Frente a él estaba el pelinegro de piel blanca. Su corazón latía con fuerza y su mente no reaccionaba. Su cuerpo era incapaz de moverse, su mente le estaba jugando una mala broma.
-¿Se encuentra bien?-preguntó un hombre que pasaba cerca.
El nipón sonrió avergonzado.-al parecer solo es un desmayo.-
Y ahí estaba, esa hermosa voz que recordaba a la perfección.-¡Eiji!-el rubio se levanto y abrazo al nipón, quién no esperaba dicho abrazo y termino callendo al suelo con el alfa entre sus piernas.-no sabes cuán difícil ha sido todo este tiempo sin tí. Te extraño demasiado y creeme que me has echo mucha falta.-el japonés no podía abrazar al rubio, pues sus brazos eran los que sostenían su propio cuerpo para no caer sobre la fría nieve. Ash parecia no notarlo, pues estaba empeñado en aferrarse al nipon.-los niños son... ¡¡Los niños!!-rápidamente de puso de pie, pero así como se levantó, así volvió a tocar suelo.
-¡Hey!-Eiji se acercó y logro oler el vodka que provenía de la boca del rubio. Reprimió una cara de desagrado y solo se enfocó en el rubio.-¿Cuánto bebiste?-
-lo suficiente para poder verte de nuevo.-Eiji pudo distinguir el amor y ternura en los ojos verdes del rubio, la persona que tanto había amado le seguía mirando con cariño.
Sin dudarlo se acercó lo suficiente al rubio para poder abrazarlo.-créeme, no soy un espejismo o una jugada de tu mente.-Ash sonrió, y correspondió el abrazo del nipón.
[•••••]
Ash estaba sentado en la banca de un pequeño parque mientras Eiji había ido a buscar un café para el rubio, ahora este temblaba de miedo y se auto regañaba, pues no pensó en la posibilidad de que el nipón podía desaparecer de nuevo.
Su cuerpo comenzó a temblar cuando vio al Omega acercándose.
-aquí tienes.-el nipón le tendió un vaso con la bebida. Ash lo sujeto y comenzó a beber. Su borrachera había pasadolo que aún tenía, era un pequeño dolor de cabeza.
Eiji estaba de pie a un lado de la banca, Ash lo noto y tomo fuerzas para hablar sin tartamudear.-¿No te vas a sentar?-
Eiji le miró, pero Ash miraba hacia al frente. El nipón sonrió y se sentó a un lado del rubio.
Claramente el ambiente era un poco pesado he incómodo. Ninguno sabía de lo que hablar exactamente, había mucho que platicar pero a ninguno se le ocurrió nada en ese momento.
-¿Cómo están los cachorros?-esa fue la primera pregunta del japonés.
-más activos y grandes cada día. Sus nombres son Ean y Elián.-
-lindos nombres.-
Hasta ahí había llegado la conversación, ambos se sintieron idiotas, ¿No eran capaces de establecer una conversación normal?
-Eiji, quiero pedirte una disculpa.-el nombrado salió de sus pensamientos para poder mirar al rubio, pero este claramente evitaba mirarlo, dirigiendo su vista hacia el piso.-en lugar de luchar y ayudarte a recordar, decidí enviarte a Japón con tus padres.-
-descuida. Entiendo el porqué lo hiciste. Los niños necesitaban quién cuidara de ellos, yo solo te estaba desviando de tus labores como padre.-
El pecho del rubio finalmente dejo de pesar, todos esos meses había sufrido por haber tomado tal decisión sin antes pensarlo con claridad.
Ash miro al Omega, era más hermoso que antes.-¿De qué sabor es tú café?-
Eiji enrojeció más de lo que ya estaba, y no era por el clima.-es sabor vainilla.-Ash sonrió al descubrir el porque del sonrojo del nipón, ese sabor era el mismo olor que el rubio desprendía.
-¿Puedo probar?-
-claro.-antes de que Eiji ofreciera su vaso de café, Ash lo sujeto del rostro y plantó sus labios sobre los del nipón.
Eiji se quedó en shock, sus labios de nuevo estaban rozándose con los del alfa que tanto amaba. Cerro los ojos dejándose llevar, sus labios comenzaron a moverse provocando un sentimiento de paz y transmitiendo tranquilidad.
Al separase, Ash le sujeto de las manos un poco nervioso.-tienes las manos frías.-
-es por el clima y la época.-Ash lo soltó, se quitó la bufanda y la enredó en el cuello del rubio, después se quitó los guantes y comenzó a ponerselos al Omega.-¿Qué haces?-preguntó divertido y juguetón.-si me los das pasarás frío.-
-me importas más tú.-
Y ahí estaban de nuevo, las miraditas cargadas de amor y ternura.
Una camioneta negra se detuvo de golpe, ambos voltearon asustados. De ella descendió el pelinegro de largos cabellos.
-¡Santo cielo!-exclamó aliviado.-te estuvimos buscando por toda la ciudad. Temí que algo malo te hubiera pasado.-Yut se acercó y lo abrazo con fuerza.
Ash estaba confundido y algo molesto al ver que el nipón era abrazado con tanto cariño por aquel tipo.
-estoy bien.-respondio Eiji sonriendo y alejando un poco a Lung.-Yut, quiero presentarte a Ash.-
Eiji señaló al rubio. Yut lo miro y se quedó sin habla.-¿Ash? Aslan.-el nipón asintió sonriendo, en cambio Ash se quedaba cada vez más confundido.-¿Les parece si vamos a la mansión? Hay mucho de lo que hablar.-
-pero Ash debe cuidar de los cachorros, podríamos vernos mañana ya que el debe ir a casa.-
-ni pienses que volveré a perderte o a dejarte ir.-interrumpio de inmediato el alfa.
Eiji lo miro.-debes ir con los niños.-
-no les pasará nada, Kael está con ellos.-una sonrisa se formó en los labios del nipón al pensar que tal vez su hijo aún estaba junto al peligris.
-ya que no hay problema vayamos a la mansión.-
Todos se dirigieron a la camioneta y subieron trae el Omega de cabellos largos y negros.
Blanka miro a Eiji y después al rubio, a quien vio con curiosidad.-¿Nuevo amigo?-
-algo así.-contesto Yut besando la mejilla de su esposo.
>>>
ESTÁS LEYENDO
Un Omega Sin Libertad.
FanficAunque todo haya cambiado con el tiempo,algunas cosas seguirán igual. Eiji decide tomar el lugar de su pequeña hermana sin saber que podría pasar con él. Aslan jamás conto con eso,y sus planes tomaron un pequeño giro,al conocerse,Eiji reta con la mi...