Capitulo 27: Where we Belong.

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Mientras se preparaba para irse a dormir, July tarareaba la canción que estrenaría en el acuario e iba recordando la letra mentalmente. Sin dejar de tararear, sale del baño con su pijama que consistía en shorts de tela y viejos de color azul y una pollera blanca con el ombligo al descubierto.

Va a la cocina a buscarse en el refrigerador una bebida para refrescarse un poco de esa ducha calurosa, pero como el aparato era plateado y reflejaba bien los objetos y personas como si fuese espejo, July detuvo la trayectoria de su mano al verse en el refrigerador, específicamente, el collar que colgaba de su cuello. Sus mejillas no tardan en teñirse de rojo y maldijo por eso.

-¡Ya es suficiente! ¡¿Por qué tengo que ponerme así por un mujeriego?! – Lanza un suspiro de resignación por andar hablando sola, así que sería difícil conseguir respuesta. – Soy lo peor, mira que de tantos pretendientes...

Se interrumpe a sí misma y abre al fin el endemoniado aparato, sacando una lata de Fanta.

Oye pasos acercándose a su puerta, llamando su atención y antes de ir para abrir, su corazón se detiene por unos segundos al oír como trataban de entrar a la residencia, pensando que era un ladrón, no tardo en pescar un bate de beisbol y se prepara para golpear al criminal.

-Si tengo una llave, significa que no soy un criminal July.

-¿Hallibel-san?

Boquiabierta deja caer el bate al suelo y sus ojos contemplan como su tutora entra por la puerta acompañada de Lillinete, quien corrió emocionada hacía ella para abrazarla contándole lo emocionada que estaba por verla de nuevo. July reacciona al fin y le corresponde el abrazo emocionada de estar con ellas nuevamente, incluso no duda en abrazar a Hallibel apenas la pequeña la libera.

-Te he echado mucho de menos Hallibel-san.

-¿Acaso no eres capaz de ser independiente? – Le bromeo con sarcasmo.

-Hey, que estaba diciendo algo lindo. – Le reprocha con sus mejillas algo ruborizadas.

Entraron el equipaje y July decide ayudar a Lillinete a desempacar sus cosas mientras Hallibel preparaba unas tazas de té con galletas de aperitivo ya que no habían comido. Se quedaron hablando hasta tarde para poder actualizarse y mantenerse al día, entonces, la voluptuosa mujer le pidió que ayudara a Lillinete a registrarla a su nueva escuela.

-Claro, pero tendrá que ser temprano, después de doce me quedo en el acuario hasta mi presentación, tengo que ensayar.

-Oh, lo leí en tu Twitter. – Exclamo Lillinete con una galleta en la boca. – Conseguiste trabajo y que deberás cantar en medio de la piscina de delfines. ¿No tienes miedo de que ocurra un accidente?

-No hay de que preocuparte. – Asegura Hallibel con su semblante relajado y toma de su té. – Nelliel sabe lo que hace y de seguro tendrá un plan de emergencia. Lo que me llama la atención es ese collar que llevas, tú no eres fan de los accesorios.

-Eh... bueno... es una historia interesante. Encontré con mis amigas estas piedras en una cueva. – Le explicaba mostrándole la joya después de sacarla de su cuello. – E Hichigo nos hizo estos collares.

-¿Tu novio? – Preguntó Lillinete ocasionando que July se ahogase con su bebida que termino escupiendo en el suelo.

-¡NO LO ES! Es un mujeriego con cara de idiota y que no sabe otra cosa en su diccionario que senos y traseros.

-Sí, es un hombre. – Sentenció Hallibel y come una galleta.

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