Un Omega Sin Libertad.

Día de navidad en Japón.

La familia había decidió que esa época la pasarían junto a la familia del Omega, a quien pocas veces veían.

El coche dónde venían se detuvo frente a esa casa en la que el japonés alguna vez vivió, la casa que el rubio pisaba por primera vez.

-bienvenidos.-

-¡Mamá!-el japonés dejo a su hija, de ahora cinco años, sobre la nieve.

Se acercó a su madre y la abrazo con fuerza. La mujer le miro con ternura, después saludo a los varones, a las trillizas, y finalizo con Ash.

-hola, querido, ¿Cómo estuvo el viaje?-

-mejor de lo que esperaba.-respondió Ash con una sonrisa amable.

-entren, hace frío.-Ash supervisó a las niñas, en cambio los adolescentes caminaron tras de sus padres.

Al entrar a la casa, el enorme árbol de navidad, llamo la atención de las pequeñas.

-¿Dónde está mi hermana?-

-con su novio, parecen uña y mugre.-

-¿Tiene novio?-el Omega se sentía excluido.-¿Porqué jamás me dijo nada?-

-pensé que te lo había comentado.-la mujer sonrió y decidió cambiar el tema.-iré a preparar algo de café y chocolate caliente, ustedes pónganse cómodos.-

La pequeña que se parecía a Ash, Isabela, se acercó a sus padres sujetando las manos de sus hermanas, Dalia, y Ana.-¿Podemos salir al patio a jugar?-

Eiji se inclino y les acomodo la bufanda a las tres.-pueden, pero no deben salir del jardín.-

Las pequeñas salieron corriendo con sus hermanos mayores tras ellas, Elian y Ean ahora tenían 16, y protegían a sus hermanas como era debido, en cambio Omet, que tenía 13, fingía no importarle mucho,pero claro que las cuidaba a su manera, sin duda había heredado el carácter de su padre.

-esta casa es linda.-comentó Ash dirigiéndose a una pared llena de fotografías familiares.-finalmente puedo conocer el lugar en dónde te criaste.-al recorrer todas las imágenes, pudo ver a su azabache de pequeño, en la foto se veía tímido, y vestía un traje escolar.-¿Eres tú?-

-no mires.-Eiji se acercó a su esposo y lo abrazo desde atrás, el alfa sonrió complacido y dejo sus manos sobre las de su omega.-me veía horrible.-

-jamás podrías verte así.-Ash se volteo para poder mirar a su esposo. Su Omega le dirigía una mirada llena de amor y cariño.-de verdad me arrepiento de todo lo que te hice sufrir en el pasado.-

El japonés nego con una sonrisa, después de aferró a su alfa.-eso ya pasó, ahora estamos juntos y tenemos una familia.-

-me hubiera encantado haberte conocido desde antes.-una de las manos de Ash se aferro a la cadera del Omega, mientras que la otra le sujetaba de la mano, sus cuerpos comenzaron a moverse, bailando un vals silencioso.-haber ido al colegio juntos, fugarnos de nuestras casas en algún momento... Seducirte en tu habitación y que tus padres nos encontrarán a punto de hacerte el amor.-ambos soltaron una carcajada.-todas esas locuras de adolescentes me hubiera gustado haberlas vivido contigo.-

-pero ahora tenemos la mejor etapa, seguimos casados, tenemos hijos, una nieta preciosa... Y seguiremos juntos para siempre.-

-aunque algún día nos llegue la muerte, juro que te buscaré en la otra vida.-Eiji se alejó un poco para poder mirarlo.-te lo advierto Eiji Okomura de Lynx, no podrás deshacerte de mi.-

El Omega sonrió, aquella era una amenaza tentadora.-no es mi plan vivir sin ti.-

Esta vez fue el Omega quien dió comienzo a ese dulce y tierno beso, amaba la sensación que su esposo le brindaba, no podría vivir sin él aunque quisiera.