Viaje

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La semana había pasado rápido, Jimin había terminado con los pocos exámenes que le quedaban y pronto estuvo listo para dedicarse a subir contenido a su canal que no incluía a Jungkook porque quería mantener su canal como suyo y no que la mayoría de su suscriptores lo siguieran por su relación ficticia.

Aunque últimamente no parecía tan ficticia.

Jimin y Jungkook no habían hablado lo suficiente, tampoco habían tenido otra situación demasiado comprometedora por el simple hecho de que ambos estaban un poco estresados con sus cosas. Sin embargo, para ninguno de los dos pasaba desapercibido el hecho de que se la pasaban juntos, veían películas, jugaban juegos, charlaban, e incluso tuvieron algunos momentos en los que estuvieron a punto de besarse, pero era casi imposible porque sus padres estaba todo el tiempo en casa ya que habían empezado sus vacaciones una semana antes.

Jungkook tenía las vacaciones libres de su trabajo porque casualmente su jefe también se iba a su propio viaje y no iba a dejar nadie a cargo, así que al no tener demasiada confianza con Jungkook decidió cerrar y disfrutar sus dos semanas en paz. Finalmente después de una semana de puros preparativos y estrés, el día sábado llegó y con él el viaje a la cabaña. Estaban listos para salir cuando Jimin les pidió que lo esperaran un poco más, mientras tanto los Park y Jungkook se entretuvieron burlándose que de que Jimin jamás salía a horario.

Cuando el rubio estuvo sobre el auto de nuevo, Jaehyung no pensó dos veces y arrancó camino de una vez al aeropuerto.

-¿Qué fuiste a buscar?- Le preguntó Jungkook al rubio.

-Nada importante, me olvidé el estabilizador de cámara.

-¿Vas a grabar en las vacaciones?

- Obvio, haz visto el hermoso paisaje de Mark, tengo que usarlo.

- Chicos, recuerden que Mark nos invitó como el buen chico que es, quiero que sean respetuosos. En especial vos, Jimin- Dijo Judith interrumpiéndolos. 

- Mamá, eso pasó hace 15 años- Se quejó el menor avergonzado. 

- ¿De qué hablan?- Preguntó Jungkook curioso. 

- A Jimin se le dio por pasearse desnudo por el bosque.

- ¿Me estas hablando en serio?- Preguntó Jungkook lanzando una carcajada.

- Y Mark todavía lo recuerda.

- Menos mal no seguiste por ese camino, imagina que estuvieras trabajando para pornhub.

- Cierra la boca- Le dijo Jimin riendo mientras le golpeaba el brazo juguetonamente. 

Llegaron al aeropuerto y en la puerta, justo al lado del cartel de estacionamiento, estaba el amigo de Jaehyung, quien iba a llevarse el auto durante esos días y cuidar su casa en la ausencia de la familia Park.

Una vez que se despidieron y vieron el auto salir del estacionamiento, se encaminaron a la zona del Check-in. Luego de presentar todos los documentos y pasar a la zona de embarque, decidieron que era buen momento de comprar algunas cositas en el Free Shop, después de dar vueltas hasta cansarse se quedaron en la  puerta esperando abordar.

- ¿Qué compraste?- Preguntó el rubio.

-Algo para la primer noche- Dijo sonriendo.

- Me das miedo- Dijo en menor sonriendo.

Cuando hubieron pasado dos horas los altavoces marcaron que debían empezar a abordar. Los padres de Jimin decidieron dejarlos solos en los asientos de adelante mientras que ellos se quedaron en la parte trasera del sector.

- Te traje comida- Dijo el menor sacando un paquete de papas.

-Sos una cajita de sorpresas-Dijo el mayor abriendo el paquete y sonriendole.

- ¿Te acordás que le tenias miedo a las alturas?

- ¿Quién dice que no le sigo teniendo miedo?- Dijo llevándose una papa a la boca. 

- ¿Eh? No vas a vomitarme ¿verdad?

-No seas así- Sonrió- Es mentira, ya no le tengo miedo a las alturas, supongo que es una de las cosas que pierdes cuando nacen otros miedos.

Jimin lo miró de reojo, se dio cuenta de que no iba a terminar nunca de descubrir lo que había pasado en la cárcel y eso le molestaba. Sentía que a pesar de que Jungkook quería verse normal, tranquilo y enfocarse en el futuro, en cuanto podía nombraba algo de su tiempo encerrado, a veces hasta inconscientemente. Y eso le dolía, le dolía saber que a pesar del tiempo esas cicatrices no se borran. 

- ¿Quieres ver una película?- Le preguntó después de un rato y así pasaron el viaje, con las manos entrelazadas bajo la frazada y enfocados más en sus latidos que en la pantalla. 


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La casa de Mark tenía una amplia linea de  bosque frondoso alrededor, la calle zigzagueaba por entre los altos arboles que decoraban el lugar con un deje de misterio. La nieve decoraba tanto el suelo como las copas de los arboles, regalando una vista invernal de primera. No recordaba que los árboles fueran tan altos pero supuse que había cambiado mucho en el tiempo ausente. 

Jungkook iba silencioso a mi lado, tal vez porque mamá estaba con nosotros en la parte trasera del taxi y no podíamos, ni queríamos, ser muy obvios. Aunque tampoco sabíamos de qué seriamos obvios realmente porque no nos habíamos detenido a pensar con seguridad qué eramos o qué aspirábamos a hacer. 

Cuando el taxi bordeó la entrada de la gran cabaña y nos dejó en la puerta con rapidez, sentí la helada brisa en mi espalda y me regocijé en el clima tan hermoso. Siempre fui fanático del frió, de las largas caminatas por la nieve y de una buena taza de chocolate al lado de la ventana en una nevada. 

La puerta principal se abrió y mi "no- primo" Mark salió con una sonrisa y un libro gordo bajo el brazo, llevaba pantuflas, un pantalón grueso y holgado junto con una campera de lana con cuello de tortuga. Lo envidié. 

- Pero si son los Park- Sonrió bajando unos cuantos escalones y estrechando su abrazo con mi madre- Judith, seguís igual de preciosa que siempre- Dijo separándose y sonriendo. 

-Es porque no tienes mucho con que comparar, solo ves osos por acá- Sonrió. 

- Créeme que los osos no tienen esa sonrisa- Ambos rieron y Mark terminó de saludar a los demás haciendo comentarios agradables e invitándonos a pasar. 

No nos mostró la cabaña porque a pesar de haber pasado más de 10 años sin visitarlo, recordábamos más o menos dónde estaba cada habitación. Mark tenía treinta años, su familia tenía mucho dinero porque estaban en la política, cuando cumplió 15 años decidió dedicarse a la música y sus padres paralelamente habían comprado la cabaña para tenerla como casa de vacaciones, pero al tiempo decidieron esperar a que Mark cumpliera su mayoría de edad y ponerla a su nombre, ya que él tenía amor incondicional por la naturaleza, además de que al fin y al cabo, todo lo que tuvieran en un futuro sería de Mark de todas formas. 

Así que desde ese momento Mark viajaba varias veces al mes a su cabaña y se quedaba para relajarse y escribir su música, aunque según lo que nos decía, cada vez era menos frecuente. 

Me pregunté porqué nos había invitado solo a nosotros, hacia años que no lo veía o que hablaba con él, sin embargo decía que todos los años invitaba a personas diferentes de la familia y que este año nos tocaba a nosotros. Lejos de quejarme le sonreí y agradecí cuando me dejó en mi habitación. 

Metí las maletas y cuando iba a cerrar la puerta me di cuenta de que él seguía ahí, mirándome. 

- Uy, creí que te habías ido-Dije soltando una risita. 

- No te preocupes, quería preguntarte algo- Dijo ingresando a la habitación con naturalidad. 

- Sí, decirme. 

- Veni, sentate- Dijo y yo obedecí, después de todo era su casa- He estado viendo tus vídeos- Comentó y yo sonreí por la sorpresa, sin embargo al ver su rostro supe que no era algo bueno lo que me esperaba y cuando puso una mano sobre mi pierna y suspiró, entendí que iba a decir algo que no me gustaría- Así que vos y Jungkook... 

Freedom🔞- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora