¿Tío?

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Jimin tenía un nudo en el estómago, ya daban las 12 am y ese sábado tenían que comer más tamprano. Luego de colocar el último plato en su lugar y verificar que su padre no estaba quemando la carne se sentó a esperar.

Dos, tres, cuatro minutos marcaban el reloj con una rapidez bastante extraña. El nudo en el estómago se convirtió en una lucha entre sus órganos, pensamiento que logró sacarle una mueca a Jimin. Imaginó una batalla campal porque era lo único que justificaría esa incomodidad rara.

Se vio a sí mismo pensando en quince años atrás, esa época en dónde una mini versión de sí mismo estaba enloquecido por su tío mayor. Quería toda la atención, quería que jugara con él y que fueran los mejores amigos. Quería que fueran como hermanos. Pero entonces la adolecencia llegó... dura e indiferente a sus deseos y su tío se alejó, pero no sin antes dejar una marca imborrable en él, una marca que quisiera olvidar y pretender que no era la razón de su nudo en el vientre.

- Jimin- Su padre lo sacó de la ensoñación- La puerta.

Tardó un poco en darse cuenta de que el timbre estaba siendo tocado, seguramente por su madre que era la unica que tocaba la puerta así, dos toques juntos, uno separado. Cómo si fuera un código.

Con la molestia interior y sus pensamientos siendo alejados a lo más profundo de su cabeza se levantó a darle la bienvenida a un desconocido, se repetía.

Tomó el pomo en sus manos y tiró de él. La puerta dejó a la vista la silueta fría y distante de un chico vestido de negro, con una campera algo desgastada y el cabello rebelde sobre sus ojos, la típica visión de un delincuente de novela juvenil. El chico sonrió dejando ver sus dientes de conejo, los mismos dientes de conejo que le gritaban cuando jugaba mal al ludo.

- Jimin- Le habló su tío. Fijando sus ojos oscuros en él, escaneando cada centímetro de su rostro y provocando que el menor dejara atrás la idea de ser amable. ¿Cómo se atrevía a ser así, a mirarlo tan descaradamente? Como si tuviera el derecho.

- Jungkook- le contestó.

- Jimin, te dije que es tu tío- Su madre se quejó en un susurro.

- No, no lo es- Contestó serio Jimin antes de abrir del todo la puerta y desaparecer en el interior.

"No puedes venir y decir mi nombre despues de todos estos años, no puedes venir y fingir que eres mi tío" Pensó el rubio sentandose en la mesa silenciosamente y obligando a su corazón a calmarse.

Freedom🔞- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora