mirar adelante.

-¿La extrañas? - pregunté.

-No - sonrió y bajó la cabeza -. ¿Parece que la extraño?

-Por eso te lo pregunté - asintió.

-No la extraño... Pienso en algo... - miré a Suni.

-¿Cómo está tu mejilla? - lo miré.

-Ya mejor - sonrió.

Miré su mejilla y seguía aún algo lastimada, me sentí culpable porque le hayan hecho eso.

-¿Te molestaban con tus ojos en Latinoamérica? - preguntó.

-No. No les importaba, tampoco era muy conocida que digamos - asintió.

-¿Extrañas a tua amigos?

-No - bajé la cabeza.

Él volteo a mirarme y sonrió tiernamente. Pasó un brazo por mis hombros, haciendo que una corriente extraña recorrerá mi cuerpo por completo.

-¿Te hicieron daño? - negué.

-No quiero hablar de eso - levanté la cabeza y lo miré -. Hablemos de otras cosas...

-¿Por qué te juntas con nosotros? - preguntó -. ¿Si sabes quienes son nuestros padres, no?

-Lo sé, pero no me importa - sonreí -. No me parece justo que juzguen a los demás solo por su familia, no creo que tú seas como ellos - asintió sonriente.

-Ojalá todos pensaran como tú.

-Te dije que no te bajonearas - dejé de mirarlo -. Te lastimas más mientras más lo piensas.

-Bien, trataré de no pensar en eso entonces - asentí.

Miró hacia adelante otra vez y luego a mí, su vista paró en mis muñecas. Quitó su brazo de mis hombros y tomó mi muñeca, la destapó y me miró confundido.

-¿No tenías unas muñequeras doradas?

-Me las quité - respondí nerviosa -. No me gustaban.