-Capítulo 5-

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La observé un instante, tan solo fueron segundos cuando ella cerró sus ojos indicandome que se había quedado dormida, me reí por lo bajo para no despertarla, la tomé entre mis brazos para recostarla y taparla con mis mantas

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La observé un instante, tan solo fueron segundos cuando ella cerró sus ojos indicandome que se había quedado dormida, me reí por lo bajo para no despertarla, la tomé entre mis brazos para recostarla y taparla con mis mantas.

—Adam, no te vayas...— murmuró, suspiré.

—Está bien— me acosté a su lado, ella me abrazó e inhaló mi perfume.

—Rey de las fiestas— me observó un segundo y volvió a cerrar sus ojos —No me rompas el corazón— su respiración se volvió calmada indicandome que esta vez se habia quedado profundamente dormida y en menos de lo que canta un gallo yo también me dormí.

Al otro día aparecí en boxer, recordé que durante la noche me dió calor asi que decidí sacarme la ropa.
Aylín seguía durmiendo a mi lado, ella estaba en bragas y con una remera mía, la observé por varios minutos preguntándome en qué momento se puso mi remera hasta que sonrió.

—Buenos días— su voz era ronca, se estiró mientras sonreía.

—Buenos días, ¿desayunamos?— ella asintió.

Ambos bajamos a la cocina para hacernos algo de comer, por suerte en la heladera había de todo, ella tomó un sorbo de mi taza de café y lo escupió en el lavabo. La miré confundido, en este tiempo nunca la habia visto hacer algo tan extraño como eso.

—Todos los días me levanto y tomo un sorbo de café para ver si me gusta— explica mientras se encoge de hombros.

—¿No te gusta el café?— negó —Eso es muy raro para alguien que trabaja en un café— ambos reímos.

—Anoche... Casi, nosotros, ya sabes...

—¿Lo hicimos?— sus mejillas se tornaron rojas, ella asintió temerosa— Nop.

—¡Ufff, que alivio!— se llevó una mano al pecho.

Sinceramente me hubiese gustado hacerlo con ella, ¿a quién engaño?, me gustaría despertar todos los días junto a ella, ver sus extrañas rutinas, reír mientras preparamos el desayuno.

—Me gustaría que todos los días sean como hoy— pensé en voz alta, ella abrió los ojos sorprendida.

Declararle mis sentimientos hacia ella era difícil, siempre creía que estaba bromeando, además sé que no siente lo mismo, tal vez no lo parezca pero ella es quien juega mucho conmigo sobre ese tema, sabe lo que siento pero aún así ella lo ignora, no lo hace conscientemente, es un poco torpe en ese sentido.

Ninguno dijo nada más. Ella se marchó con la excusa de que debía trabajar. Era demasido incómodo sentir cosas por tu mejor amiga sabiendo que ella no siente absolutamente nada por ti.

Desde el momento cero que la vi supe que sería mi perdición, pero yo mismo no pude alejarme de ella. Sufro varias veces cada vez que la veo junto a Josh caminar de la mano, la única oportunidad que tuve con ella la desperdicié y ahora sale con ese cretino que se cree la gran cosa.

Amor en ocho ruedas [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora