Parte 4

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Por la mañana la despertó su celular, estaba entrando una llamada de Lorena. Era raro que ella la llamara antes del medio día, ya que su amiga era una persona que despertaba muy tarde por lo general. Con urgencia tomó el celular y contestó la llamada. 

-Lore ¿pasa algo?.

-Emilia Fridman ¿qué quiere decir ese comentario de Instagram? Soltá la lengua. 

-¿Qué?.- Emilia aún no se había despertado del todo. Eran las ocho de la mañana, muy temprano como para pensar. 

-Dale, no te hagas la tonta. Hablá.

-¿De qué comentario me hablás? no entiendo nada. 

-Emilia hay un comentario del profesor en una foto tuya de unos panqueques. PAN-QUE-QUES.-  Gritó Lorena del otro lado. Emilia tuvo que alejarse el celular de su oído porque la estaba aturdiendo. 

Allí fue cuando la morena entendió de qué hablaba su amiga. Se llevó una mano a la frente, arrepentida de no haber eliminado ese comentario. Ya era tarde. 

-Lore calmate. ¿Querés venir a desayunar? te cuento todo acá. Mis papás no están, hoy salían a hacer unos trámites. 

-Estoy yendo. Prepará el mate.- dijo la rubia con un tono de voz severo. Cortó inmediatamente la llamada. Emilia comenzó a prepararse psicológicamente para lo que se le venía... ese día sería largo. 

En menos de media hora sonó el timbre de la casa. Emilia le abrió la puerta a su amiga la que entró sin decir siquiera hola. 

-¿Se puede saber por qué me estás escondiendo cosas?- dijo Lore, señalándola con un dedo acusador a Emilia. 

-¿Sabés por qué no te conté nada aun? por esto. Haces un escándalo de todo. Loca. 

Lorena tomó aire por la nariz y lo largó en un largo suspiro por la boca.-Amiga, contame. 

-El primer día, antes de llegar a la facultad me choqué con el profe en la vereda. Él me ayudó a levantarme del suelo. A la salida, mientras esperaba el bus para volver a mi casa, Gabriel pasó por la parada del bus y se quedó a acompañarme porque estaba oscuro y muy solitario ese lugar. Cuando llegué a mi casa me había empezado a seguir en Instagram. Lo del comentario no sé de dónde salió. Yo no le hablé ni nada... Ayer... bueno... fue una sorpresa verlo en la facu. Me dio vergüenza verlo ahí. Y en la salida de nuevo me acompañó en la parada del bus...

Con los ojos como platos, Lorena la interrumpió-¡No te puedo creer! nunca dijiste que te chocaste con un bombón de revista. 

-Sí es lindo, pero no exageres. 

-Ayer no pude despegar mi vista de su hermosa cara. 

-Se dio cuenta. Anoche me lo dijo. -Respondió Emi entre risas. 

-Qué bueno que se haya enterado. De todas formas, si te anda revoloteando lo voy a dejar en paz. Es todo tuyo.- dijo Lore elevando ambas manos en señal de derrota. 

-No me anda "revoloteando", tonta.- dijo la morena rodando los ojos. 

-Sí que lo hace. Te juro que pensé que ese comentario venía por otro lado... imaginé que le habías hecho panqueques. 

-Cuánta imaginación manejas Lorena. 

-Hablando de panqueques, mové ese lindo culito y prepara algunos. Estoy antojada. 

-Acompañame mientras me cebás mates. 

Las chicas se fueron a la cocina y charlaron de todo un poco. Hablaron de la facultad, de las prácticas y por supuesto de Gabriel. Ambas miraron el perfil de Instagram del joven. No había fotos con otra chica que no sea quien parecía su hermana (era igual a él pero con cabello largo y sin la mandíbula varonil que tenía el chico). Mientras Lore miraba una foto de hacía 2 años atrás quiso mostrársela a Emi y sin querer le dio like. Se asustó y dejó el celular en la mesada de la cocina. 

Enséñame a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora