‡ ..... Episodio 51 ..... ‡

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Nota al final.

Cuando el Omega despertó, lo hizo solo, no había nadie a su lado. Al querer ponerse de pie, un fuerte dolor de caderas se hizo presente, comenzó a asustarse, hasta que los recuerdos nublados llegaron a su mente.

Su celo. El deseo. Kael desesperado por no saber que hacer.

Con mucho esfuerzo logro levantarse, salió de la habitación escuchando las risas de sus hermanitos y un delicioso aroma proveniente de la planta baja.

Al bajar las escaleras vio a sus hermanos en el corral jugando con sus peluches. En la cocina vio a su pareja.

Al verlo, los gemelos comenzaron a balbucear para llamar la atención de su hermano mayor, Kael volteo para encontrarse al Omega tras él. Los nervios y la culpa lo invadieron por completo, solo corrió el rostro para evitar mirarlo. Daniel sintió un dolor el estómago, su alfa lo estaba rechazando.

-buenos días.-trato de saludar normalmente.

-buenos días. El desayuno está listo.-Daniel se sentó en la mesa de la cocina y Kael le entrego su plato con el almuerzo.

Daniel espero a que el alfa se sentará con él, pero al parecer no lo haría.-¿No piensas desayunar conmigo?-

-esta vez no.-

El Omega claramente sentía como su alfa trataba de tener el menor contacto posible con él.-¿Quieres hablar sobre lo que pasó anoche?-

Kael estaba de espaldas, Daniel no pudo ver su rostro.-créeme, no quiero hablar sobre eso.-dicho aquello salió de la cocina y subió las escaleras.

Daniel comenzó a romperse, y a llenarse la cabeza de inseguridades. Tal vez su alfa lo rechazaba porque se había asqueado de su cuerpo. Tal vez al verlo desnudo había cambiado de opinión. Tal vez verlo en celo le había dado ascó.

[•••••]

El sol entraba por la enorme ventana que la habitación poseía. Ash había despertado hace poco y ahora se encontraba admirando al nipón, mismo que dormía plácidamente.

Jamás había olvidado esa cara, las pestañas, su respiración tan calmada y tranquila. Sin poder contenerse acerco su mano y le acaricio la mejilla.

El Omega sintió ese tacto, lentamente abrió sus ojos, sonrió ampliamente al ver al alfa.

La noche anterior ambos habían dormido en la misma cama, tenían muchos nervios de volver a dormir juntos, así que habían quedado dormidos hasta tarde.

-buenos días.-saludo el rubio alejando su mano.

Eiji sonrió y se acomodo sobre su lado derecho para poder ver al rubio con más claridad.-buenos días. ¿Cuándo despertaste?-

-hace poco.-el silencio se hizo presente, pero las miradas decían todo. El amor que aún se tenían, el miedo de decir algo tonto, la inseguridad de besar o acariciar al ajeno... Ash sonrió con tristeza.-me da miedo perderte de nuevo.-

-está vez no será así.-respondió Eiji con seguridad, se levantó un poco solo para poder rozar sus labios contra los del rubio. Ash correspondió besándolo con ternura, tendría tiempo de sobra para besarlo con lujuria. Eiji se alejo lamiendo sus labios.-deberias ir a casa, a hablar con Daniel, de verdad me muero por ver a mis hijos.-

-de acuerdo. Pero cuando vuelva por ti, será para siempre, te llevaré conmigo y nunca más te dejaré ir.-

-¿Promesa?-

-promesa.-

[•••••]

Después de un corto desayuno, y agradecer la atención y amabilidad de parte de la pareja, Ash se retiró de aquella mansión.

Un Omega Sin Libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora