Si decido quedarme #1.5 𝓢𝓪𝓰𝓪 𝓢𝓮𝓷̃𝓸𝓻

Veintiuno

— Di Ma-ma

Bella hacia caras raras mientras April se reía y sus ojos de hermosos colores la observaban hipnotizada.

Tyler la miraba como si estuviera loca y solo se reía cuando veía a la niña reírse mirándolo aveces muy fijamente y otra mirando la pared.

— vamos pequeña, di ma-ma.

— no lo hará y lo sabes. La presionas demasiado. Apenas tiene cinco meses.

Ya habían pasado cuatro meses, Bella había vuelto a trabajar para la empresa de Butler y aunque no estaba muy contenta con eso. Sabia que los diseños que se inspiraron en Argentina serían magníficos para la marca.

— tiene cuatro y medio. Eres un pésimo tío.

Tyler dejó de reír al oírla, sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas que no estaba dispuesto a largar.

— ¿T-tio?

Bella lo miró dejando de jugar con su hija que al ver a su madre distraída su dedo pulgar fue a su boca cerrando sus ojitos muy lentamente.

Por otra parte Tyler no sabía como expresar lo que sentía. El tenia hermanos, si los tenia. Pero ninguno tenia hijos y por razones personales no querían tenerlos.

— Si Ty, haz sido como un hermano para mí y Honey. Eres el tío de April, para ella lo eres y para mí también. Aparte le agradas a Matthew, aunque el se niegue le agradas mucho.

Tyler sonrió con emoción y sus lágrimas cayeron mientras se reía nervioso.

— al diablo el anciano decrépito.

Dijo y abrazó a Bella que se levantó de la cama dejando cinco segundos a April.

— Gracias Bella.

La castaña sonrió mientras le devolvía el abrazo, observó a su niña quien se estaba queda dormida en su cama.

— De nada Ty, de nada.

(*)

— Un hola vendría bien.

Charles Miller sonrió de lado a su hermano al verlo entrar a la cocina, mientras que Matthew miraba a su primo con desaprobación.

— no jodas.

El hombre tomó de la botella de leche directamente notando que esta estaba vacía. Al sentir eso arrojo esta al lavado con fuerza.

— oye, ten cuidado. Ese lavado lo repuse hace unos días cuando una de tus chicas rompió el mío.

— te lo pague ¿o no, Charlie?

Will Butler estaba cada día más irritado, perdía cada caso en que lo contrataban y salía cada noche volviendo tarde haciendo que Charles y Matthew rezaran para que no aparezca asesinado por alguno de sus ex-clientes.

— Vuelveme a decir Charlie y te juro...

— ¿prefieres que te diga Butler? cierto, nadie te quiso lo suficiente como para pelear por tu apellido.

Todo quedó en silencio, Charles sabía que ese hombre estaba sufriendo pero... lo merecía.

— Al menos a mí no me dejaron por ser un fracaso.