Una semana antes.
Actua normal.
Matthew Butler suspiraba cada dos por tres mientras pasaba sus manos por su cabello, temblaba en el momento que intentaba abrir la puerta frente así. Pensaba que era lo mejor después de no hablar con ese hombre desde que su amada castaña renunció. Tocaba el picaporte pero su mano automáticamente se tensaba y volvía a la misma posición donde estaba.
Cuando al fin tomó coraje e iba a entrar la puerta de este pequeño estudio se abrió haciendo que el se tense, una chica menor que él lo miró con el ceño fruncido e intentó esquivarlo pero este no se lo permitió. El cabello de color caramelo de ella hizo que este la mire extrañado por que no recordaba a ver contratado a una chica como ella.
- Mich me alegro verte... mándale un saludo a Alex y al pequeño Giovanni- esta empujó a Matthew y se marchó mientras este escuchaba como azotaba la puerta la cual iba en dirección a las escaleras.
- ¿algún problema jefe?- murmuró el hombre rubio mientras terminaba de alistar las telas que se encontraban esparcidas por la mesa que se estaba allí, Michelle escribía en la laptop cada vez que terminaba de inspeccionar las e ignoraba a Butler haciendo que este se sienta estupido estando en un lugar que era suyo por derecho.
habla estúpido, no te quedes callado. Ya estás ahí.
- Solo quería saber por el tema de las acciones del marketing, por si no lo sabe el crédito que recibirá es alto... al parecer es un experto en ese tema y....
- déselo al mensajero, o alguien más... no me interesa tener esa mierda que no es mia- bufo el rubio al fin dando la cara y mirando con odio y fastidio a Matthew.- y no, no se donde está mi mejor amiga, y aunque lo supiera no se lo diría. Ojalá Bella nunca regrese a este lugar, ella era demasiado para todo esto. Era demasiado para alguien como usted.
Matthew tragó fuerte y siento un nudo en el estómago, ya estaba acostumbrado a los desplantes, a los maltratos de todos. Pero él sabía que se lo merecia, al fin y al cabo eligió a Pilar antes que todo. Aunque haya tenido a todo el mundo contra suyo él la eligió y aveces, solo aveces sentía que había sido un error no haber corrido tras esa castaña que lo volvía loco.
- y estoy demasiado cansado para tratar con usted señor Butler, soy padre si no lo sabe y un niño es una gran responsabilidad. Ah no, es verdad... no lo sabe.
El castaño no sabía por qué todos lo odiaban tanto, acaso nadie pensaba que el hizo todo eso por que también habia caido bajo la mentira de la rubia. Nadie pensaba que no era su culpa, que él tambien habia sufrido con todo eso, acaso creían que era un monstruo sin corazón que no hizo todo lo posible para que todos fuesen felices.
- bien.. tiene razón no se que es ser padre, pero si se lo que es tener consciencia y empatía con alguien.
Matthew Butler se estaba por marchar pero se detuvo y lo miró con mala cara, estaba harto y realmente saturado que todos lados donde este todos lo miren como si él fuese el malo de la película cuando solo hizo lo que era correcto siendo el tambien otra víctima.
- Espero no tener que volver a hablar de marketing y encontrarme algun desconocido otra vez en mi empresa, no me temblaria la mano al escribir una carta de despido a recursos humanos Michelle.
Se marchó dejando al rubio con un temblor en sus manos, no sabía si se había pasado con lo que había dicho, pero él solo intentaba no sucumbir y comenzar a lanzar maldiciones o algo que le demuestre lo que sentía. Estaba triste y decepcionado de su mejor amiga, ella se había marchado dejándolo sin más. Sin preocuparse por él o por su hermana.
ESTÁS LEYENDO
Si decido quedarme #1.5 𝓢𝓪𝓰𝓪 𝓢𝓮𝓷̃𝓸𝓻
RomanceBella Feraud estaba perdida, desaparecida, no había rastros de ella. Esa mujer se había esfumado de la faz de la tierra sin dejar una sola señal. No supe que hacer en ese momento. Pero luego lo supe. Nunca que tuve que haberla dejado ir. (*) SEGUNDA...