Capitulo 4: La prueba de valor.

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El sol anunciaba un nuevo día, dejando en el pasado el accidente de Orihime con el tiburón. La muchacha, a pesar de las protestas de sus amigas, quiso bajar por su propia cuenta a la biblioteca que contaba aquel lugar vacacional.

Necesitaba una lectura, lo que fuese, le daba igual, pero necesitaba algo que la ayudase a olvidar aquellas sensaciones placenteras y peligrosas que la rodearon cuando Ichigo la había cargado, ni siquiera pudo dormir bien anoche por culpa de tener esa imagen bien grabada en su cuerpo. Lanzo un suspiro, en verdad que era una tonta al sentirse así y apostaba que para él, no había sido nada, solo estaba ayudando a una amiga, así era él, dispuesto a darle una mano a sus amigos.

-Con que esta es la biblioteca – Susurro, viendo el lugar fijamente.

Era pequeño, pero acogedor, había tanto libros nuevos como viejos, que tenían sus años allí, pero seguían servibles, dispuesto a prestarle conocimiento a alguien o entretenerlo un rato. Ella recorría el lugar con cuidado, sin esforzar su pie, después de todo, no quería que un movimiento brusco ocasione que tenga que usar un yeso por unos meses, pero aún así, se sentía un poco incomoda, observaba, a punto de ser cazada por un animal salvaje...Solo rogaba que fuese Rukia, en estos momentos la preferiría a ella porque tenía un mal presentimiento.

-¡Inoue-san! – Fue lo que oyó y a continuación, una mano la jalo desde el hombro, haciéndola girar con brusquedad. Orihime notó que era algunas de sus compañeras de salón que lucían molestas.

-¿S-Si? – Fue todo lo que pudo decir, sintiéndose tonta.

-Contesta, ¿Qué relación tienes con Kurosaki-san?

-¿Con Kurosaki-kun? S-Solo somos amigos.

-¿Por qué te cargo entonces en la cena? – Quiso saber otra - ¡Ida y vuelta!

-B-Bueno... no puedo esforzar mi pie, fui atacada y...Rukia-chan le insistía en que me cargase o lo golpearía.

-¡¿Por qué no dijiste algo?! ¡Eso no es más que causarle problemas a Kurosaki-san!

-La verdad es... - Eso la lastimo, ellas tenían razón, ella debió decir algo, aun cuando Rukia y hasta el mismo Ichigo le dijeron que no era necesario, le estaba causando problemas a su amigo, su amor secreto y solo por su egoísmo – No volverá a pasar.

-Nos vamos a asegurar de ello – El corazón de Orihime se paralizo unos momentos cuando vieron como se acercaban más, rodeándola en círculo, sin dejarla de ver de forma asesina – Si vuelves a acercarte de esa forma con Kurosaki-san, nosotras...

-¿Ustedes que huesos de gallina? – Las cazadoras se sorprenden al ver nada menos que a Rukia con una mirada seria y de brazos cruzados, su pose de advertencia y de reto.A su lado se encontraba Hinamori – Atrévanse a acercarse a ella nuevamente y les parto la cabeza.

-Rukia-chan, Hina-chan – Orihime estaba aliviada de ver a sus amigas.

-Vete de aquí Kuchiki, esto no tiene nada que ver contigo.

-Si, váyanse o serán ustedes dos también parte de la "lección" – Dijo otra con burla, parecía ansiosa de lastimar a la presumida hermana menor del empresario Kuchiki Byakuya.

-Escúchenme bien pieles de morsa celosas y envidiosas – Exigió Rukia – La única mujer de esta escuela que da amenazas soy yo – Sentenció – Y yo advierto que si ustedes vuelven a atacar a mi amiga o interrumpir su relación con Ichigo, me asegurare que ni en la escuela de los delincuentes las acepten, ¿Oyeron?

-Rukia-chan, lo primero no es verdad – Susurro Hinamori.

-Aquí la niña rica soy yo, así que si, tengo el poder de ser la única que da amenazas – Se justifico indiferente.

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