Capitulo 21: Una sirena que huye.

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July caminaba por el puerto, ignorando que los hombres la miraban con mucho interés, en verdad ella tenía el embrujo de atraer a los hombres, pero esta sirena no se daba ni cuenta, ni siquiera de los silbidos.

Sus pasos se detuvieron al ver a alguien a lo lejos saliendo de un bote, más bien, a dos personas y eran nada menos que los hermanos Kurosaki, eso la sorprendía ya que como había notado en el colegio y por los comentarios de sus amigas, ellos no se llevaban bien.

¿Qué los había llevado a andar juntos una mañana de viernes antes de las clases?

-Buenos días hermanos Kurosaki. – Saludó con una sonrisa al frente de ellos. Notó como se giraron para verla sorprendidos. – Es raro verlos juntos sin discutir.

-Estamos llenos de sorpresa. – Fue la burla de Hichigo al momento que la abrazaba por los hombros, ocasionando que la muchacha sintiera algo extraño dentro de ella que quería explotar. – Y ya te he dicho que me llames por mi nombre, July-chan.

-No te le pegues tanto. – Ichigo los separo. – No le contagies a Chen lo malo de ti.

-Hey, ella va a creer que soy un hombre cruel y malvado mujeriego que sólo quiere sexo con las mujeres.

-¿Y eso sería mentira? – Preguntó alzando una ceja al momento que pescaba su mochila. – Me adelanto a la escuela y Chen, ten cuidado con él.

-Gracias por la advertencia. Y nos vemos en la escuela. – Agradeció alzando su mano en despedida mientras el joven se alejaba, pero en el momento que capto el hecho de que estaba sola con el "gemelo malvado", volvió a sentirse muy nerviosa. Se apartó de forma inconsciente un par de pasos y trato de parecer normal. – Y dime... ¿Por qué tanto misterio en que te vean junto a tu hermano, Hichigo?

-¿Ves que no es difícil decir mi nombre? – Atacó nuevamente con su humor, podía oler el nervio recorrer el cuerpo de esa mujer y disfrutaba mucho eso, le daba un esquicito poder de superioridad que lo excitaba.

-Eso no responde mi pregunta Hichigo. – Era su turno de atacar y lo hacía con una sonrisa llena de complicidad, demostrando que a pesar de todo, no se dejaría intimidar.

-Nos odiamos. – Le aseguró sin remordimiento y mira luego el mar fijamente, July pudo notar que sus ojos se ablandaron por unos segundos. – Pero no podemos dejar atrás el pasado. – Finalizó sin despegar la vista.

Aquellas palabras llamaron la atención de la muchacha, podía sentir que algo ocurría a esos hermanos y tal vez en esas palabras, este las respuestas a ese odio que se tenían.

-¿Sabes bucear? – Le preguntó con una sonrisa e Hichigo miró a la muchacha confundido. – Prometo no aprovecharme de ser más rápida que tú.

-¿Mas rápida que yo? Eso veremos señorita pez.

Hichigo volvió a su bote, pero esta vez, no iría acompañado de Ichigo o de Orihime, sino de July, la ayuda a subirse tomándola de la mano. Ambos ya andaban recorriendo el mar en esa nave y cuando se detuvieron, July fue la primera en tirarse, aun con ropa. El albino lanzó un bufido de burla, se quita la pollera y se pone unos lentes que le protegía sólo los ojos. Se lanza al mar.

Una vez abajo, mientras se sumergía con ayuda de sus piernas, pudo notar que se movía lo que parecía una cola de color aguamarina que le daba la espalda, alejándose cada vez más, hasta que decide detenerse y la dueña se da la media vuelta para verlo.

Era July.

Su cabello estaba completamente suelto y era ahora una sirena con unas escamas aguamarina cubriéndole los pechos, mismo color que su cola que brillaba gracias a los rayos del sol que se reflejaban en el agua y mismo color que su tatuaje en el brazo.

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