Amigos Y No Más #1 °YeonJun Y Tú°

V

*Narra ____*

Salí del colegio y fue cuando me encontré con Hyunjin. Sonreí y fui hacia él, pude notar que traía puesto mi regalo : un reloj.

-Escuché que iremos a cenar en la noche - dijo cuando estuve cerca suyo.

-Eso dijeron, aún hay que confirmar - dije.

Jin miró por encima de mí hombro, quise voltear a ver, pero me tomó de la barbilla para girar, delicadamente, mi cabeza hacia él.

-¿Te llevo a tu casa? - me sonrió.

-Sí - respondí.

Entramos a su auto y emprendió camino a mi casa. Pude ver por la ventana que Yeonjun estaba en la entrada junto con su novia, no pude verlo muy bien por el resto de estudiantes que salían del colegio. ¿Será que Jin lo vio a él?

-Iré a mi casa - dijo antes de que bajara del auto - y luego vengo, ¿si?

-De acuerdo. Te veo más tarde - sonreí y salí del auto.

Su auto se alejó a mis espaldas y yo entré a mi casa. Vi que Fei estaba en el sofá, mis padres no estaban, por algo estaba aquel chico como si nada.

-Hola, Fei - exclame cerrando la puerta fuertemente detrás mío.

El chico se sobresaltó al igual que mi hermana, volteó a mirarme y me sonrió.

-____, creí que irías a comer con Jin - se levantó del sofá.

-No es tan fácil deshacerse de mi - susurré cuando estuvo delante mío -. ¿Qué hace este tipo en la casa?

-"Este tipo" es al que les dije que llevaría esta noche, ¿si? Su nombre es Minkyu y no quiero que lo estropees.

Rodé los ojos, me quité la mochila de los hombros y subí las escaleras. Si no me lo presentaba no pensaba saludarlo.

Me tiré a la cama luego de cerrar la puerta con llave y cerré mis ojos. Escuché un ruido al lado mío, abrí los ojos de golpe y me sobresalté al ver a Lucifer a mi lado.

-¿Qué quieres? - pregunté alterada.

-¿Conque no son de importancia, no? - tomó mis muñecas y las observó - Si tan solo supieran cuanto importan para ti...

-¿Qué no tienes otras personas a las cuales fastidiar? - le quité mis muñecas.

-De todas ellas te prefiero a ti - sonrió.

-Pues haces mal en elegirme.

-Oye, eres la primera en unos años en venderme su alma y más sabiendo en el aprieto en que se metía - se sentó a mí lado -. Eres mía...

-Solo mi alma.

-Por eso - se relamió los labios, odio cuando hace eso... -¿Tanto ansías tu libertad? - me miró - Has algo y te la daré.

-Qué - lo miré.

Sonrió malicioso, eso no significa nada bueno.