~кαтѕυ∂єкυ~

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{No tiene lemon ;3}

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-Maldito nerd... - Bufó Bakugo, llevándose las manos a los bolsillos con una expresión molesta.

Parecía que lo único que sabía hacer el pequeño peliverde era joder. Su mera existencia le resultaba agobiante. ¿Por qué tuvieron que ingresar a la misma escuela de héroes? Menudo fastidio.

El rubio entró al aula de la clase A, y su rostro se crispó al observar que Deku había llegado a clase antes que él. Y, como si eso no fuera suficiente, se encontraba conversando con Cara Redonda.

Un intenso sentimiento de celos envolvió a Bakugo por completo, y le obligó a soltar un gran resoplido de disgusto.

Sí, odiaba a Deku. Era un jodido nerd. Pero, al mismo tiempo, un potente instinto de protección le forzaba a sentirse preocupado por él.

Y eso le molestaba, y mucho.

Se acercó a su pupitre, que casualmente quedaba delante del de Deku. Por suerte, este se encontraba en la mesa de Uraraka.

Con el rabillo del ojo, Bakugo pudo observar que Cara Redonda se sonrojaba a cada comentario del peliverde. Y podría decirse que lo mismo ocurría con el chico.

Tan celoso como estaba en ese momento, lo único que fue capaz de hacer Bakugo fue resoplar y desviar la mirada hacia el frente del aula.

Tras un par de minutos que se le antojaron eternos al rubio, Aizawa-sensei cruzó la puerta del aula. Todos los alumnos tomaron asiento, incluido Deku. Bakugo podía notar su mirada color jade clavada en su nuca.

-Tsk. - Soltó, molesto.

La clase se desarrolló de forma normal, y una vez Aizawa-sensei decretó que había finalizado, todos los aspirantes a héroes recogieron sus cosas, emocionados, y abandonaron el aula como una avalancha.

Los únicos que quedaron en el interior de la estancia fueron Deku y Bakugo.

El rubio, que aún sentía la intensa mirada del peliverde siguiéndole de cerca, sintió un tremendo escalofrío recorrerle de arriba de abajo.

Se giró bruscamente y con una expresión de gran molestia pintada en su rostro.

-¿Se te ha perdido algo, o qué? - Masculló, al tiempo que tomaba su mochila y se colgaba un tirante al hombro. Deku no dijo nada, simplemente se quedó observándole con esa inye sidad que le ponía los pelos de punta al rubio.

-Si no vas a decirme nada, mejor me voy. - Soltó Bakugo entre bufidos de desprecio. El peliverde trago saliva notoriamente.

-Bueno, yo... - Alcanzó a decir el pequeño, sudando a mares y peinándose el pelo con nerviosismo.

-¿Tú...? - Le animó a continuar Bakugo, perdiendo la paciencia. Deku cerró los ojos y suspiró, tratando de librarse de la timidez.

-Kacchan, tú... Tú me gustas.

Tras esta inesperada confesión, Bakugo abrió la boca, quedándose sin aire en los pulmones. Miró a Deku con una mezcla de admiración y repulsión.

Los segundos pasaban, y Bakugo no añadía nada.

-Entiendo si no sientes lo mismo, pero al menos dime algo. - Rogó el peliverde, desviando la mirada al suelo con una expresión de tristeza. Se recolocó las asas de su mochila amarilla y se dispuso a abandonar el aula.

Antes de que pudiera dar un paso, una fuerte mano le detuvo.

-Quieto ahí, Deku... - La mueca en la cara de Bakugo era indescifrable. - Que no pueda decir nada no significa que quiera que sea así.

Deku escrutó al rubio con la mirada, tratando de adivinar qué se le estaba pasando por la cabeza. Bakugo cerró los ojos con fuerza y suspiró.

-Maldito nerd... También me gustas. -Confesó el rubio, aún con los ojos cerrados y apretando los labios con fuerza. Los iris de Deku se iluminaron, y sonrió de una forma tierna y sincera.

Cuando el peliverde fue a añadir algo más, Bakugo le interrumpió de una forma imprevista.

En el momento en el que los labios de Bakugo rozaron los de Deku, una corriente eléctrica recorrió ambos cuerpos, encendiéndoles y animándoles a continuar.

-Kacchan... - Susurró Deku contra los labios del rubio. Bakugo pasó una mano por el cuello del pequeño, acariciando su erizada piel.

Deku, por su parte, pegó su cuerpo y el de Kacchan todo los posible, con un brazo alrededor de su cintura y otro en la mejilla del rubio.

Al separarse, los ojos rubí de Bakugo refulgían con deseo. Clavó su mirada en Deku, que sonreía nervioso.

-Gracias, Kacchan. - Murmuró el peliverde, juntando las yemas de sus dedos índices, en una pose tímida. Bakugo enarcó una ceja inquisitivamente.

-Por aceptarme y no rechazarme. -Finalizó Deku, sonriendo al terminar. Su sonrisa era tan perfecta y sincera, que a Bakugo le dieron ganas de besarle de nuevo.

-No tienes nada que agradecer, maldito nerd... - Masculló, abochornado. Deku sólo rio, volviéndose hacia la salida del aula.

-Nos vemos, Kacchan. - Sonrió.

Tras salir del aula, Bakugo se quedó solo dentro de la clase, interiorizando lo que acababa de suceder.

En un pequeño acto reflejo, una sonrisa comenzó a asomar en sus labios. Caminó hacia la salida, como había hecho el peliverde apenas unos segundos atrás, mientras murmuraba:

-Maldito nerd...

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¡Ohayooooo!

Espero que os haya gustado este one shot. Os invito a comentar qué os ha parecido ;)

¡Un voto me haría muy feliz! Gracias por leer. Chaoo >w<

ʙᴏᴋᴜ ɴᴏ ʜᴇʀᴏ ᴀᴄᴀᴅᴇᴍɪᴀ ~ 𝕆ℕ𝔼 𝕊ℍ𝕆𝕋𝕊 || ѕнιρѕ || {en pausa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora