ONLY H2O

Capítulo 1: Viaje

No sé lo que paso, aún no lo entiendo...

Lo único que hice fue entrar a la tina y encender la llave para darme una ducha rápida, luego pierdo el equilibrio, me caigo (Por suerte no me pegue la cabeza en la tina)...y luego...

Abro mi boca sorprendida, es imposible...

Tengo una cola... ¡Una cola!

¿Qué significa esto?

¿Por qué tengo una cola?

¿Cómo paso esto?

¿Acaso...fue por aquel viaje?

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-Bien, dentro de una semana será nuestro viaje a la isla Rukongai, no olviden ir abrigados porque en esta época, hace mucho frío.

La campana finalmente sonó, dando por finalizada la clase, mientras la profesora guardaba sus cosas, los alumnos no solo habían ganado en eso, sino que ya andaban saliendo del salón.

Entre el ajetreo de la emoción por irse, estaba una joven, quien a diferencia de los demás, se tomaba su tiempo.

Era hermosa, emanaba un aura de inocencia y poseía un cuerpo bien desarrollado a pesar de ser una adolescente. Tenía su cabello largo hasta la cintura, liso, naranjo oscuro y adornado por unas peculiares orquillas celeste con la forma de una flor con 6 pétalos, se veía bien sedoso, muy bien cuidado. Sus ojos eran grandes, reflejaban su inocencia y de un color gris tan oscuro y profundo como la plata en su estado líquido. Y su piel era blanca como la nieve, le daba un toque de fragilidad al punto de que daba miedo tocarla.

Caminaba calmadamente por la escuela, liberando su felicidad por donde pasaba. Estaba cambiándose de zapatos cuando oyó su nombre de una voz que ella podría conocer a kilómetros de distancia.

-¡Kurosaki-kun! – Exclamo con una alegría incontenible.

-Inoue, me mando Rukia para decirte que ella y Hinamori te andan esperando.

-Ahh...-Por dentro se sentía algo decepcionada de que solo la llamase para ello – Gracias – Sonríe y se va corriendo.

Kurosaki Ichigo era su compañero de escuela, de salón. Era muy popular entre las mujeres a pesar de su reputación como chico problema o amante de las peleas. Su cabello era corto, alborotado y sorprendentemente, naranjo como el de ella, pero era un tono más claro. Sus ojos eran marrones oscuros, esperezaba la indiferencia que sentía por las cosas y personas a su alrededor, pero aún así, la muchacha se podía pasar horas mirando aquellos ojos serios. Su cuerpo estaba bien proporcionado, sus músculos parecían un potente escudo que protegería cualquier cosa, cualquiera lo envidiaría y todo gracias a sus entrenamientos desde que era un niño.

Estaba profundamente enamorada de él...

A pesar que no era correspondida...

-¡Tierra llamando a Inoue Orihime!

Orihime salio de sus pensamientos al oír su nombre, descubriendo que estaba en la puerta principal ante sus dos amigas: Rukia y Hinamori.

Kuchiki Rukia era la que la había traído a la realidad. Era un poco más baja que Inoue y también era plana y emanaba ser una chica que no solo le gustaba salirse con la suya, sino también que era muy mandona. De cabellera lisa, corta, terminando en picos, con un mechón entre sus ojos y de color negro. Sus ojos eran grandes, emanaban superioridad y eran de un intenso color violeta. Su piel era blanca, a simple vista parecía una chica frágil o fácil, pero luego de dos minutos, veías que era todo lo contrario, que era toda una chica fuerte y sin miedos, aunque si le tenía miedo a una persona y ese era su hermano Kuchiki Byakuya, era una mezcla de respeto, adoración, cariño y miedo.