~кαмιѕнιмα~

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--H3R0_TAMAKI este one shot es para ti ^3^

¡Espero que te guste!

{No lemonnn}

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Últimamente Kaminari Denki se estaba comportando de una manera algo fuera de lo normal. Faltaba a las clases en la academia, casi no aparecía por la sala común y había dejado de comunicarse con el resto de sus compañeros, algo que él realmente disfrutaba.

Kirishima Eijirō, por su parte, ha estado preocupado por la seguridad de su amigo. Podría ser que se estuviera juntando con gente peligrosa, en cuyo caso tendrían que intervenir los héroes profesionales.

El pelirrojo ha estado investigando acerca del paradero del rubio, sin prácticamente ningún resultado concluyente. Y esto le resultaba frustrante.

Con el fin de relajarse y desconectar de sus actuales preocupaciones, Kirishima decidió salir del edificio que compartía con sus compañeros a dar una vuelta.

Atravesó el pequeño bosque que lo rodeaba, llegando a la entrada al campus de la academia. Suspiró pesadamente.

Levantó la vista al cielo y observó con detenimiento las brillantes y hermosas estrellas que decoraban el firmamento. No pudo evitar dibujar una ladeada sonrisa en su rostro.

De pronto, escuchó un ruido seco proveniente de su derecha. Se giró bruscamente para ver qué es lo que le había sobresaltado.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al divisar un cabello rubio oscuro que se le hacía bastante familiar. Cuando vio el pequeño mechón negro que decoraba su pelo, no le cupo ninguna duda.

Era Kaminari.

Se acercó a él lentamente. Los ojos del rubio reflejaban un brillo algo salvaje y diferente, cosa que extrañó a Kirishima, quien se detuvo de pronto.

-Esto... ¿Te encuentras bien, Kaminari? - Preguntó, visiblemente preocupado. El rubio sólo siguió observándole con esa mirada felina que ponía los pelos de punta.

Kaminari dio un paso al frente, quedando tan sólo a metro y medio del pelirrojo, que le miraba expectante. El chico de iris dorados levantó una pálida mano hacia el rostro de Eijirō.

Sin poder evitarlo, Kirishima se encogió sobre sí mismo y observó al rubio con una mirada cohibida. Su instinto le decía que podría ser peligroso estar demasiado cerca de él.

Kaminari puso una expresión triste.

-Colega... Me preocupas. - Soltó el de ojos rubí. Denki simplemente frunció los labios en una mueca de disgusto y volvió su cabeza con brusquedad.

Kirishima decidió acercarse un poco más a su amigo siendo cauteloso y tratando de no sobresaltarle.

Una vez estuvo apenas a treinta centímetros de su cuerpo, extendió una mano y la apoyó sobre su hombro.

Denki subió la mirada, sorprendido, pero, al mismo tiempo, reconfortado. Cerró los ojos y suspiró con pesar.

-Soy malvado, Eijirō. - Confesó el rubio. - La Liga de Villanos me reclutó hace apenas una semana. Acepté sin pensármelo dos veces. - Una lágrima rodó por su mejilla, dejando un rastro salado y húmedo.

Kirishima trató de socorrerle.

-Tranquilo, Kaminari. - Pese a estar algo aturdido por la súbita revelación de su amigo y compañero, sabía que sin su ayuda Denki se derrumbaría sin remedio.

Colocó una mano en su espalda, y la deslizó de arriba a abajo con dulzura y gentileza.

-No te preocupes. No se lo diré a nadie. - Tras una pausa, añadió: - ¿Quieres un consejo? No vuelvas con ellos. Quédate aquí, conmigo y con los demás. Te echamos de menos. - Sonrió.

Denki tragó saliva con dificultad. Se le hizo un horrible nudo en la garganta.

-Yo... - Apretó los párpados con fuerza, y su boca se desfiguró en una mueca de dolor. Se llevó las manos a la cabeza y se agachó. El sufrimiento le nublaba los sentidos.

-¿Estás bien? Kaminari, ¿me oyes? ¿Te encuentras bien? - El pelirrojo se inclinó y sujetó a su compañero por el pecho, estabilizándole y tratando de aportarle seguridad.

-Yo... Maté a un hombre. Un hombre inocente. - Kaminari se tiró del pelo, hasta el punto que Kirishima temió por su cuero cabelludo. Le agarró de las manos para calmarle.

Ahora mismo no le importa a sí había acabado con la vida de alguien o no.

En este instante solo podía pensar en su amigo y su salud mental.

-Ya, ya, ya pasó, lo entiendo... - Le tomó de las manos y le levantó la barbilla con delicadeza. Sus ojos reflejaban pánico y locura.

-No, no, no, no lo entiendes... - Kaminari se separó bruscamente de su amigo, y se estrujó las sienes con los dedos.

El pelirrojo, por su parte, solo pudo observar desde el exterior el tremendo que abrumaba a su compañero.

Sin pensarlo dos veces, Eijirō tomó al rubio por la cintura y los hombros y le pegó a él, fundiendo sus cuerpos en un tierno abrazo.

Embriagado con el aroma que emanaba del pelirrojo, Denki levantó su cabeza y besó los labios de Kirishima con pasión y anhelo.

Pese a que el repentino contacto físico tan íntimo sorprendió a Eijirō, no pudo evitarlo y le correspondió con igual entusiasmo.

Sus labios se movían el uno sobre el otro con deseo y sin pausa, saboreando cada milímetro y disfrutando de las nuevas sensaciones que despertaban en su interior.

Kaminari mordisqueó suavemente el labio inferior del pelirrojo, arrancándole un sonoro gemido. El rubio apretó las nalgas de su compañero, juntando sus cuerpos de manera que no quedara apenas aire entre ellos.

Con un jadeo exhausto, Kirishima separó sus bocas, unidas por un fino hilo de saliva. Sus respiraciones se entremezclaban.

Denki cerró los ojos y juntó su frente a la de Eijirō, la cual estaba algo cubierta de sudor por la intensidad del reciente momento.

-Ayúdame, por favor. Ayúdame a ser como antes. - Imploró Denki, apretando los ojos con fuerza. De nuevo sutiles lágrimas saladas descendieron por sus ahora coloradas mejillas. Kirishima le miró con ternura.

-Te ayudaré. - Le acarició el cabello con una mano, mientras que con la otra continuaba abrazando su cintura.

Lentamente, Denki fue acercando su rostro al del pelirrojo, juntando peligrosamente sus labios.

Esta vez, Kirishima decidió dar el paso, inclinándose hacia Kaminari y uniendo sus labios en un beso algo más suave y delicado que el anterior.

Kaminari mordió gentilmente el labio de Eijirō antes de separarse de nuevo.

-No dejaré que pierdas la cordura, Kaminari. - Prometió Kirishima, sonriendo de lado. Kaminari le devolvió el gesto, aunque le salió algo parecido a una mueca cómica.

Eijirō se rio por lo bajo y continuó abrazado al rubio, hasta que este dijo:

-Deberíamos volver, estarán preocupados.

-Sí, tienes razón. Seguro que todos están muy contentos por tu regreso. - Sonrió el pelirrojo, separando sus cuerpos.

Ambos jóvenes volvieron hacia el interior del campus, tomados de la mano y regalándose tiernas sonrisas.

No permitiré que vuelvas a dejarme.

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Hey, hey, heeeeeey!!! ;D

¡Al fin inspiración-sama decidió hacer acto de presencia!

Espero que os haya gustado :)

¡Un voto me haría muy feliz! Gracias por leer. Chaoo n.n

ʙᴏᴋᴜ ɴᴏ ʜᴇʀᴏ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍɪᴀ ~ 𝕆ℕ𝔼 𝕊ℍ𝕆𝕋𝕊 || ѕнιρѕ || {en pausa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora